En 1936 cuando volvió la fiebre del caucho por al Segunda Guerra Mundial, y Ecuador adoptó el fascismo y nazismo con el pelele seudo dictador llamado Federico Páez, un ex comunista bailarín, con doble moral, típico de la ciudad en que nació Quito, convirtiendo a este país en proveedor de caucho tagua y balsa a Alemania, mientras Perú se convirtió junto con Brasil en los principales proveedores de caucho de Estados Unidos. Desde 1935 a 1937 Ecuador no tenía presidente reconocido y hubo un dictador civil no reconocido como gobernante y luego un militar dictador.
Es así como bajo el gobierno de Delano Roosevelt Estados Unidos y Perú, quitaron arbitrariamente la mitad del territorio de Ecuador, precisamente de la zona con mas caucho silvestre de la Amazonía que era la zona próxima a la desembocadura de los ríos originarios de Ecuador en el Amazonas. Ecuador perdió su salida al Amazonas mediante una imposición Peruano Norteamericana llamado Statu Quo.
El 5 de junio de 1941, Perú, armado y equipado por Estados Unidos, invadió Ecuador, se apropio de provincias como El Oro, Loja, Zamora y todo el territorio ecuatoriano que llegaba al Río Amazonas, y haciendo un bloqueo naval a Guayaquil.
El 29 de Enero de 1942, en Rio de Janeiro del cobarde presidente Arroyo del Río, un abogado guayaquileño lenguaraz, firmó ese tratado, en que Ecuador entregó a Perú la mitad de su territorio, y además las Islas Galápagos se convirtieron en base militar norteamericana.
En 1947 el presidente Velasco Ibarra desconoció ese tratado por no incluir el Río Cenepa entre los ríos Pastaza y Santiago, y sacó a los norteamericanos de Galápagos, lo llevó a una prolongada animadversión entre Ecuador y Perú, que permitió unir a los Serranos con sus grandes enemigos los costeños, contra los peruanos, y en 1995 Ecuador y Perú libraron la última guerra entre países en América Latina, durante e gobierno de Sixto Duran Ballén, y finalmente en 1999, el presidente Yamil Mahuad, firmó con el presidente peruano Alberto, Fujimori, se firmo el Tratado de Itamarati, que a mas de privarnos de una salida territorial al Rio Amazonas, aunque en teoría se nos permite la libre navegación por los ríos que van de Ecuador al Amazonas, pero que está lejos de ser real. Pero además le permitió volver a Estados Unidos a usar territorio ecuatoriano como base militar, y se le entregó la base de Manta.
Rafael Correa no renovó el acuerdo para permitir la presencia de tropas norteamericanas en Ecuador y salieron de la base de manta en el 2010, pero Lenín Moreno y ahora Guillermo Lasso, le han devuelto las bases militares de Galápagos y de Manta para que aviones AWAC y tropas que ser renuevan mensualmente las usen.
El gobierno de Lenín Moreno además le permitió a Estados Unidos, controlar directamente al ejército y la policía de Ecuador con el pretexto de la Guerra al Narcotráfico, y ahora ese control se ha extendido a control de la justicia y del Consejo Nacional de la Judicatura, pues Estados Unidos necesita que los narcos sean apresados y mantenidos en cárceles del país, y finalmente el sistema mediático, incluido Ecuador TV y la Radio Publica, a mas de que tiene un control de los mas grandes medios privados. Ecuador TV se ha vuelto un canal reprise de la televisión estatal de USA La Voz de America.
Hoy Ecuador está gobernado por un mentiroso banquero, que participó en el gobierno de Yamil Mahuad, el gobierno en que los banqueros eran dueños del poder y llevaron adelante en más terrible fraude bancario, que nos hizo perder nuestra moneda y a una emigración que robó al Ecuador el 30 por ciento de la población económicamente activa, educados, vacunados, sanos, dejando en el país una población infantil sin sus padres, ancianos y discapacitados abandonados.
Hoy este banquero llegó al poder porque ofreció que vacunaría en 100 días a 9 millones de ecuatorianos, pero al momento a los 50 días de gobierno en lugar de tener 4. 5 millones de vacunados completos apenas llega a menos de dos millones, ofreció 2 millones de empleos esto es un incremento mensual de empleos de 50 mil empleos por mes y por el contrario los puestos de trabajo a igual que las empresas siguen quebrando, ofreció intereses al 1 por ciento a 30 años para los agricultores, y por el contrario les complica aumentando el precio de los combustibles, que tienen libre precio de acuerdo al mercado internacional, sin subsidios, y ahora que el petróleo está a mas de 75 dólares por barril, lo que eleva el precio de los combustibles para los transportistas y pescadores.
