En las elecciones de Ecuador, las primeras en el año en América Latina, que tiene a este y al próximo años como años electorales, nos permite entender como fue que ocurrió que luego de tres lustros de éxito en América Latina del Socialismo del Siglo XXI, y que el neoliberalismo haya tenido una reacción rebote, o contra reacción, dando paso a radicales formas de neoliberalismo, que crearon las condiciones propicias para que desde Estados Unidos hasta la Argentina, la pandemia haya tenido efectos más graves que en el resto del mundo.
El Socialismo de Siglo XXI arranca en Sudamérica en Venezuela, que retoma lo que fue el sistema de ganar elecciones por parte de los movimientos de izquierda, que empieza y fracasa en Chile en 1970, con Salvador Allende, a quien lo derrocó la CIA, el presidente Nixon de USA, y transnacionales como ITT hoy CNN, mediante el ejército chileno encabezado por el ministro de defensa de Allende, Augusto Pinochet.
En el año 2002 luego de un fallido golpe de estado contra Hugo Chávez, quien había ganado la elecciones de ese país, este presidente, optó por ayudar a Cuba y Nicaragua con petróleo, a cambio de que estos países le enseñaran cómo resistir a los golpes de estado, que hacía frecuentemente Estados Unidos, para librarse de gobernantes incómodos, o para imponer gobiernos.
La ayuda de Fidel y de los cubanos empezó por liberar al ejército venezolano del Pentágono, que controla todos los ejércitos de América Latina, excepto los de Cuba, Nicaragua y ahora el de Venezuela.
Luego vino una campaña de alfabetización, porque las elecciones las ganaban los ricos, con o sin el voto de los analfabetos, a los que podían envolver mediante los medios masivos de comunicación, pero era más difícil con los estudiantes, a tal punto que las universidades de América Latina se convirtieron en las incubadoras de los líderes de izquierda, empezando por Fidel o el Che Guevara.
A continuación vino la campaña de salud, pues Cuba se ha convertido en el país con la mejor medicina y profesionales de la salud del mundo, esto fue importante, porque vivir y morir en América Latina es algo sin importancia. Ser pobre o ser enfermo, es algo por lo que tiene que pasar la mayor parte de la población. Cuba es el país que tiene más experiencia en el continente en resistir a la pobreza y a las enfermedades.
La codiciada riqueza petrolera venezolana pasó de las grandes transnacionales norteamericanas al gobierno de Chávez, que de la noche a la mañana disponía de cuantiosas sumas de dinero, que no las podía invertir en su totalidad en Venezuela, porque crearía una inflación y una mayor dependencia de las importaciones, pues Venezuela no producía nada, no era autosuficiente, importaba todo, desde los alimentos, hasta las maquinarias, y si la población tenía más dinero en sus manos multiplicaría las importaciones, que normalmente venían de Miami, Panamá o Colombia, que eran los que siempre terminaban favorecidos del auge petrolero venezolano.
Con el excedente económico y petrolero creo refinerías en Cuba y Nicaragua, para abastecer al Caribe y Centroamérica, compró una empresa petrolera norteamericana CITGO, que importe, procese y distribuya los derivados del petróleo venezolano en USA, dio pasa a su gran influencia en las elecciones de Sudamérica, que permitieron los gobiernos de Lula en Brasil, los Kirchner en Argentina, Evo Morales en Bolivia, Correa en Ecuador, Bachelet en Chile, Mujica en Uruguay, Lugo en Paraguay.
Pero el cáncer, que en él fue mortal, como en Kirchner, pero tambien afectó a Lula, a Dilma Rousseff, a Lugo, por lo que culpaba al gobierno norteamericano de producir esta enfermedad en los gobernantes incómodos para librarse de ellos. Con su muerte en el 2015, le sucede en el poder Maduro y empieza una época en los sucesores de los líderes históricos del socialismo del SXXI, se convierte en reveses.
Maduro es un chofer, que Chávez trata de formarlo porque sobre todo es valiente y leal, pero no es carismático, preparado, ni inteligente, pero su valentía y tenacidad es lo que le mantiene en el poder hasta ahora. Desde que está en el gobierno, Venezuela vive una catástrofe económica, que evolucionó a catástrofe humanitaria, por la gran emigración de millones de venezolanos.
