Av. Amazonas desde ecotrackers 31/12/2017

Av Amazonas desde Ecotrackers el 31 de diceimbre 2018

La practica médica en Ecuador : El Seguro Social Campesino.

He concluido mi trabajo como médico del Seguro Social Campesino en Ecuador.  Empecé en enero del año 2012 y he concluido en abril del 2017.
Fui contratado bajo un forma de contrato que es la clave de la corrupción en los servicios públicos, se trata de contrato por servicios ocasionales o por obra cierta, denominados "contratos provisionales".¿Por qué estos contratos son el foco de corrupción en la administración pública?.
Porque sirven para obligar a los contratados ha trabajar a merced y capricho de un funcionario público, que tiene un cargo de dirección, y que puede cometer cualquier clase de actos incorrectos, injusticias, o caprichos personales, pero el funcionario a sus órdenes, con ese tipo de contratos, tiene que ser obediente, sordo, ciego y mudo, respecto a lo que quiera, disponga, pretenda, exija su jefe, desde acoso sexual, hasta acoso laboral, político, extorsión económica, antipatía o simpatía personal, en fin le está prohibido todo, menos complacer al jefe.  El funcionario contratado puede ser despedido sin que exista razón alguna, por capricho, criterio, delirio, o causa real, del que en ese día, en calidad de jefe. a lo mejor  de paso una semana en el cargo, pueda hacerlo.
Este modelo de contratos, ha sido la clave para que a pesar de que el gobierno de Rafael Correa, haya perseguido la corrupción en la esferas gubernamentales, finalmente haya tenido puntos de flaqueza que han servido a sus enemigos políticos, la prensa mercenaria, y la Internet, para desfigurar todo lo que fueron los 10 años de mayor transformación del Ecuador, en los últimos 100 años.
En los 6 años que trabajé para el Seguro Social Campesino, viví su mayor transformación, desde su origen en 1968, pero lo que no se pudo cambiar fue la conducta de  de auxiliares, médicos, odontologías, trabajadoras sociales y lideres de las organizaciones,  que eran el eje de corrupción dentro de una red  que tenía peso histórico.
En sus orígenes el Seguro Social Campesino, apareció como una red de dispensarios, financiados por el Seguro General del Ecuador, para atender a los campesinos en las zonas mas apartadas, donde no llegaba el Ministerio de Salud con sus subcentros,  cuyo alcance máximo eran las cabeceras cantonales.
Tanto el servicio rural del Ministerio de Salud como el Seguro Social campesino, fueron creados en el año en que en Bolivia, el Che Guevara hacía presencia.   La finalidad era neutralizar la insurrección campesina, como arma de los comunistas, seguidores del Marxismo.
El primer impulso vino de los Estados Unidos, que apoyó al ministerio de Salud para la creación de los subcentros, a través de la Organización Panamericana de la Salud, y del programa Alianza Para el Progreso.
En respuesta a esta ingerencia extranjera, los movimientos de izquierda, que controlaban los sindicatos de trabajadores y  tenían fuerte presión en el Instituto de Seguridad Social, lograron que el IESS, financiara un programa de atención a los campesinos, con el 2% de los ingresos por aportes patronales.   Esto se justificaba en que los trabajadores de la ciudad, necesitaban de la comida que producían los campesinos y pescadores.

