Ecuador y América Latina la cuna de los invasores de Estados Unidos después de la pandemia

ANÁLISIS ESCRITO En la historia de la humanidad, catástrofes naturales como la gran sequía en el siglo XIII en Asia, dio origen a los mongoles, una etnia de la Meseta del Gobi, de jinetes nómadas del centro de Asia, que a pesar de no tener los avances en las ciencias, las construcciones, represas, agricultura, o incluso artes marciales, conquistó China, India, Persia los más grandes imperios de Asia, e incluso Rusia llegando hasta Bulgaria, creando en pocos años el más grande imperio continental o terrestre que haya existido.
La pandemia ha golpeado a América Latina, y en ella a Ecuador, un país sumamente rico, con petróleo, oro,cobre , bosques, pesca, agricultura y una población alfabetizada e incluso formada en la 100 mejores universidades del mundo, que al igual que el resto de Latinoamérica, sufrimos el embate del covid 19, que ha producido en esta región mas daños que en el resto del mundo. Mientras los jinetes mongoles se convirtieron en el pero peligro para los imperios de Asia, hoy los llamados informales, que son personas que desarrollan la capacidad de sobrevivir sin un empleo, sin seguro, sin salario, son los que pueden burlar las fronteras del mundo, empezando por Estados Unidos y el famoso muro de Trump. Es posible que para sobrevivir tengan que recurrir al narcotráfico y que mediante el trafico humano, saquen de la tragedia que se vive en dada país latinoamericano a miles, quienes sobrevivirán como ilegales primero en Norteamérica y Europa luego posiblemente en el resto del mundo. Son un grupo humano que a diferencia de los chinos que se han esparcido por el mundo con sus restaurantes y comercios, los hispanos nos estamos esparciendo haciendo los trabajos más humillantes y mal pagados, aquellos que los blancos no quieren hacerlo y llaman trabajo sucio, sea bueno o malo. Somo la materia prima de tráfico humano, del narcotráfico, como un día lo fueron los españoles pobres, de los conquistadores, o los pobres fueron sangre de los piratas, vikingos, godos, unos, cosacos, colonos y pistoleros. A diferencia de lo que pasas en otros continentes nosotros vemos con asombro como los multi-billonarios norteamericanos han aumentado el 40% sus riquezas, mientras nosotros nos morimos de enfermedades y padecemos hambre, desocupación, desesperación, con gobiernos que Estados Unidos impone, respalda y asfixian. Ya contamos ecuatorianos que han muerto en la frontera sur de USA durante la pandemia, ello debería advertir a Donald Trump y a los candidatos a la presidencia el próximo 3 de Noviembre, que al sur, los que prefieren jugarse la vida cruzando el Río Grande, a vivir en sus países una agonía prolongada se están multiplicando. Los latinoamericanos soñamos con un continente desde Alaska a la Patagonia, sin muros, sin visas, sin odiosas policías fronterizas. Que lo que producimos y ellos producen no tenga trabas, que ellos puedan escapar de ese clima que se ha enloquecido en Norteamérica y que nosotros podamos ganar dinero allá para aliviar a nuestras familias. Queremos que se paguen mejores salarios en nuestros países para no tener que arrastrarnos por túneles para llegar al norte opulento, que se pague mejor por nuestras materias primas y productos, para no tener que venderles cocaína, que es lo que mejor pagan allá en el norte vicioso. Es que invadir Estados Unidos y Europa es la única opción que tenemos para sobrevivir, bajo los corruptos que Estados Unidos permite y auspicia, a cambio de que nuestro mandatarios pongan a sus ejércitos a órdenes del Pentágono y nuestras policías bajo los agentes de la DEA, con desastrosos préstamos del FMI, que, nos convierten en eternos deudores y en vendedores de todo a malos precios. Cada una de nuestras enormes y desordenadas ciudades o metrópolis se han convertido en las mejores escuelas, colegios y Universidades, donde se aprende a sobrevivir como informales, como ilegales, como invasores. Estamos desarrollando la capacidad de no necesitar de un ejército, armas, ni de alta tecnología, o de ser un número enorme de personas, para poco a poco convertir los lugares a los que llegamos en los sitios ideales y soñados, para dejar atrás la miseria, el peligro, las amarguras. Podemos transformar los lugares a los que llegamos en sitios de convivencia fraterna, con más facilidad que convertir a nuestros propios países en sitios de convivencia entre nosotros mismos, pues los de los países desarrollados, antes imperios de Europa, desde hace 500 años nos enseñaron a odiarnos entre nosotros. Aquel principio de divide y vencerás, nos ha convertido en lobos solitarios, que gracias a la tecnología podemos hacer más que un ejército o hacer más bien que una multitud. El caos y el hambre en que estamos, nos empuja a ser los nuevos mongoles, con las diferencia que ellos usaron el terror y la violencia, nosotros lo contrario, la amabilidad, tolerancia, imaginación, habilidades, conocimientos, su idioma y cultura y pondremos nuestro presidente en USA.