Fueron cuatro años del peor gobierno que podremos recordar, y que pudo durar 4 años por el descarado intervencionismo de Donald Trump, Mike Pompeo y la Embajada Norteamericana de Michael Kirpatrick.
La apuesta de Trump, era que se podía conseguir mas ganando elecciones, que es mucho más barato que una guerra, que ganando guerras. Algo absolutamente sensato de ex gobernante.
El sistema electoral que hemos implementado en la mayor parte de los llamados Países del Patio Trasero de los Estados Unidos, tiene ya 200 años, se le llama democracia representativa, consiste en el uso de la publicidad para ganar elecciones.
Pero no sólo esta forma de elegir gobiernos ha sido una imposición de Estados Unidos, sino la forma de ganarlas, que es usando la prensa escrita, la radio, la televisión y ahora la internet, todos inventos mejorados y desarrollados en Estados Unidos, que sirven precisamente para ganar elecciones en ese país.
El gran problema del sistema electoral es que los medios que hacen publicidad están en manos de los más ricos de América Latina, que a diferencia de los ricos norteamericanos, que en su mayoría inventaron cómo ganar dinero a partir de la innovación, los de América Latina, son herederos de fortunas, posición social, linaje, son castas como en la India, que admiten a uno que otro intruso, para renovar a los viejos, pero en general son individuos, que por matrimonio, carrera militas, estudios, y vínculos dentro de los partidos políticos, que por lo general son partidos con propietario. incluido Alianza País, que mientras fue de Rafael Correa era uno y cuando pasó a Lenin Moreno era otro.
Así pues los medios de comunicación deciden quien ganará las elecciones y estos medios son respaldados por la Sociedad Interamericana de Prensa, que los reuúne, y que usa la presión y las amenazas de Estados Unidos, de la OEA que es como dijo Fidel Castro, el ministerio de las colonias norteamericanas, y la Comisión de Derechos Humanos, para ser intocables por los gobiernos de América Latina.
El gran problema es que estas élites latinoamericanas, sea han ido deteriorando, no sólo genéticamente, como pasó con las cortes de Europa, que debido a la llamada endogamia ente familiares, que a su vez eran reyes y parientes, tuvieron gobiernos de cretinos. En América Latina, la endogamia entre ricos que ya lleva 500 años, tiene el mismo perfil, o algo peor, han originado seres humanos que no son ni pueden ser inteligentes, y que consideran a la astucia, inteligencia, o a las capacidad de vivir la doble moral, la traición, el engañar a todo un país, como un acto de inteligencia, como ocurrió precisamente con Lenin Moreno, que sin ser de la élite por apellido, linaje o estudios, era un ladino de los banqueros y los ricos, al igual que de Donald Trump.
El gobierno de uno de los presidentes mas tontos, menos preparados, pero absolutamente astuto, y sin escrúpulos como fue el de Donald Trump, permitir que alimañas como Bollonado en Brasil, un millar fascina de origen italiano, se convirtiera en el depredador de la Amazonía, y el peor asesino de su pueblo, al pretender desestimar a la ciencia y a la técnica como el supremasista blanco de Trump, que desde esta pandemia no solo controlan gobieónos, como el de Biden, en este momento, sino que controlan al mundo a través de las vacunas y las vacunaciones. Las guerras, las religiones, la política han tenido que dar paso a la ciencia y la tecnología como la nueva forma de organizar los estados.
Pero a Trump, no sólo le falló Bolsonaro, antes le falló Macri en Argentina, a tal punto que la última vez que se vieron, ni siquiera se saludaron, Trump lo trató mal, por considerarlo un perdedor, cuando perdió las elecciones contra los Fernández.
Jeannine Añez en Bolivia, fue también una metedura de pata de Trump y Pompeo, que terminó calamitosamente, con la carcel de la que se auntoniminó presidenta y el triunfo de Luis Arce, que ahora alienta un posible triunfo en Perú de Pedro Castillo, el profesor de Cajamarca, que puede ganar las elecciones sin el gobierno norteamericano no le mete mano a esas elecciones, pues si gana Castillo, de seguro tendrá que sacar sus bases militares de Perú, perderá una aliado contra Venezuela y al segundo mayor mundial de cocaína, que lo convierte al igual que Colombia, que es el primero en un problema mayúsculo.
Hoy Duque, está viviendo el drama a las puertas de ese infierno que es Colombia, desde que Estados Unidos le quitó Panamá, y propicio para eso la llamada Guerra de Los Mil Dias, a comienzos del siglo XX que luego continuo con la guerra contra la guerrilla colombiana, y ahora con la guerra contra el narcotráfico. Colombia es el país de América Latina donde el asesinato se convirtió en forma de gobierno.