Los errores de Maduro empezaron por las devaluaciones monetarias, debido a la fabricación de billetes, que se supone debían estimular la demanda y así se reactivaría la economía, que había entrado en un período difícil, pero Venezuela no era autosuficiente, depende por un siglo y hasta hoy de las importaciones, esto lo aprovechó Estados Unidos, que mediante un bloqueo, le tiene en un infierno de desabastecimiento, carestía, y devaluaciones imparables. lo peor, es que este desabastecimiento no es de productos tecnológicos, como pasó en Rusia, cuando era la Unión Soviética, que se detuvo en el desarrollo tecnológico y esto fue el Talón de Aquiles de la URSS. En Venezuela el Talón de Aquiles es que no producía alimentos, ni siquiera papel higiénico, lo que creó una ola de pánico de abastecimiento. Las gentes compraban más de lo que necesitaban para estar prevenidos, esto limpiaba las vitrinas, los que no compraron primero, estaban sin cosas básicas para vivir y así se hizo una bola de nieve, una estampida inflacionaria, una terrible caída del valor adquisitivo del bolívar, con ello de los salarios, con malos salario nadie podía vivir en Venezuela, generando la horrible ola migratoria que a diario vemos.
Estados Unidos para crear más pánico, sobre el pánico de abastecimiento, lanzó una amenaza de invasión, que fue detenida por Rusia, mediante los misiles SAM 3 que anulan la ventaja aérea, que fue la que le dio la victoria a USA en la Segunda Guerra Mundial o en la caída de Kadafi en Libia, a quien derrotó en días mediante un bloqueo aéreo. Estados Unidos, que es el país con la mejor armada naval desde comienzos del sigo XX, hoy cree que el bloqueo naval es la mejor arma para derrocar a Maduro, pero el problema es que Venezuela no es una isla como Cuba, a quien estuvo a punto de derrotar, hasta que recibió ayuda de Rusia, hoy Venezuela cuenta con la ayuda de Rusia y China, mas una historia de valentía en los soldados venezolanos, que se remonta a las guerras de la Independencia, unas fronteras terrestres y marinas muy grandes, complicadas, que permiten superar cualquier bloqueo.
A pesar de la guerra electrónica, la guerra mediática, y todas las estrategias como usar a Prosur, a Colombia, a Brasil, reconocer a un legislador como Guaidó, que se proclamó presidente, y otras formas de ataque a Maduro, que incluyen invasiones de paramilitares, intento de asesinato con dron, o secuestrar reservas de oro que tenía Venezuela, en Inglaterra y Portugal, impedir comprar medicinas o vacunas, equipos, repuestos, que una relatora de la ONU ha señalado como delito de lesa humanidad, aun así, Maduro continúa en el poder. Ahora, con la ayuda de Rusia y Cuba está empezando a enfrentar la pandemia mejor que otros países de la Región.
El error de la estrategia de Obama, Trump y ahora de Biden está en que quiere hostigar a un país para conseguir elecciones, bajo reglas de juego norteamericanas, en las que los candidatos de la oposición tengan oportunidad de ganar, Pero al usar la fuerza para eso, crea un estado de guerra, que Cuba, Rusia, Nicaragua, o China lo conocen bien y saben como contrarrestar, desde hace 100 años, en que fue la Revolución Rusa y los países de Europa quisieron usar las mismas estrategias. para apropiarse del enorme territorio Ruso, o sometieron a China por dos siglos.
La mejor estrategia de los Estados Unidos, es hacer todo lo contrario a lo que ha hecho con Cuba y Venezuela, eliminar cualquier presión internacional, bloqueo, intimidación armada, intento de invasión, y por el contrario convertirse en el gran comprador de Cuba y Venezuela, en el gran proveedor de medicinas, tecnología, conocimientos, es decir crear un puente que cambie las condiciones de penuria y permita a los cubanos o venezolanos disponer en su país de las comodidades que tienen los norteamericanos, de manera que puedan valor lo que es disponer de internet, buenos salarios, toda clase de productos, libre circulación, derecho a elegir en todo y así, entonces, puedan darse cuenta que un gobierno que los quiere sin esa libertad va a perder en las elecciones.