En un comienzo y en la mayoría de los casos, los dispensarios eran casuchas, donde un médico y un odontólogo, que rotaban por varios dispensarios daban atención, algunos días cada semana, y  donde una auxiliar, se convertía en la dueña del servicio y decidía a quien se puede o no atender y a quién se le da o no la medicación.  Esta auxiliar justificaba esta discriminación en la puntualidad de los pagos, que los campesinos tienen que hacer mensualmente.
  En la actualidad es de 2,20 para el IESS y para los dirigentes es la diferencia que puede llegar a ser hasta de 2.50 usd, que además se benefician de las multas por inasistencia y cuotas especiales. que se dan por cualquier pretexto.
 Antes del gobierno de Rafael Correa, era obligatorio para todos los dispensarios pagar un aporte al partido MPD, de tendencia marxista, leninista, maoista y participar en las marchas o huelgas que este movimiento organizara contra el gobierno de turno.
Este partido se convirtió el el principal gestor de los dispensarios de Seguro Social Campesino, para lo que usa a las trabajadoras sociales, que se forman en las escuelas de trabajo social, controladas hasta antes del gobierno de Correa, y aun ahora,  en algunas facultades de las principales Universidades, por este partido político.
El trabajo de las trabajadoras sociales, es encontrar comunidades que pueden dar cabida a un dispensario de Seguro Social Campesino, organizar las directivas de los afiliados, controlar el ingreso y salida de nuevos afiliados, y el pago puntual, tanto de lo que corresponde a IESS, a los dirigentes, como al MPD, en los dispensarios donde este partido aun tienen poder.
En la práctica médica, los médicos que estaban vinculados a la ASOCIACION DE MEDICOS Y ODONTOLOGOS DEL SEGURO SOCIAL CAMPESINO   ANAMOSSC y sobre todo vinculados al MPD, que luego de perder las elecciones del 2012, desapareció y renació para el 2016 con el nombre de Unidad Popular, estaban de alguna manera protegidos contra los caprichos de los jefes, nombrados desde Quito.
Yo no me afilié, y esto me costó el puesto, y no lo hice porque me parecía que el MPD, desde que lo conocí, como partido político, dueño de la Universidad Central, era un partido corrupto.  Un partido donde los mediocres, los malos estudiante, los malos profesores, encontraban amparo, y ganaban años o salarios, no por lo que sabían, sino por participar en huelgas y manifestaciones, satisfacer los vicios y debilidades de los profesores, explotar a los estudiantes, cobrando desde por el uso de los servicios higiénicos, hasta por las cuotas para paseos, fiestas, viajes de observación, no había maña que no la usaran, ni pretexto para hacer de las suyas con la universidad y los estudiantes.  La paredes de las aulas y de las facultades era una mugrosa exhibición de sus panfletos. No tenían escrúpulos en ganar elecciones golpeando a sus adversariós, sean estudiantes, profesores o autoridades de la Universidad, quemando ánforas de votos, intimidando dentro y fuera de la universidad a todos, atacando en manada a los que no estaban de acuerdo con ellos, se ufanaban  diciendo que MPD podía ser interpretado como Mamita. Pega (golpea) Duro.  Me enfadaba saber que cualquier de los vinculados o simpatizantes de este partido, sacaban buenas notas porque ya conocían de antemano las respuestas en los exámenes. Esta trampa me hacía sentir un estúpido, porque era mas fácil unirme a ellos, que perder días estudiando para caer en preguntas que parecía imposible encontrar la respuesta, que  ellos la tenían.
La mayor incomodidad diaria en el dispensario, por lo general era producida por el mal trabajo de las  malas auxiliares.  Tomaban mal la presión, mentían sobre el stock de medicinas, no esterilizaban los equipos, manejaban la simpatía del los pacientes por el médico, le decían al médico que hacer con el mayor desparpajo de su ignorancia, pues muchas de ellas fueron formadas en apenas 6 meses.  Yo tuve que estudiar 8 años.

Aunque el trabajar con buenas auxiliares, que hacían muy bien su trabajo, a mas de ser agradable, era educativo, uno aprendía de ellas, pues su experiencia, su manejo de las relaciones humanas, era lo que hacía agradable su compañía y su colaboración.   Cuando esto no sucedía era un drama.  Fue por una auxiliar, que tanto en mi practica en el Ministerio de Salud, como el Seguro Social Campesino tuve que dejar de trabajar.
El problema de las auxiliares se remonta al origen de los servicios médicos del Ministerio y del Seguro.   En ambos casos,  se trataba de una acción del los gobiernos de turno para frenar la llamada "subversión interna", en otras palabras a los comunistas.
Se creía que el germen del comunismo, eran los campesinos, cuando en realidad siempre lo fueron los llamados "intelectuales de izquierda", pero lo que si había quedado claro luego, de la Revolución Cubana, es que los campesinos podía derrocar gobiernos.
Para evitar esto, había que usar la "cuña del mismo palo", es decir usar a los mismos campesinos contra los campesinos.
Esta forma de usar a los indígenas de América, contra otros indígenas, de usar los mayordomos o mayorales, que era indios, mestizos o negros, de la misma hacienda,  escogidos por el patrón, como verdugos de los peones, fue el mejor mecanismo usado para someter a grandes masas humanas, frente a los que eran  pocos, como los conquistadores.
El papel de las auxiliares en las comunidades, era para el gobierno, el Seguro Social y el MPD, el mecanismo de control y manejo de la protesta y la insurrección posible,  ellas hacían el mismo papel que los mayordomos,  pero en lugar de usar el látigo y los perros, usaban al médico, al odontólogo y las medicinas para el mismo objetivo.
Es así como las auxiliares, eran  las dueñas de los subcentros y dispensarios, y las patronas del pueblo, como  antes lo había sido la mujer del dueño de la hacienda, a la que los campesinos le nombraban madrina, ahora las auxiliares eran las mayores madrinas de los pueblos.