Aunque es correcto no mantener el subsidio de los combustibles pues es un subsidio a los que compran autos, que finalmente no pagana por el vehículo que compraron y todos los ecuatorianos les pagamos su lujo con el subsidio y el combustible financiado para los motores fuera de borda son lo que ha permitido a los narcopescadores viajar hasta Centroamérica con drogas o personas ilegales, con viajes por mar gracias a combustibles subsidiados.
El problema está en que los agricultores son los que sufren la subida de los combustibles pues sus productos bajan de precio cuando suben los combustibles pues los transportistas y los comerciantes le hacen pagar a los productores por las alzas de los precios de los combustibles. Esto está llevando a la quiebra a los campesinos.
Finalmente ofreció salarios de 500 dólares mensuales, lo que por supuesto es otra mentira, pues a mas de que se han implementado nuevas formas de contratación, procura privatizar los bienes y servicios públicos, lo que hacen casi incontrolable el precio de los servicios básicos como electricidad, telefonía, agua, salud, educación aunque estos servicios sean estatales la calidad de estos servicios ahora favorece la salud y la educación privada.
Ofrece libre ingresos a las universidades estatales pero sin mayor presupuesto para las universidades. ni posibilidades de trabajo a los que en este momento egresan.
Es así como se repite el ciclo que Ecuador vivió hace 100 años, en que a partir de la traición y muerte de Eloy Alfaro, y que puso en el poder a traidores, mentirosos, banqueros, militares lo que llevó a la perdida de la mitad del territorio continental ecuatoriano, y ahora posiblemente a la perdida de las Islas Galápagos.
Federico Páez Chiriboga (Quito, 4 de junio de 1877 - Quito, 9 de febrero de 1974) fue encargado del mando supremo entre 1935 a 1937 y presidente de Ecuador con un período interino en 1937.
Biografía[editar]
Nació el 4 de junio de 1877 en Quito. Sus padres fueron Ángel Adolfo Páez y Rita Lemus Chávez. Cambió su segundo apellido luego del divorcio de sus padres al de su bisabuelo materno. Estudió en el Liceo Hoche de París e ingeniería en las Universidades de Gante y Bruselas en Bélgica. Se casó con Adelaida Espinosa García y tuvieron una hija: Rita Páez Espinosa
Carrera política[editar]
Fue senador y posteriormente ministro de Obras Públicas de José María Velasco Ibarra y luego del encargado del poder Antonio Pons. Simpatizaba con el socialismo y se afilió al Partido Socialista Ecuatoriano, del cual se desafilió en 1932 cuando el partido apoyó la descalificación del triunfo de Neptalí Bonifaz.1 Posterior a esto no volvió a estar afiliado a ningún partido. Luego de que Pons renunció, entregó el poder a una junta militar encabezada por el inspector general Benigno Andrade Flores, quien rechazó el cargo y los militares decidieron encargarle el mando supremo a Páez.
Jefatura de Estado[editar]
Encargo del Mando Supremo (1935 - 1937)[editar]
La dictadura de Paéz comenzó con abusos. La prensa velasquista y comunista fue silenciada, varios periodistas fueron perseguidos, se reorganizaron los institutos de educación para limpiarlos del velasquismo, reorganizó los consejos municipales y consejos provinciales, en donde había una gran mayoría velasquista.
En 1936 hubo un intento de golpe de estado contra Páez, la cual fue reprimida violentamente bajo el mando del ministro de Defensa Alberto Enríquez Gallo, provocando que el gobierno tome una postura más violenta contra los opositores, resultando la promulgación de la ley de Defensa Social, en la cual suprimió garantías constitucionales y permitía la persecución política a opositores; clausuró la Universidad Central de Quito, desterró y encarceló a los comunistas involucrados con la revuelta a las islas Galápagos, práctica que mantuvo con cualquier opositor, desterrando a quienes teniando los medios económicos al exterior.
Su gobierno tuvo una ideología socialista en un inicio, virando hacia el liberalismo al final de este, tomando inspiración de los gobiernos fascistas de Italia y Alemania en lo que corresponde a la seguridad ciudadana, enfocándose en la represión y en el fortalecimiento de la fuerza pública leal al gobernante.
Fundó la Caja del Seguro Social de Empleados Privados y Obreros en 1936, lo que sería hoy el IESS. Promulgó la Ley Orgánica del Trabajo, que regulo la huelga, establecía salario mínimo; reformó al Código Civil en relación a los hijos y madres ilegítimas otorgándoles beneficios en lo que corresponde a herencias y pensiones; coordinó el trasladó del conflicto limítrofe con Perú a Washington, para que ejerza como mediador para lograr una resolución pacífica.
Durante su gobierno se dio celebración del Modus Vivendi con la Santa Sede, poniendo punto final a un estado de aislamiento del país con Roma, con el objetivo de liquidar las luchas religiosas en el país, restableciendo relaciones con el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Pío XI, reestableció la personería jurídica de la Iglesia y le devolvió varias propiedades nacionalizadas y trajo el cuerpo del entonces Siervo de Dios ahora Santo Hermano Miguel Febres Cordero.
