El coronavirus ya ha arruinado la reelección de Donald Trump y el partido republicano debería proponer como candidato a Ben Carson el famoso cirujano pediátrico que fue candidato hace 4 años
Benjamin Solomon «Ben» Carson, Sr. (Detroit, Míchigan, 18 de septiembre de 1951) es un médico neurocirujano pediatra retirado, escritor y político estadounidense. Fue precandidato presidencial republicano en 2016 y desde el 2 de marzo de 2017 es el actual Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, siendo el primer afroamericano en formar parte del gabinete del presidente Trump.
En 2008, fue galardonado con la Medalla Presidencial de la Libertad por el presidente George W. Bush.
Es conocido por realizar operaciones de muy alto riesgo, como la separación de los gemelos siameses alemanes Patrick y Benjamin Binder en 1987, con un equipo de 70 personas, tras un período de 22 horas.
Después de pronunciar un discurso ampliamente difundido en el 2013 durante el Desayuno Nacional de Oración de ese año, se convirtió en una figura conservadora popular entre algunos sectores de la comunidad política por sus opiniones sobre temas sociales y políticos,1 y se presentó como precandidato presidencial por el Partido Republicano.
El 5 de diciembre de 2016, el entonces presidente electo Donald Trump, lo nominó como Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, recibiendo el consentimiento del Senado de los Estados Unidos, con 58 votos a favor y 41 en contra. El 2 de marzo de 2017, Carson recibió el consentimiento después de que fuera aprobado por unanimidad por el Comité de Bancos, Vivienda y Asuntos Urbanos, siendo uno de los aspirantes de Trump que menos dificultades ha enfrentado en su confirmación pese al retraso de sus audiencias.
Coronavirus en Estados Unidos: 4 gráficos que muestran por qué la pandemia de covid-19 no está controlada
Las noticias en EE.UU. estuvieron dominadas durante varias semanas por las protestas antirracistas derivadas de la muerte de George Floyd bajo custodia policial.
Pero ahora el coronavirus ha vuelto a ocupar los titulares.
Varios estados han registrados números récord de casos en los últimos días, lo que ha llevado a varios especialistas a expresar la preocupación de que el país esté experimentado una segunda ola de infecciones.
Pero el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, dijo que esos miedos son "infundados" y acusó a los medios de usar "predicciones sombrías" para asustar a los estadounidenses.
Pero, ¿qué está pasando en EE.UU.?
1. El número de infecciones está creciendo
Con más de dos millones de casos de coronavirus, Estados Unidos tiene el número más alto de infecciones confirmadas en el mundo. Cerca de un cuarto del número global.
Lo peor se vivió a finales del pasado mes de marzo, sin embargo, para mayo los casos se habían reducido y eso hizo que muchas medidas de confinamiento fueran levantadas.
El número de casos nuevos pocas veces baja de 20.000, porque mientras algunos estados están controlando los brotes en su región, otros solamente están al comienzo de la epidemia.
Por esta razón, el jefe de Epidemiología del Instituto Nacional de Salud de EE.UU., Anthony Faucci, cree que la situación actual es solo una continuación de los brotes iniciales.
"La gente habla de una segunda ola de contagios. Pero todavía estamos en la primera", señaló.
Los picos en los casos de esos nuevos puntos críticos dan a entender que el promedio general de siete días del país ahora ha aumentado durante varios días seguidos por primera vez desde que los casos alcanzaron su punto máximo a principios de abril.
2. Hay diferencias regionales
El noreste de EE.UU., ha sido, de lejos, la región más golpeada por el covid-19.
Cerca de un cuarto de todos los casos del país se registran en los estados de Nueva York y Nueva Jersey. Y allí también se registraron un tercio de los casos.
Sin embargo, las autoridades locales indicaron que estaban controlando la situación.
Por otra parte, el sur y el occidente del país han visto un aumento en el número de infecciones.
Aunque no hay debate en que los casos van a volver a aumentar, sí una discusión de por qué.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, culpó de las cifras a los diagnósticos.
"El diagnóstico está sobrevalorado porque de muchas maneras nos hace lucir peor", dijo el mandatario.
Estados Unidos ha realizado más pruebas que ningún otro país -cerca de 25 millones-, así que eso podía explicar porque tiene el mayor número de casos en el mundo, aunque comparaciones internacionales son bastante difíciles de hacer en término de números.
Pero hay muchas evidencias que sugieren que el aumento reciente de infecciones no solo tiene que ver con mucha gente sea examinada.
3. El aumento no se debe soloa que se hacen más pruebas
En dos oportunidades el estado de Arizona ha visto más casos nuevos en su territorio que todos los casos de los nueve estados de la región del noreste. Y eso no solo se debe a que se están haciendo más pruebas.
Esto se vuelve claro cuando se mira la tasa de pruebas de diagnóstico que resultan positivas.
Si se están haciendo más pruebas y el contagio del virus está disminuyendo, entonces los casos positivos deberían ser menos. Pero si el virus continúa esparciéndose por el país, entonces los números van en aumento.
Hasta esta semana, la tasa de casos positivos es cerca del 5% a nivel nacional, que es el nivel que la OMS recomienda para que los países estén confinados por más de 14 días antes de levantar las restricciones de las cuarentena.
Pero cerca de un tercio de los estados del país están por encima de ese porcentaje y la mayoría de ellos han reabierto en los últimos días.
El número de personas que está siendo hospitalizados también ha aumentado en estados como Texas, donde se reabrieron bares y restaurantes, que tuvieron que volver a cerrar debido al crecimiento de casos.
Con los casos creciendo y una economía que desesperadamente necesita reactivarse, muchos gobernadores están buscando en los tapabocas una forma de detener los contagios.
Los estados de California y Carolina del Norte y varias ciudades han ordenado el uso del tapabocas de forma obligatoria.
Pero incluso las mascarillas se han convertido en un objeto político, después de que Trump señalara que algunos las utilizan para mostrar la oposición a su gobierno.
4. Las muertes son tendencia negativa (por ahora)
Entre todos los temores por nuevos brotes, las noticias más alentadoras en EE.UU. es que el número de muertes continúa cayendo.
El pico de muertes ocurrió en mayo, cuando los brotes en el noreste estaban en su momento más intenso. Por ejemplo, solo en el estado de Nueva York se registraron cerca de 1.000 muertes por día.
Actualmente ese registro está en los 40 por día.
Sin embargo, las muertes son una métrica que está rezagada sobre los casos de infección y hospitalizaciones, porque aquellos que están gravemente enfermos por covid-19 pueden fallecer semanas después.
Si nosotros vemos que esos números comienzan a agravarse, es posible que aumente la presión para que los gobernadores reintroduzcan las restricciones.
Sin embargo, Faucci no piensa que eso pueda ocurrir.
"No creo que volvamos a la etapa del confinamiento. Creo que vamos a ver cómo podemos hacer para controlar mejor los casos en las regiones del país donde estamos viendo el surgimiento de estos casos", explicó.
Los investigadores están compitiendo para producir una vacuna, pero está claro que los estadounidenses y el resto del mundo vivirán con el virus hasta el próximo año como muy pronto.
Hasta ahora, EE.UU. ha registrado unas 120.000 muertes por coronavirus, la cifra más alta de muertes en el mundo.
Pero un modelo de pronóstico dirigido por expertos de la Universidad de Washington, que ha sido citado por la Casa Blanca en el pasado, predice que ese número habrá superado los 200.000 en octubre, un mes antes de las elecciones.
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