El empobrecimiento, y la pobreza en el siglo XXI, ya no es que la del que no se tiene los dos dólares diarios para vivir, como lo señala el estándar de las Naciones Unida, ahora la pobreza empieza por no tener agua, electricidad, Internet, salud educación, celular, ni vivienda.
La vivienda propia, no es un problema en los países desarrollados, que crearon lo que se llama la cultura del arrendamiento, pues como las posibilidades de trabajo podían migrar de un estado a otro en los Estado Unidos, o de un lugar a otro en el resto de países Anglosajones, la gente desarrolló alternativas, como los carros casa, que abundan después de la crisis de 1929, y con el desarrollo extraordinario de las carreteras y autopistas en la época de Delano Roosevelt.
La revolución de los edificios en las urbes, y del arrendamiento de cuartos y apartamentos se volvió parte de la cultura norteamericana y de los países de mayor desarrollo, en tanto en los países de la Unión Soviética, esto fue mal visto, porque era el cambio de terratenientes a casatenientes, y el comunismo procuraba que los llamados medios de producción, es decir todo aquello que generaba dinero, independientemente del trabajo humano propio, fuera del Estado, es decir de todos, pero en realidad eran del Buró del Partido Comunista.
El Buró del Partido Comunista, era un grupo de oportunistas e idealistas , adoctrinados en el Marxismo, conocidos como los que se caen para arriba, es decir, que podían haber, robado, asesinado, usurpado el poder, cometido cualquier delito, si era un protegido del dictador del proletariado como Stalin, Tito, Cheisecu, Fidel y otros líderes de la llamada Internacional Socialista, en lugar de ser destituido y enviado a un Gulag, eras ascendido.
La continuidad fue un mérito y un perjuicio al mismo tiempo para el comunismo, pues en verdad los campesinos y obreros eran tan débiles y sumisos en la Rusia feudal de los zares, y en el sistema feudal chino.
Cuando el partido comunistas logró unir a campesinos y obreros y convertirlos en ser un puño levantado, agrupados en una sola gran masa humana, tuvo éxito.
Pero este éxito se debió sobre todo a que eran enormes poblaciones de analfabetos. Esto llevó a que la revolución comunista enfrentara el analfabetismo y los problemas de salud.
El éxito en la educación y la salud de los gobierno comunistas, al mismo tiempo se convierte el en sepulcro de su doctrina, pues la educación significa que los seres humanos tienen más posibilidades de elegir en todo, y de conocer lo que pasas más allá de sus fronteras patrias.
El conocer lo que pasa más allá de sus fronteras patrias era algo inquietante, que se los resolvía enviando a los estudiantes a otros países comunistas, y procurando por todos los medios que no se escaparan los atletas, los músicos, los bailarines, los científicos al mundo occidental, que era el mundo preñado de tentaciones.
Pero en realidad en el mundo occidental o capitalista la tentación mayor era que los sumisos al partido comunista encontrarán que la libertad, es decir la posibilidad de elegir en todo, desde ser homosexuales, que estaba prohibido en el comunismo, hasta ser gánster, elegir en todo lo estuviera al alcance.
Entonces el problema ya no era la salud y la educación, sino para que se quería la salud y la educación, para ser obediente o para ser deliberante.
En las colonias europeas, la salud y la educación era también un problema para los imperios europeos, por ejemplo en 1805 el rey de España ordenó la vacunación contra la viruela en todas sus colonias, y la educación religiosa ya se había extendido a los campesinos e indígenas de América, pero al igual que en el marxismo, se trataba de una educación para enseñar a ser obediente, no deliberante.
Inclusive el sistema capitalista norteamericano dio paso la pelea por patentes. En los Estados Unidos, las patentes son para todo, incluido para poner una barbería, pues se supone que el letrero de la barbería es una marca, y que bajo esa marca es posible inventar alguna novedad y que el inventor no quiere que la copien o roben ese conocimiento o inspiración. porque le restaría clientes, las patentes son para todo, desde cómo hacer un pollo, como los pollos Kentucky Fried Chicken o bebidas como Coca Cola, hasta hacer aviones, autos, barcos, y computadoras.
En el socialismo marxista, la inspiración, la creatividad, el conocimiento y incluso las virtudes personales como el ser un gran deportista son propiedad del estado no de cada persona. Se concibe al estado como un Dios que crea a los individuos y la riqueza o la prosperidad y este Dios llamado estado puede decidir la suerte y muerte de las personas bajo su control.
La iniciativa y la inventiva en el capitalismo occidental no necesitaban el permiso del partido comunista, venía de una extraña fuente llamada inspiración y la inspiración a su vez tenía su origen en la denominada personalidad en la tolerancia, en la diferencia.
