martes, 16 de junio de 2020

El covid 19, la pobreza, la corrupción y el racismo anticipan el fin de Lenín Moreno el día 22 de su agonía

Un twit sobre el fin del gobierno de Moreno y su reemplazo anticipado por el vicepresidente Otto Sonnenholzner y la actual fiscal general de la nación Diana Salazar, lanzado por el expresidente Correa, ha puesto los pelos de punta en Ecuador. El fin del gobierno de Lenin Moreno por la pandemia que lo asfixian desde hace 90 días, la crisis económica acentuada, por la Ley de Ayuda Humanitaria, desde el día 25 de Mayo y la imparable corrupción, tras el intento de fuga en una avioneta de Daniel Salgado, el principal socio de los Bucaram hace dos semanas ya marcan su destino. La fuga de Lenín Moreno y su familia, seguramente hacia Estados Unidos, a quien le ha servido incondicionalmente, entregándoles dos bases militares, el ejército, la policía, Julián Assange y cuanto Donald Trump le ha solicitado, ´parece evidente. Su sucesor sería el vicepresidente Otto Sonennholzner, , junto con Diana Salazar, la afroandina ecuatoriana, que como fiscal general de la nación ha perseguido a sol y sombra al peor socialista del siglo XXI de América Latina, para el Departamento de Estado, Rafael Correa y al ex vicepresidente Jorge Glass, al que no lo quiere soltar por nada del mundo. Los sucesores de Lenín Moreno, que han sido fieles seguidores de los mandatos de la Embajada Americana, de la cleptocracia aristocrática de Guayaquil y de la mitomanía legal de Quito, juntan al descendiente directo de una familia de abolengo de Guayaquil, con la descendiente directa de una familia de esclavos africanos. En la pandemia de las protestas raciales, esta parece ser la fórmula ideal para reconciliar a los ricos con los pobres, a los serranos con los costeños, a los blancos con los negros en Ecuador. Es que las protestas por la muerte de Geoge Floyd, el afroamericano asesinado por un policía en la vía pública de Mineápolis, mediante una tortura por casi nueve minutos, fue conmovedor y un detonante del racismo ejercido por los blancos de los imperios racistas blancos como el Imperio Británico, o los germanos de Hitler. Pero Diana Salazar representa a los negros traidores de su etnia, que al igual que los indios fueron usados por los conquistadores españoles para su conquista. A sus antepasados, los jesuitas los importaton para sus haciendas en el Chota, y la Concepción. En estos lugares los negros fueron esclavos a diferencia de los negros de Esmeraldas, que fueron negros cimarrones, escapados de un barco negrero. En las zonas donde los españoles crearon sus haciendas, usaron a los indios y negros como verdugos de su propia gente, ya sea como soldados por ejemplo a los indígenas Cañaris, o como mayordomos y caporales, creando un mestizaje, como mecanismo de fractura étnico racial. En tanto los blancos de Guayaquil se originaron de los conquistadores en menor proporción que de los piratas, o de los aventureros y comerciantes blancos, que inundaron el puerto luego de cualquier guerra o crisis en Europa y el mediterráneo, de manera que los libaneses, de origen franco árabe se apropiaron del puerto y de Cuenca en tanto de Quito lo hicieron los judíos y criollos o descendientes de españoles. Estos judíos eran los llamados cefarditas. Se trata de enfrentar al imparable y arrollador Rafael Correa, que en este momento tiene la capacidad de decidir quien puede ser el próximo presidente del Ecuador, gracias a su trayectoria desde el 2006 al 20016, y a su capacidad de respuesta y reacción ante la persecución que ha sido victima por parte de Donald Trump, la Embajada Americana, las aristocracias y plutocracias de Quito, Guayaquil y Cuenca, la cleptocracia costeña ahora implicada en el reparto de hospitales, la mitocracia serrana implicada en el encubrimiento de los INAPAPERS, denunciados por Julian Assange, que señalan la doble moral y doble personalidad muy amazónica de Lenin Moreno, que escondía dinero de sobornos en paraísos fiscales y gritaba a los cuatro vientos se honesto y el perseguidor de los deshonestos. Esta mitocracia que hizo de la mentira mediática y la mentira judicial el pan nuestro de todos los días, muy propia de nuestra cultura psicológica serrana, complementada con la cultura de la doble personalidad amazónica, nos ha llevado a la peor crisis imaginable. multiplicada por la pandemia. La aparente salida a esta crisis es cambiar de un mitómano o mentiroso con doble personalidad llamado Lenín Moreno, por un representante de la cleptocracia cultural aristocrática de Guayaquil, con fuertes lazos con el mayor cleptómano político del país Abdalá Bucaram.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cómo del poder de CNN puede derrocar gobiernos en América Latina

En el sigo XIX Pultitzer el dueño del periódico más leído en Estados Unidos en ese momento, impulsó a Estados Unidos a invadir Cuba, mediant...