En este ambiente, el médico, era sólo un instrumento de las auxiliares, que lo usaban para que los pacientes les llenaran de regalos, les pagaran por ciertos servicios fuera del horario o del lugar de atención, y como de ellas dependía desde la vacunación al perro, hasta el traslado al hospital en una ambulancia, el tenerlas como amigas era menos peligroso y malo, que tenerlas de enemigas.

En casi todos los lugares que trabajé, en el Seguro Social, me encontré con este tipo de auxiliares, las auxiliares "patronas".  Luego de 6 años aprendí, que ser su enemigo, es lo peor que te puede pasar como médico, en un subcentro o en un dispensario de salud.

El trabajar con los médicos del Seguro Social en Esmeraldas, me enseñó que los médicos que forma la Universidad de Guayaquil,   que estuvo en la peor categoría "D", de las Universidades del país, cuando el gobierno de Correa empezó a calificar a las universidades, con parámetros internacionales, sacaba profesionales que no aprendían en las aulas, sino en la práctica hospitalaria y por iniciativa propia.  Pero además, que  el aprendizaje por cuenta propia, lo que mas sabían, era como hacer dinero del dolor humano, como sacar dinero a los pacientes.  En esto daban cátedra a los médicos que nos formamos en la Sierra.  Tanto médicos como odontólogos, con claras excepciones que justifican la regla, eran expertos en mentir y faltar.   Esto me llevó a decir en las reuniones mensuales que teníamos de médicos, para entregar informes,  que ANAMOSCC de Esmeraldas, no era la Asociación de Médicos y Odontólogos del Seguro Social Campesino, era en realidad la Asociación de Mentirosos y Ociosos del Seguro Social Campesino de Esmeraldas, lo que a muchos irritó.   Pero cuando 4 médicos cubanos llegaron a trabajar, su presencia puso en evidencia que era muy distinta la calidad y la conducta de los médicos de Cuba, con respecto a los médicos formados en Guayaquil.  En Esmeraldas los viejos médicos serranos, que eran pocos, se habían acoplado al sistema, excepto dos, el Dr Victor Bravo de la Universidad de Cuenta y yo de la Universidad Central de Quito.
En parte  justificaba y hasta tuve que acudir a la mentira para justificar mi trabajo algunas veces, pues el Seguro Social Campesino, siguiendo las normas del Ministerio de Salud, órgano rector, nos obligaba a tener 32 pacientes por día, y esto sólo sucedió cuando hubo la peste el chicungunya.  Yo procuraba poner los pacientes que realmente tenía, pues consideraba importante, esta información para hacer alguna investigación, que aspiraba poder hacerla, porque creo que el Instituto de Estadísticas y Censos, el Ministerio de Salud y el IESS, necesitan datos fiededignos para hacer planes de salud para medir el avance o deterioro de la salud. Pero  poner la información correcta, varias veces me fue perjudicial, consideraban que no había trabajado, si no había al menos 28 pacientes por día, como si esperar  que los pacientes acudan, el despertar la confianza en la población de que el dispensario está funcionando, no fuera trabajo también.  En tanto en la evaluaciones anuales que hacía el Ministerio de Trabajo, el ser honesto era motivo de mala nota, y el ser deshonesto era importante para renovar el contrato el próximo año.  En estas evaluaciones, la mentira no tenía escrúpulos, a tal punto que los que contestaban el cuestionario, ponían datos inventados, e incluso estos datos se llenaban en grupo en algún Internet cercano.  Hasta yo me vi obligado a mentir.