En Brasil el error de Lula y Dilma Rousseff, fue el gastar desmesuradamente en realizar las olimpíadas, y luego el mundial de fútbol, pensando que al pueblo había que darle, como en el Imperio Romano, pan y circo. Pero a mas de gastar en estos eventos tanto, que la economía tropezó, la goleada de 7 a 1 que le dio Alemania al anfitrión Brasil, en la primera ronda de las eliminatorios, en un país que respira fútbol y carnaval, fue una estocada casi mortal para el socialismo del SXXI, esto debilito a Dilma, y dio paso a que Temer, un traidor vicepresidente, bandido, que ahora está en la cárcel fuera presidente , o lo que es peor, a Bolsonaro, un capitan cualquiera del ejército brasileño, que llegó al poder para ser la resurrección del fascismo italian en Brasil, un incendiario destructor de la Amazonía, un negligente presidente que imitando a Trump, ha llevado la tragedia a milles de brasileños en la pandemia. El terrible a mas de la selva y la mortandad fue la persecución implacable de Trump, Bolsonaro y el Juez Moro a Lula, que está comenzando a revertirse, tras el fin del gobierno de Trump, que uso a Odebrecht para desestabilizar los gobierno de las región, perjudicando sobre todo a Brasil, Ecuador y accidentalmente a Perú, que llegó a tener un presidente suicida y 4 presidentes en un mes, luego de haber sido el núcleo de la derecha radical, con el Grupo de Lima, que se arrodillo ante Trump, para permitir el bloqueo a Venezuela, y destruir UNASUR mediante PROSUR, que se origina precisamente en este Grupo de Lima. Hoy Lula tiene la nueva oportunidad de darse cuenta de en qué falló , de reparar los errores si llega a ser presidente y consciente de su edad, crear una sistema de continuidad, que impida estas marchas con retroceso, que han descalabrado a Brasil y de paso al grupo BRICS de Brasil, Rusi, India,China y Sudáfrican y a la CELAC Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe.
En Argentina el problema fue la vanidad, que como a todos nos consta, es algo connatural en los argentinos. Esta vanidad, no le permitió a Cristina Fernández, darse cuenta que cualquiera que ofreciera a los argentinos ser lo mejor de lo mejor de América Latina, y llevarlos a la tierra del derroche, podía ganar y esto fue lo que hizo Macri, les prometió a los argentinos estár más cerca del cielo y se lo creyeron, finalmente la caída desde esas alturas ha sido tal, que aún no pueden salir del brutal impacto que recibieron y nuevamente Cristina Fernández, con la dirección de Alberto Fernadez, alguien que ya vio lo que iba a pasar , antes de que Argentina se despeñara, tiene la dura y casi imposible tarea de sacar a ese país de la fosa en la que está en sólo 4 años.
En Bolivia la cosa también tuvo que ver con la vanidad de Evo Morales, que olvidó que su tarea era dejar una suceción, para que no pasara lo que pasó con Atahualpa, que luego de conquistar el Cuzco y vencer a su hermano Huascar, fue facil presa de Francisco Pizarro, que en 90 minutos, tras apresarlo y secuestrarlo, conquistó el imperio mas grande de Sudamérica, con tan sólo 180 hombres, y esto fue posible porque si el líder, no es un dios todo poderoso, es un simple humano, basta con matarlo, secuestrarlo, o apresarlo para derrotarlo, por suerte, el MAS el partrido que había crado, tenía personas para el relevo como Luis Arce y éste es el mayor éxito de Evo, saber que su obra no termina con él, sino que continúa.
Pero lo que pasó en Uruguay es mucho mas sorprendente, José Mujica logró hacer comprender a los uruguayos que no era importate el partido, ni la tendencia política, que lo importante era continuar con los grandes logros. Su sucesor, que es de la derecha, se dio cuenta que no se trataba de que el ganador era un enemigo del perdedor, o que era otro camino, ni que echar abajo lo ganado por su contendor sólo porque no fueron sus logros no es prudente, entendió el nuevo presidente, que se trataba de tomar la posta, de serguir en la misma pista y no de ir a correr por otro lado, que no se podía dehacer lo que estaba bien hecho, que no había que derrumbar nada para volver a hacerlo, sino que había que hacer algo nuevo.