En Chile las cosas le salieron mal a Trump con Piñeras, porque tras décadas de neoliberalismo que Bachelet no pudo modificar ni una pizca, esta forma de capitalismo desbocado convirtió al país con los mejor indices en todo, en el país de los deudores, ya antes de la pandemia fue el país de las protestas más rabiosas y aunque sea en que está a la vanguardia en las vacunaciones, la pandemia multiplicó los pesares de los deudores, que esta semana estallaron, lo que anuncia que las próximas elecciones será un posible triunfo de la llamada izquierda latinoamericana, que tiene la posibilidad de elaborar una constitución en una dirección diametralmente diferente a la de Pinochet.
Pero a no dudarlo, al país que peor le fue tras la caída de Trump, es a Perú, que llegó a ser la proa del barco contra la Venezuela de Maduro, mediante del Grupo de Lima, que al igual que lo carteles mafiosos, era un cartel de los presidentes puestos, o sostenidos por Trump.
La Pandemia y el llamado Lawfare o judicialización de la política, que fue exitosa en Brasil, para eliminar a Lula como candidato, para perseguir a Rafael Correa, pero falló con Cristina Fernández y Evo Morales, terminó siendo lo peor que le pudo pasar a Perú, y todo por culpa de Oderbech, la compañía brasileña. que se atrevió a hacer lo que desde siempre hicieron las compañías norteamericanas, que pusieron a Batista en Cuba, a Somoza en Nicaragua, a Stroessner en Paraguay, a Pinochet en Chile, a Ríos Mont en Guatemala, una lista es interminable de NUESTR BASTARDOS, como los llamó el presidente Eisenhower, sea sobornando, financiando elecciones, o incluso patrocinando golpes de estado o guerrillas como los Contras en Cuba y Nicaragua o las Autodefensas Unidas de Colombia.
Los 5 presidentes en 4 años en Perú, fue un cataclismo en la política de Trump, que usó a Viscarra para crear PROSUR, y ahora está a punto de llevar a ese país a la extrema izquierda con Pedro Castillo, o algo peor a la extrema derecha de Fujimori, que desangró a Peru, no sólo con la guerra genocida contra Sendero Luminoso, sino contra Ecuador, en la Guerra del Cenepa, la última guerra por límites en América Latina.
Ecuador, aparentemente es una de las pocas cartas que pudo salvar Joe Biden, de la calamitosa política externa de Donald Trump, que llevó a Estados Unidos, a una guerra comercial con China, que conmocionó al mundo, a la amenaza de una guerra nuclear con Corea del Norte, que era lo peor que podía pasar en le continente más poblado del planeta, Asia, a una guerra medíatica y cibernética con Rusia, y finalmente a lo peor a un guerra migratoria contra América Latina, donde los latinos en Estado Unidos son los que financian el viaje de sus familias, lo que da trabajo a los coyoteros, que son los que fácilmente pueden penetrar las fronteras norteamericanas, y a la guerra al narcotráfico, que es la guerra en la que los consumidores de drogas norteamericanos arman y le dan dinero y agallas a los narcos del América Latina, para invadir Estados Unidos con drogas.
Pero a no dudarlo la política de Donald Trump, tuvo su mayor fracaso en Venezuela, pues América Latina pudo ver que ya pasaron los tiempos en que Estados Unidos podía sólo amenazar para que los gobiernos cayeran, o que si financiaba a unos contras, podía tumbar cualquier gobierno, o si podía comprar y controlar a los soldados de los ejércitos latinoamericanos, era fácil derrocar a un gobierno, o si el gobierno era derrocado, impedir que la izquierda llegara al poder.
Hoy el sistema creado por los norteamericanos de influir de muchas formas en la elecciones, ahora está fuera de control, a pesar de la victoria de Guillermo Lasso. Pero también se salió de control es uso la politización de la justicia, que se convirtió en herramienta de persecución a opositores, que llegaron al extremo en Ecuador y Brasil, pero ya anuncia lo que va a causar inestabilidad de difícil control en Ecuador, pues los vínculos entre Moreno y Lasso, van a arrastrar al nuevo presidente, porque Lenin Moreno es un árbol caído,al que le van a hacer leña los incontables enemigos que creó.
Hoy Colombia está llegando al tope de su capacidad de frenar la insurgencia, que ahora ya no es armada sino masiva, pues lo inusual en ese país que son las protestas nacionales, ahora Colombia ya no es un grupo armado incontrolable, sino que Colombia es toda una población que va votar el próximo año.
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