Fuente:1
Presidencia Interina (1937)[editar]
Teniendo una saludable popularidad en 1937, gracias a las renovadas relaciones con la Iglesia Católica y la repatriación del Hermano Miguel, convocó a una Asamblea Constituyente en 1937, al considerar que el país debía volver al régimen legal y constitucional, la cual tuvo muy poca afluencia en el día de las elecciones, sin la participación del partido conservador y socialista, como rechazo a las pretensiones de Páez de mantenerse en el poder.
En la primera sesión la Asamblea, compuesta principalmente por liberales partidarios de Páez y funcionarios públicos, lo eligió Presidente Constitucional Interino, teniendo intenciones de ser electo Presidente Constitucional, por lo que como primer acto amnistió a todos los presos y exiliados políticos, pero al no lograr pacificar el país, la Asamblea Constituyente le otorgó poderes extraordinarios, conformando un gabinete compuesto en su mayoría por militares, lo cual causó malestar en un sector de las Fuerzas Armadas por sus pretensiones dictatoriales, por lo que fue derrocado por su Ministro de Defensa Alberto Enríquez Gallo, el cual asumió como Jefe Supremo y disolvió la Asamblea Constituyente. Debido a que su mandato no fue ratificado ni legitimado de forma constitucional por la disolución de la asamblea constituyente, su interinazgo no es considerado constitucional.Catalogado como representante político del liberalismo plutocrático de la costa del Ecuador, en decadencia de su influencia político-económica en el Estado. Fue el último representante de los intereses del liberalismo de tipo agroindustrial y bancario. El Gobierno nació impopular pese a que intentó consolidarse buscando un entendimiento con la derecha: el propio nuncio apostólico presionó para que los conservadores "se sacrificaran" colaborando en los ministerios. Julio Tobar Donoso, ideólogo de prestigio y católico leal, aceptó la Cancillería. Fue un orador muy afamado.
El cuerpo de Carabineros recibió más atención que las Fuerzas Armadas. Gobernó los primeros meses en relativa calma; pero ya el 12 de enero de 1941 sufrió el repudio popular en el Estadio de "El Arbolito", en la capital. El pueblo pidió a Arroyo la libertad de los aviadores velasquistas presos en el Panóptico por la sublevación del 11 de enero de 1940 en la Base Simón Bolívar. Arroyo había gobernado apenas 11 meses cuando el cinco de julio de 1941 las tropas peruanas invadieron el territorio ecuatoriano. Perú ni siquiera había declarado la guerra. El Congreso ecuatoriano concedió al presidente 'facultades omnímodas'. Arroyo las ejerció a cabalidad para mantener el orden interno hasta que fue derrocado por la cólera del pueblo el 28 de mayo de 1944.
En Río de Janeiro los países mediadores presionaron por un arreglo definitivo. Quienes más insistieron, incluso con rudeza, fueron los representantes de Brasil y Estados Unidos. El canciller ecuatoriano Julio Tobar Donoso obtuvo varias modificaciones en el sector occidental de la frontera para ajustarla a la línea del "statu quo" de 1936. Logró que el Perú le dejase 2.481 kilómetros cuadrados entre la boca del Aguarico y el trapecio de Sucumbíos. El 29 de enero de 1942 Tobar Donoso firmó el Protocolo, suscrito por los cancilleres de Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos, en calidad de garantes de ese instrumento. Ecuador perdió 278.000 kilómetros cuadrados de un territorio que había reclamado a lo largo de su historia. El canciller ecuatoriano no pronunció siquiera un discurso de protesta. Según el propio Tobar Donoso, él firmó el Protocolo porque había peligro de que desapareciera la mediación, único modo de compensar la invalidez militar del Ecuador.
Y también porque existía el serio peligro de que Perú ocupara Guayaquil y con ello desapareciera la nacionalidad ecuatoriana. Y, además, porque para equipararse al Perú y expulsar al invasor, Ecuador hubiera debido armar un Ejército de 14 mil soldados, lo que habría exigido 350 millones de sucres, sin contar con el costo del armamento, inasequible entonces por la guerra mundial y la unidad del Continente impuesta por los Estados Unidos. El Senado ecuatoriano aprobó el Protocolo el 23 de febrero; la Cámara de Diputados, el 26, y Arroyo del Río lo ratificó el 28 de febrero de 1942 dentro del plazo estipulado en el documento. Salvaron el honor ecuatoriano la victoria del viejo patrullero "Calderón" -construido en 1872- sobre el destructor peruano "Almirante Villar" y la resistencia de los soldados durante 25 días. Unos soldados mal equipados, hambreados y peor comunicados. Pero los carabineros se negaban en Guayaquil a marchar a la frontera y ya en ella se sublevaron en la línea de combate el 25 de junio de 1941.