La personalidad en el capitalismo norteamericano, venía a su vez del ejercicio diario de elegir en todo, algo limitado en los países socialistas, donde el gobierno elegía, la ropa, la comida, la casa, el transporte, la música que escuchaba su población y solo había dos canales de televisión el del estado y el de la universidad.
Pero el socialismo dio paso a que el estado se convirtiera en el gran inversionista, y que no fueran las grandes empresas privadas las únicas que podían hacer mega construcciones, o vías férreas, enormes trenes o barcos, sino que los gobiernos también lo hicieran.
El gran problema de las empresas públicas o estatales entonces fue que en el capitalismo, en los países pobres o emergentes, estas empresas se convirtieron en botín político. Algo que no sucedía en el socialismo ni en el comunismo.
Para entender cómo en el capitalismo las empresas pública se convierten en botín político, tenemos que partir que los países del llamado Tercer Mundo, a diferencia de los que pasa en los países capitalistas del primer mundo, el estado es la principal fuente de empleos, e inversión.
En los países capitalistas desarrollados, desde su origen en el siglo XIX, cuando dejan de ser imperios coloniales, son las personas con más dinero los principales inversionistas y creadores de empleo.
La ventaja que tienen las empresas privadas sobre las empresas públicas en los países de menor desarrollo, es que en las empresas privadas hay continuidad o lo que llamaríamos constancia. Son empresas en que alguien con dinero propio, prestado, o ajeno encuentra la forma de multiplicar la inversión y generar ganancias. Esto lo hace inventado el negocio, el trabajo, o la actividad sea esta legal o ilegal, porque hasta es posible que los legal se convierta en ilegal como en el caso de los monopolios, o lo ilegal se convierta en legal como en el caso del consumo de marihuana.
Una vez que alguien en el sistema capitalista encuentra el norte, la dirección en la que quiere. puede usa el tiempo propio, el de sus empleados, colegas, socios y clientes, para enrumbarse a las metas propuestas, y cuando ya es viejo, o se siente agotado, ha preparado una sucesión que puede ser alguien de su familia o un gerente de su confianza que mantendrá el rumbo, las ganancias y el éxito.
Pero en las empresas estatales no sucede esto, cuando un gobierno como el de Rafael Correa, hace empresas estatales con un capital material y humano enorme, por ejemplo refinerías, hidroeléctricas, aeropuertos, puertos, carreteras, escuelas, colegios, universidades, que producen ganancias en dinero y en seres humanos con capacidades y conocimientos, es decir profesionales, expertos, innovadores, todos eso empleos creados, esas ganancias que se generan, se convierten en botín político, que lo codician los que no son del partido en el gobierno, e incluso los del mismo partido como sucedió con los traidores de Alianza País, alineados con Lenín Moreno.
Los que ganan las elecciones saben que tienen sólo 4 años para repartir los cargos público en entre sus seguidores, para repartirse las empresas públicas como botín entre piratas, sea privatizándolas, adjudicándose, o apropiándose de las ganancias que generan.
Si logran privatizarlas entonces el botín es suyo o de sus socios, amigos, o financistas para siempre, si no viene el próximo gobierno y con justa razón las nacionaliza y las vuelve a revertir al estado.
Si no solo se aprovecha las ganancias para dejarla si es posible sin fondos, sin capital para reinvertir, sin reparaciones, modernizaciones o adecuaciones a fin de que el partido que gane en las próximas elecciones se quede sin la gallina de los huevos de oro.
Esto es lo que estamos viviendo en Ecuador. Lenin Moreno, consciente que no vivirá más de estos cuatro años que tiene para gobernar, y no solo que no vivirá políticamente sino físicamente, pues su parálisis desde la décima vértebra dorsal le impide más que a cualquier otro paralítico, controlar su cuerpo desde su abdomen a sus extremidades, lo que es simplemente una agonía prolongada, sabe que en las próximas elecciones su partido Alianza País, del que ahora es presidente, las tiene perdidas de forma más contundente y peor que las últimas elecciones seccionales, por eso le interesa dejar tierra quemada a su sucesor, que son mayores posibilidad será nuevamente Rafael Correa, mediante una persona leal, como no lo fue él, puesto que Moreno, logró modificar la ley que permitía la reelección indefinida, mediante una tramposa consulta popular, para impedir que Correa vuelva a ser candidato a la presidencia.
El gran reto para el gobierno que le suceda a Lenín Moreno, es cómo evitar que otro gobierno de piratas como el que estamos viviendo pueda volver a apropiarse de los cargos públicos, las empresas públicas o las tierras con gran plusvalía por las obras del gobierno.