En Ecuador la historia fue de lo mas trágica, y parte de una traición. Esta traición puso en evidencia el punto débil de Correa, y era que no sabía reconocer a los traidores, a los tramposos, a los desleales a los picaros, que a diario le saludaban, que le llevaban la taza de caféa escritorio, que estaban en el mismo Palacio de Carondelet, que gritaban vivas, cantaban y bailaban con él en las sabatinas, este fue su mayor error incomprensible, pues siendo un profesor, alguien que destina su vida a enseñar, pero al mismo tiempo a reconocer a las personas, empezando por sus alumnos y cuáles son los capaces, los honestos y no copian en los exámenes, los que saben y han aprendido algo, que debe reconocer a los que no saben, o no han aprendidio nada en sus clases. El que su más cercano colaborador Lenín Moreno, su vicepresidente por 6 años, su delegado ante la ONU, lo haya traicionado y con él, la mayor parte de la cúpula de su partido Alianza País, los asambleistas que llegaron a la Asamblea Nacional, usándolo de todas las formas, para luego ver encerrar en la cárcel a su más querido amigo Jorge Glas, su vicepresidente en los peores momentos, como los del terremoto de Pedernales y Muisne, o cuando cayeron los precios de las materias primas, que sus más cercanos y confiables miembros del gabinete ahora estén profugos, Correa mismo está con uns sentencia de 8 años de cárcel y 25 sin poder ser candidato a nada, que haya sentenciados, escondidos, separados de sus familias, o en prisión, en cárceles donde la pandemia y las matanzas entre presos son noticia internacional, todo por su error, al haber ayudado a Lenín Moreno a ser presidente. Esto es lo que le obliga a retornar con los puños cerrados y la madíbula apretada.
Pero ahora con Andrés Araúz está a punto de virar la tortilla, de pedir cuentas a los traidodres, de calibrar a los leales, de enderezar la economía, la salud, de sacarnos de este camino hacia el desastre, que ha sido el gobierno de Moreno, con sus aliados, los ricos de Guillermo Lasso y Jaime Nebot, o los llamados ponchos dorados, de Yaku Pérez, de volver a sacar a los norteamericanos de las bases de Manta y Galápagos, de frenar el intervencionismo de la Embajada Norteamericana, que hicieron de las suyas con Moreno, su marioneta en Ecuador, de corregir el funcionamiento de las FF.AA y de ser posible eliminarlas, pues ya no tenemos problemas fronterizos con Perú, que era lo que justificaba su existencia, de cambiar el rol de la policía, para que sea una policía fronteriza, una guardia costera, con la ayuda de los cascos azules ecuatorianos, de la ONU, una policía de investigaciones bajo la ayuda vigilancia de la INTERPOL, una policía ambiental y sanitaria, una policia de impuestos, una policía de caminos e infraestructura, una policía barrial o UPC, y otras especialeidade policiales que sean necesarias.
Esta en sus manos si gana la elecciones, cambiar el modelo educativo tras la pandemia que nos impuso la educación a distancia, el sistema de transmisión de la información, el trabajo en casa, sacarnos de la cultura inútil de acumular conocimientos, en lugar de alentar habilidades, destrezas, la curiosidad, la inventiva, la busqueda, donde el profesor sea un cazador y cultivador de talentos, no un verdugo, policía u opresor, liberar las comunicaciones, para que no sean privilegio del estado, o de los más rico, sino que sea una posibilidad abierta para todos, esto es, mas democrática, como lo permite la Internet, que no sirva ni para idolatrías cada sábado, ni para metiras politicas, o para atemorizarnos con cronicas rojas y desastres como lo que ahora vivimos.
Se trata de crear un país, esto es un espacio territorial, donde los seres humanos sean personas, esto es que tengan la posibilidad de decidir por si mismo en todo, mediante consultas frecuentes, la internet, donde la vida, tanto humana, como en la naturaleza, sea respetada, protegida, restaurada, donde las culturas ancestrales tengan un lugar para continuar, un lugar donde cada ser humano no se sienta desvalido, acosado, perseguido, hostigado, sometido, en peligro,ignorante e ignorado, sin padecer por hambre, enfermedad, o estar a la intemperie, viviendo con el peligro y la ignorancia a la puerta, como hemos vivido por un año con esta pandemia,
Latinoamérica ante el drama del coronavirus
La atención médica ya era precaria en muchos países de América Latina. Como resultado de la pandemia, los pacientes con otras enfermedades tienen que temer ahora aún más por su tratamiento y por sus vidas.
Un médico realiza un test de coronavirus a un habitante de Lima, Perú.
Hay intentos desesperados de detener la llegada masiva de pacientes a los hospitales de Lima: en la capital peruana, las brigadas sanitarias circulan en automóviles desde enero de 2021 por los barrios más desfavorecidos, noche tras noche, para atender a pacientes de COVID-19 y realizar test de coronavirus a sus familiares.
La situación en el país andino es dramática. Según datos de la plataforma OpenCovid-Peru, de las 2044 camas de terapia intensiva (UCI) en el país, solo quedan disponibles 95. Y solo 7 de esas camas disponibles están en Lima, donde viven 9 millones de personas (y se ubican 923 de las 2044 capacidades del país en UCI).