Es que los parámetros eran absolutamente estúpidos.  Mientra que a la policía, para medir su eficiencia le valoran como se redujo la criminalidad con su presencia en el sector, al médico le piden que haya mas recién nacidos, cuanto lo lógico sería como se redujo el índice de natalidad, pues su trabajo es prevenir el embarazo accidental y de adolescentes, primera causa de nacimientos, de igual manera con la enfermedades transmisibles.  Tampoco tiene índices confiables para medir la eficiencia del trajo de visitas comunitarias y domiciliarias, mas allá señalar que se las hizo.  No hay el parámetro de consumo de agua segura, de clasificación de basuras, de eliminación correcta de residuos sólidos o líquidos, de alimentación, actividad física, uso de pesticidas, etc.
Otra de las complicaciones que tuvo el trabajo de médico con el Seguro Social Campesino, es que la dirección provincial, puede ser manejada por cualquier mequetrefe, me tocó tener como jefe a un ingeniero en administración de empresas graduado en la peor facultad de administración de empresas del país, la de la Universidad Estatal de Esmeraldas, de categoría D, lo último. A una trabajadora social que había hecho un gran trabajo en la construcción de dispensarios en la provincia, pero que era de un lenguaje brutal.  Siempre me pareció una forma de humillación el estar bajo las órdenes de alguien que en su vida había sido un don nadie, y que de la noche a la mañana tiene derecho a decidir mi suerte y mi muerte,  porque la política lo movió como un "mojon en la marea", que llega para ensuciar con su fetidez mental el lugar en que trabaja.
 Correa, la meritocracia que pregonaba tubo un desface.  Desde los ministerios, hasta una dirección de salud, lo podía ocupar cualquiera que tenga la simpatía del presidente.  Era como si la experiencia, el estudio no sirvieran para nada.  Me pregunte una y otra vez, ¿Para que el gobierno paga las becas, en las 100 mejores universidades del mundo, si estos cargos, donde la vida de los trabajadores públicos, su capacidad de servicio, su sentido del trabajo está en juego, se la entregan a cualquier gritón de mitin político?
  Luego estos oportunista que aun llegan como enviados de Dios, se comportan como "el que nunca tuvo y llega a tener y loco se quiere volver, hasta palitos en los ojos se quiere meter".
 Cada vez que veo a uno se estos improvisados en puestos de mando, me recuerdo la historia de Calígula.
  Estar bajo las órdenes de un mediocre, de alguien que ni el  sabe cómo fue "el escogido", es como embarcarse en el carro de  un borracho al volante, no se puede saber si tu vida está o no en peligro, no se sabe si tu trabajo esta o no en peligro, pues con la modalidad de contratos provisionales, donde por cualquier cosa puedes ser despedido, la incertidumbre asecha.
  Y fue precisamente por un  jefe improvisado, un empleado que tenía como trabajo registrar los afiliados que ingresan y salen, recién llegado, altamente ineficiente, por el que me vi fuera del SSC.  Aun recuerdo su nivel de estupidez, cuando le decía que no podía ir a verlo que porque tenía que atender a una joven madre con pre-eclampsia y trasladarla al hospital de Muisne, y  no había ambulancia,  él al otro lado del teléfono, no sabía ni lo que era una eclampsia, me exigía rabioso que deje lo que este haciendo,  que vaya a verlo, por su puesto,   colgué el teléfono y  salvé a la madre, pero me quedé sin trabajo.