Esto pone sobre el tapete la necesidad de continuidad en los gobiernos sucesivos, o de un gobierno de larga duración mediante la reelección, pues se ve que los países que tiene gobiernos prolongados, como Alemania, Rusia, China, Bolivia, Venezuela y el mismo Ecuador, Brasil y Argentina en la década pasada, consiguieron estabilidad. con Correa, Lula, y los Kirchner, Evo Morales que llevaron a sus países a una dimensión diferente y que cuando llegaron gobiernos opuestos,o sucesores como Maduro en Venezuela, Dilma Rousseff , Temer y Bolsonaro en Brasil, Macri en Argentina, Moreno en Ecuador, los países volvieron a ser botines políticos.
La otra alternativa para que los cargos y las empresas públicas no sean botines políticos, es contratar y nombrar empleados y gerentes o jefes con capacidad de decisión, no afiliados a ningún partido político, que es lo mismo que pedirle a una persona que no crea en alguna religión.
En Ecuador se vivió la experiencia de que partido político se apropió por décadas de los cargos y las empresas pública, no importaba cual fue el gobierno de turno que le sucedió. El e partido Movimiento Popular Democrático, MPD, de tendencia marxista, leninista, estalinista, maoísta, se apropió de los cargos públicos en la educación, las salud, la industria petrolera, el seguro social, el registro civil, los bancos estatales, las universidades y más, que son las mayores fuentes de empleo estatal, sólo le faltó el ejército y la policía, y creó un sistema de ocupación de los cargos públicos, que empezaba por ser un manifestante en las calles a pesar de ser el peor estudiante, hasta se una hembra complaciente con el director provincial de educación, a cambio del puesto de profesora. Los empleos públicos y las empresas pública fueron botín compartido entre este partido y el partido que ganaba las elecciones, mediante el llamado pacto sindical, en que los sindicatos estatales compartieron con los gobiernos electos todo, desde la corrupción hasta la estabilidad laboral.
Esta fiesta de décadas del botín estatal se terminó con Rafael Correa, y ha vuelto con Lenín Moreno.
Resta entonces pensar cómo es posible evitar que los empleos públicos y las empresas públicas sean un botín de los partidos políticos.
Una posibilidad es que los empleados públicos sea elegidos mediante votación popular vía teléfono celular, o votación diaria, como se hace ahora con los empleados en los bancos, en que el cliente pone si fue bien o mal atendido, o cuando se llama a las empresas de telefonía e internet y le hacen esta misma pregunta.
La otra es que para cargos como profesores, médicos, policías, no digo militares porque creo que el ejército tiene que ser reemplazado por policía fronteriza, de instalaciones y parques nacionales, guardia costera y policía aérea, porque en el Ecuador los militares son parásitos a los que engordamos en tiempo de paz y defendemos en tiempo de guerra, preparados por el gobierno norteamericano para disparar contra su propia gente, y mantener gobiernos impuestos desde el pentágono, como el que ahora tenemos.
Decía que los empleados públicos, desde los ministros y altos funcionarios, pueden durar 2 años, y ser reelectos hasta 5 veces, como el presidente, el vicepresidente, los asambleístas, los funcionarios de los órganos de control y transparencia y los jueces, todos mediante votación popular en que el el presidente, o la asamblea o el Consejo de Participación Ciudadana, proponen los candidatos más idóneos y convenientes de acuerdo a su plan de gobierno, lo que le dá el 30% de los votos, el currículum, experiencia y la personalidad o voluntad del aspirante le da otro 30% , y su estabilidad o reelección, después del primer año, depende de la credibilidad que tiene luego de un año de ejercer sus funciones y someterse a la votación diaria, o periódica de las personas usuarios del servicio público, que voluntariamente quieran ejercer el derecho al voto, para que el funcionario continúe.
Esta fórmula tambien se la debería aplicar a profesor, médicos, policías y todo funcionario público. A su vez toda empresa pública es una empresa que tiene que competir con una empresa privada, por lo que la mitad de las empresas públicas, puertos aeropuertos, hidroeléctricas, tienen que ser propiedad de los trabajadores que en ella laboran y la otra mitad de propiedad de todos los ecuatorianos, ambas compiten con las empresas de capital privado y dueños ricos.
Los tres modelos de gestión tienen un problema en común que resolver, las 3 tienen derecho a la quiebra, es decir a declararse insolventes y parar sus operaciones si no son rentables.
La diferencia entre la rentabilidad de las empresas públicas o de los trabajadores, con las empresas privadas es que la rentabilidad de las empresas privadas, se mide por sus ingresos económicos y las de las otras dos por el número de usuarios, el nivel de gratuidad, y gratitud de los usuarios, el acceso, la demanda, la agilidad y los beneficios sociales, como el nivel de aprendizaje, la seguridad, o de atención médica.
Una empresa privada quebraría si sus ingresos son menores que sus gastos, en cambio una empresa pública o de los empleados estatales quebraría si la demanda es menor que la demanda de la empresa privada o los usuarios no acuden o tienen reclamos repetidos.
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