La pandemia llegó a Ecuador hace un año y en estos doce meses los muertos, enfermos, la cuarentena, el distanciamiento social, los tratamientos, y las vacunas pasaron a ser lo más importante junto con la Internet.
Los muertos causaron panico, sufrimiento, y hasta terror. Lo mas espectacular de la mortandad humana se presentó en Guayaquil, y los cadáveres en todas partes, el colapso de los hospitales, y hasta de los cementerios fue noticia mundial.
Pero donde la pandemia ha causado mas enfermos y muertos ha sido Quito. Esto rompió con los supuestos que nos permitían entender como la enfermedad se propagaba.
Al comienzo se dijo que era una enfermedad de los adultos mayores y las personas con enfermedades previas, que eran los que mas morían. Pero luego, pasaron a ser los mas pobres y expuestos por su necesidad de dejar su casa para buscar sustento.
El mecanismo inicial de evitar la propagación fue una rigurosa cuarentena que empezó el 16 de marzo y que paralizó a todo el país por 40 días, luego una política de semáforos que adoptaba cada cantón, en la medida que los muertos y enfermos disminuían.
Pero para octubre ya fue incontrolable el movimiento de las personas, pues el desempleo, la crisis económica, la educación, el trabajo e incluso las compras por internet no eran suficientes para detener la pandemia en Ecuador, en tanto países como Nueva Zelanda, Australia, Uruguay, Costa Rica, China, y otros, mostraban al mundo que el llamado cerco epidemiológico o distanciamiento social eran efectivos.
Pero en Estados Unidos la pandemia llevó a la crisis del sistema sanitario, considerado el mejor del mundo, a una mortandad y contagios con mas de medio millón de muertos, que solo en febrero del 2021 da muestras de empezar a decaer, a una crisis económica, y social que llevó a la protesta por la muerte en afroamericano, George Floyd, la derrota de Donald Trump en las elecciones, a la increíble invasión al Capitolio, y a una veloz vacunación con vacunas propias como la de Fisher y Moderna, a mas de 50 millones de personas en un mes.
En tanto en Europa, las cosas fueron desde un comienzo de mal en peor, con Italia, España, Inglaterra y Francia a la cabeza de la gran ola de muertos y enfermos, pero luego cuando la pandemia se propagó por América Latina llevó a la región a la peor crisis económica de su historia, y a encabezar junto con Estados Unidos e India la mortalidad y los cotagios.
Ecuador le dio a la pandemia un toque adicional y fue que la corrupción, traducida en el reparto de los hospitales y las compras publicas de medicinas, pruebas e insumos, esto se convirtió en botín, que llevó a una calamitosa respuesta a la crisis sanitaria.
Hoy el problema sanitario de Ecuador está complicado con unas elecciones, en las que por 4 años se ha hecho todo lo imaginable para evitar que Rafael Correa y sus leales seguidores puedan volver a ser poder, se hizo una consulta popular para que no pueda postularse a candidato a la presidencia, se le robó el partido, se eliminó al partido con el que participó en las elecciones locales en el 2019, se trató por todos los medios de intimidar a los coristas apresando al vicepresidente Jorge Glas, y los cercanos colaboradores de Correa, en los 10 años de su gobierno, y se le sentenció a 8 años cárcel y 25 años sin vida pública, luego de 39 juicios. Estas sentencias tuvieron un matiz tan político, que la INTERPOL no ha procedido a detener y deportar a Correa.
Hoy luego de la primera vuelta electoral en la que el candidato de Rafael Correa, Andrés Araúz ganó, pero sin llegar al 40% mas un 10% de diferencia con su inmediato seguidor, ha producido un colapso en las elecciones, pues el segundo y tercer puesto no se ha podido definir en 14 días después de realizadas las votaciones y hay una presunción de fraude, reclamado por el candidato Yaku Pérez, que esta en tercera posición con solo algo mas de 30 mil votos de diferencia con el segundo Guillermo Lasso, lo que ha provocado la movilización de los indígenas, que siguiendo el ejemplo de Donald Trump quieren ganar a la brava.
Pero la situación de Ecuador vuelve a ser noticia mundial, ya no sólo por lo espectacular de la pandemia en Guayaquil, lo as complicadas elecciones, sino por una masacre en las 4 cárceles más importante del país, en la que hubieron 78 asesinatos, pero además la violencia, el hecho tuvo tal magnitud de crueldad, que muchos de los presos muertos fueron desmembrados con motosierras.
Esto puso en las noticias el papel del narcotráfico y las bandas como los Choneros y los Lagartos, que junto a otras que controlan el trafico de estupefacientes, vinculadas a los carteles mexicanos o colombianos, se han tomado las prisiones, las calles y algunas ciudades importantes, como Guayaquil, Manta, Cuenca, Quito, donde el sicariato o el asesinato selectivo, como en Colombia y México, son noticia de todos los días, en tanto la captura drogas y la saturación de las prisiones, muestran la crisis social, económica, política y sanitaria aparentemente insuperable en Ecuador.
Este desbarajuste que vive Ecuador parte de la elección de Lenin Moreno, un discapacitado sin movilidad en sus piernas, que como vicepresidente de Rafael Correa, se ganó el respeto y admiración de los ecuatorianos, pero al día siguiente de su posesión el 24 de mayo del 2017, sacó sus garras, mostró su verdadero rostro, que había sido el de un hipócrita, traidor, que entregó el país a Donald Trump y Mike Pompeo, al igual que dos bases militares, una en Manta y otra en Galápagos, con el pretexto de reinsertarnos en la llamada Guerra al Narcotráfico, de la que salimos en el gobierno de Correa, esto le permitió a los norteamericanos controlar el ejercito, la policía y la justicia en Ecuador.
De inmediato, la justicia que pasó a ser conformada por jueces y una fiscal al servicio de Moreno y la Embajada Norteamericana, que hizo de la persecución a Correa, al socialismo del SXXI, suguió la detención de Julian Assange, y la desinformación mediante los medios, los recursos para llevar a Ecuador a la situación en la que estamos, en que todo se volvió botín, desde las becas, las embajadas, los cargos públicos, las leyes, las compras publicas, los hospitales, universidades, escuelas, colegios del milenio, universidades emblemáticas, carnet de discapacitados, empresas públicas, servicios públicos y ahora el Banco Central.
La política de austeridad produjo una ola de desempleo, que ahora con la pandemia no se puede parar, descuido de la educación, la salud, las carreteras, la infraestructura, a juicios y procesos electorales mañosos, cargados de trampas y finalmente de las prisiones sobrepobladas, llevando al país a una violencia desbocada.
Estamos a la espera de la última movida de Lenin Moreno y los que se han declarado anticorreistas, que es la anulación de la candidatura de Andrés Araúz, que es mas complicada por la presencia de observadores y medios internacionales.
Pero la pérdida de escrúpulos de Lenin Moreno y de todos los anticorreistas es tal que por evitar el regreso de Correa, son capaces de lo peor.
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