"Las cifras son tan dramáticas que pueden provocar un colapso de todo el sistema nacional de salud", dijo recientemente a DW el infectólogo peruano Juan Villena, decano de la Facultad de Medicina en Lima.
Muy pocas camas de terapia intensiva en Perú
Con 2,59 camas en unidades de cuidados intensivos para 100.000 habitantes, Perú ocupa el antepenúltimo lugar en el ránking de países sudamericanos, de acuerdo con una investigación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), de mayo de 2020. La tasa de mortalidad por coronavirus en Perú es la tercera más alta del mundo.
En el país andino, los problemas de América Latina ante la pandemia se suman y magnifican. Con pocas excepciones -como Uruguay, Cuba y Argentina- todos los sistemas de salud de Latinoamérica están subfinanciados. Y el complejo panorama sanitario agrava la situación, ya que, además de las llamadas "enfermedades civilizatorias”, enfermedades crónicas como las cardiovasculares, que predominan en los países industrializados, en Latinoamérica también las enfermedades endémicas, como la malaria, hacen estragos.
Atención de un paciente de COVID-19 en Callao, Perú.
La violencia como factor de enfermedad en Latinoamérica
A eso se suma un problema característico de América Latina: la violencia. Aunque en la región vive solo un ocho por ciento de la población mundial, allí se producen un tercio de los asesinatos en el mundo. Las víctimas de asaltos, tiroteos y agresiones son atendidas en primer lugar en las salas de emergencia de los hospitales, donde también se constata la muerte de un paciente.
"Los sistemas de salud latinoamericanos deben reaccionar a escenarios extremadamente diferentes. El panorama abarca desde hipertensión arterial hasta diabetes, malaria, dengue y zika”, explica Miguel Lago, director del Instituto de Estudios Sociales y Políticos (IESP) de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ).
Lago pronostica que el coronavirus producirá un aumento de la tasa de mortalidad también en otras enfermedades: "Debido a que no hay dinero para nuevas inversiones en la atención sanitaria pública, los recursos existentes se utilizan para los pacientes de COVID-19", explica. Es por eso que para otros pacientes ya no queda presupuesto.
Más muertes a la sombra del COVID-19
Justamente eso es lo que ya está pasando en Perú. Según informes de la edición online del periódico peruano Gestión, las capacidades para el tratamiento de pacientes con otras enfermedades, tanto en el sector público como en el privado, se está reduciendo drásticamente, y actualmente solo queda de un 20 a un 50 por ciento de la atención médica a disposición.
"La atención se ha reducido enormemente”, señala el presidente de la Asociación Médica de Perú, Godofredo Talavera, al mencionado diario. "Eso no está bien, porque sigue habiendo personas con enfermedades distintas del coronavirus”. En lugar de seis días a la semana, las clínicas y consultorios médicos atienden a esos pacientes solo de una a dos veces por semana.
La consecuencia: a la sombra de la pandemia del coronavirus también está aumentando la tasa de muerte de pacientes sin COVID-19. En Perú, por ejemplo, entre el 1 de enero y el 17 de febrero de este año, el número de muertes diarias por coronavirus se cuadruplicó de 59 a 252. Pero su participación en el número total de muertes diarias no superó el 22 por ciento.
Eso significa que, a pesar del coronavirus, las principales causas de muerte en la región siguen siendo las llamadas enfermedades civilizatorias. La atención médica en América Latina era inadecuada e insuficiente ya antes de la pandemia. Según un estudio de la organización Panamericana de la salud (OPS), "en América del Sur los sistemas de salud estaban aún menos preparados para una pandemia que en el resto del mundo".
Titular del diario Correo, de Perú
"Vacunagate", el escándalo de vacunación en Perú
A pesar de la caída del número de contagios desde principios de marzo de 2021, la esperanza de mejora en Perú es mesurada. El país se ha visto sacudido en las últimas semanas por una huelga de médicos y un escándalo de vacunación. Alrededor de 500 políticos peruanos se habían adelantado en su turno de vacunación contra el coronavirus. Y escándalos como este se sucedieron también en otros países de la región como Argentina y Ecuador.
Por lo tanto, las elecciones presidenciales peruanas del 11 de abril se llevarán a cabo en un clima político tenso. En general, el balance de la Organización Panamericana de la Salud para la región es amargo.
"Los sistemas de salud en América del Sur experimentarán los efectos colaterales de la pandemia", señala el informe. Estos incluyen la falta de agua potable, el hacinamiento en los hospitales, la violencia, el desempleo y las enfermedades estacionales".
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