Arroyo del Río estaba obligado a renunciar y no lo hizo. Más bien reprimió el descontento del pueblo a fin de terminar el mandato. Ni un día más ni un día menos. En noviembre de 1942 aceptó un viaje, a los Estados Unidos, México, Cuba, Venezuela y Colombia en el que lució su oratoria y del que regresó con el nimbo de apóstol del panamericanismo. El pueblo se indignó con esta instrumentación de la tragedia y con la cesión de bases militares a los Estados Unidos en la península de Santa Elena y las Galápagos ocasionada por el rompimiento de relaciones diplomáticas con las potencias del Eje. Además, se colaboró con los intereses de los EE. UU., perjudicando a ciudadanos ecuatorianos, descendientes de alemanes e italianos, propiciando la confiscación de sus bienes y patrimonios, entregándolos a grupos económicos de EE. UU., las fábricas como la Universal, de los Segale, La Roma de los Nozziglia y Valazza, estuvieron en manos de estadounidenses por tres años. Incluso , se levantaron campos de prisioneros en Cuenca, para estos ciudadanos ecuatorianos.
El 28 de mayo de 1942 el mayor Leonidas Plaza Lasso y el político Luis Felipe Borja del Alcázar encabezaron la toma del Palacio de Gobierno para deponer al presidente. Pero el intento fracasó. En ese año se formó LA Alianza Democrática Ecuatoriana (ADE), una coalición opositora constituida por conservadores, comunistas, liberales independientes y socialistas, y por los movimientos Vanguardia Revolucionaria Socialista y Frente Democrático. También nació el movimiento CONDOR (Compañías Organizadas Nacionales de Ofensivas Revolucionarias), que se transformaría en el Partido Político Acción Nacionalista Revolucionaria Ecuatoriana (ARNE), de inspiración de cruzada franquista.
En 1943 Arroyo convocó a elecciones generales. El Partido Liberal candidateó a Miguel Ángel Albornoz, presidente del Congreso, y ADE a Velasco Ibarra. Rondaba de nuevo el fantasma del fraude. La situación económica se volvía crítica para quienes vivían de entradas fijas. Favorecidas por la demanda de la guerra mundial, las exportaciones pasaron de 10 a 23 millones de dólares entre 1942 y 1943, mientras los precios del consumo interno se habían duplicado entre 1940 y 1944 y los salarios habían permanecido prácticamente estancados. "Pero hay que reconocer", anota Alfredo Pareja Diezcanseco, "que, aparte de sus errores políticos, el presidente fue eficaz en el manejo de los problemas económicos. Por lo menos, acogió las sugestiones del Banco Central y tomó medidas adecuadas cuando ... se acumularon cuantiosas reservas de dólares que obraban sobre la expansión inflacionario de la moneda". Arroyo del Río impulsó la producción, creó el Banco Nacional de Fomento en 1943, empujó la vialidad entre Cuenca y Loja y Baños y El Puyo, fundó la Universidad de Loja y el colegio Juan Pío Montúfar en Quito, proveyó de fondos a la inconclusa catedral nueva de Cuenca y fundó en noviembre de 1943 el Instituto Cultural Ecuatoriano, que empezó a publicar la "Colección de Clásicos Ecuatorianos". Pero la cultura popular era en esos días de agitación revolucionaria. Proliferaban las manifestaciones antigubernamentales malamente reprimidas por el cuerpo de Carabineros.
Impedido por Arroyo del Río de ingresar al Ecuador para la campaña, Velasco Ibarra se trasladó de Chile a Pasto, Colombia, donde lo visitaban delegaciones de todo el Ecuador. La movilización era general. Había entusiasmo entre los estudiantes y los obreros. Faltaban pocos días para las elecciones, que se temían fraudulentas, cuando estalló la sublevación del pueblo en Guayaquil el 28 de mayo de 1944. Durante su Gobierno, se produjo la guerra con el Perú de 1941 y la firma del Protocolo de Río de Janeiro. Luego de esta pérdida militar y diplomática y, en el intento de salvar tanto los intereses de la burguesía agroindustrial de la costa como su propio mandato, reforzó sus poderes sobre la Constitución y fortaleció el poder armamentístico de la Policía Nacional, conocida entonces como los Carabineros, llegando a establecer un Estado policial para enfrentar el descontento de gran parte de la población. Dicho descontento luego fue rechazado en una gran rebelión popular que incluyó a varios sectores, incluso enfrentados entre sí en la que se conoce como la Revolución del 28 de mayo de 1944 o La Gloriosa que terminó acabando con su mandato.1
CARLOS ALBERTO ARROYO DEL RIO
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