Ya en la práctica médica la experiencia de trabajo con el Seguro Social Campesino, me permitió comprender que el papel del médico se había deteriorado.  De cada 20 minutos que atendía, 7 eran para atender al paciente, y 13 para llenar papeles.  De manera mecánica, tenía que escribir una receta para cada medicina, en cada receta volver una y otra vez a escribir, el nombre, el numero de cédula, el número de historia clínica, la fecha, luego el medicamento , y las indicaciones, en esto tenía que ser preciso, escribir con detalle el uso de la medicina, pues la auxiliar iba a repetir las palabras escritas, cuando no estaba claro estos detalles, le deban mal la indicaciones al paciente.  Esto me forzó a que con aquella auxiliar que faltaba y hacia lo que le daba la gana en el dispensario, optara por yo mismo repartir los medicamentos, explicar su uso, poner las inyecciones, los sueros, repetía la toma de la presión e incluso en algunos casos volvía a pesarlos.
Al final del mes se tenía que hacer un informe del concentrado mensual de los pacientes atendidos, un informe de los pacientes con diabetes, otro mas, de los hipertensos, otro de los menores de 5 años, otro de las embarazadas, otro de los con enfermedades transmisibles, y hasta un informe del consumo y saldo de las medicinas.  Al final del año a estos se sumaban los informes anuales y la lista de la morbilidad en orden desdendente de todo el año, que requería mucho tiempo.  La última semana del mes sólo se podía trabajar las mañanas y había que trabajar los sábados y domingos para cumplir.  Lo pacientes que llegaban, muchos de distantes lugares, no podían ser atendidos,  porque era más importante los papeles que los pacientes.  El sistema de salud era un mentira, decía que ofrecía calidad y calidez,  cuanto en realidad el trato humano había sido reemplazado por un trabajo automático, casi robótico de médico, que además sólo podía recetar los que le indicaban los libros de protocolos.
Tras 6 años de trabajar en dos de los  cantón mas pobres y  conflictivos de la Costa ecuatoriana, hoy ejes el narcotráfico, que el 16 de Abril de 2016 fueron golpeados por el terremoto, con sus mas de 3500 réplicas.  Cantones a los que conocía y donde tenía amigos desde 1976, es decir desde hace 40 años, pues llegué a trabajar cuando estaba en 2 año de medicina, fui el primen médico rural del dispensario del Cabo San Francisco, en 1982-83 y viví en este pueblo el fenómeno del Niño y el terremoto, el primer médico privado de medicina general de Atacames,  ayudé a formar organizaciones como la de los promotores de salud de la OCAME, (Organización Campesina Muisne Esmeraldas) y  FUNDECOL Fundación del Defensa de Manglar.  Hice documentales para Ecuador TV, de la salud y la vida en la zona puedo señalar que:
1.- El Ministerio de Salud y el Seguro Social Campesino han ayudado a salvar vidas en enfermos con enfermedades agudas y pacientes graves o accidentados.
2.- Que para entrar en los campos usaron los analgésicos, los antibióticos y las vitaminas, de manera inapropiada, dejando como consecuencia, pacientes con resistencia a los antibióticos y con adicción a los analgésicos, que ahora consumen un enorme presupuesto en medicamentos, junto a los diabéticos e hipertensos.
3.- Que desprecian el uso de plantas medicinales, alimentos nativos, calidad del aire, del agua, del ejercicio, y de la medicina tradicional.
4.- Que el Ministerio de Salud, atiende por sobre todo a la población joven y fértil.  Que el Seguro Social Campesino tiene un gran desperdicio de medicamentos para niños, pues la mayor parte de sus pacientes son seniles. 
5.- Que el Seguro Social Campesino, ha creado la más grande organización campesina del país, y es usada por los políticos en movilizaciones, pero que en los últimos 4 años,  ha reducido el número de nuevos afiliados, engaña a los que quieren afiliarse, demora sus afiliaciones, pues el Ministerio de Salud y el nuevo seguro de la mujer, son los que quieren abarcar la mayor parte de pacientes.
6.- Que los afiliados al Seguro Social Campesino son considerados una carga para el IESS y por eso se procura reducir el número de afiliaciones.
7.- Que el Seguro Social Campesino es más instrumento político que un buen lugar para curarse. Y que se lo debe cambiar, haciendo que el personal que se contrate, se lo haga luego de que el SSC llame a concurso, el candidato presente su currículum, trabaje un año obligatorio de prueba, si es nuevo y luego, su calificación para ser contratado dependa de 30% de las necesidades de la institución, 30% del interés, preparación, sumado a las posibilidades físicas y mentales del aspirante al cargo y 40% de la calificación, lo dé la comunidad u organización de afiliados, a la que va a servir, de manera que para ser despedido o rotar a otra unidad de salud, se requiera el consentimiento de la comunidad y del empleado,  o si los dirigentes de la organización no lo quieren, porque no es su cómplice, necesitan que el funcionario y le institución acepten el pedido.
8.- Que el seguro social campesino, debe ser parte de un seguro agrícola o pesquero, que asegura los cultivos, las cosechas, la pesca, los insumos y motores.
9.- Que se debe reducir el papeleo y los informes, y en estos se debe pedir datos exactos, no mínimos ni máximos.
10.- Que los cargos de libre nombramiento sean ocupados por los profesionales con la mejor calificación y el más alto nivel de estudios en Salud Pública y su permanencia continúe luego de ocupar el cargo, como investigadores
11.- Que se mejore el sistema de exámenes y referencia de pacientes.
12.- Que se incluya plantas medicinales locales en el arsenal terapéutico, así como actividad física en clubes de deportes o bailoterapia, en clubes de diabéticos, hipertensos, alcohólicos y drogadictos,  de saneamiento ambiental y huertos orgánicos.
 13.- Que los dirigentes de todas las organizaciones, sean elegidos mediante voto directo y secreto en los dispensarios, en un solo día, el día del Seguro Social Campesino.