La pandemia ha sido para América Latina lo que fueron las Guerras Napoleónicas para España, o La primera y la Segunda Guerras Mundiales para Europa. Es decir un nuevo orden, que en el caso de España significó el fin de su imperio y de Europa el fin de los imperios coloniales.
Para Estados Unidos la pandemia es el peor revés sufrido desde la Guerra Civil de Secesión y representa cambiar de una economía contaminante a una economía no contaminante, y de un mundo donde el poder residía en el dólar, el ejercito y la economía industrial, a un nuevo orden donde desde el presidente que eligen hasta los acuerdos comerciales o su ayuda internacional han pasado a ser un peligro, pues si regresa Donald Turmp o llega al poder alguien peor que Trump, el mundo está bajo amenaza por guerras de todo tipo, desde guerras atómicas hasta guerras comerciales, al terrorismo, al narcotráfico, cibernéticas, mediáticas, migratorias, es decir Estados Unidos pasó a ser el peor problema mundial, porque cualquier error que cometa el presidente de ese país, como ocurrió con las acciones para detener la pandemia o el racismo, tienen repercusiones globales. América Latina la región geográficamente mejor ubicada del planeta y con la mayor diversidad en todo, fue botín de potencias Europeas y de Estados Unidos hasta ahora. Pero con la pandemia y la crisis que ha creado una ola migratoria desde la región al mundo, los latinoamericanos, que tienen por siglos un mismo idioma, identidad racial, cultural, y religiosa, y que ahora están más educados, interconectados, y más hambrientos, irascibles y resueltos que nunca, han emprendido el camino para llegar a ser poder en Estados Unidos, y ya tienen territorios ganados como California, el estado más rico de la Unión y va por otros. Estados Unidos está reviviendo el fin de casi todos los imperios desde Roma, en que al final, los despreciados como los cristianos se convirtieron en los dueños de Roma.Pero la posibilidad real de que América Latina sea el nuevo motor del mundo depende de vencer el divisionismo que existe dentro de cada país y entre países, unirse, como cuando los Mongoles se unieron bajo el mando de Gengis Kan.
Esto ahora parece posible gracias a la Internet, la revolución de las comunicaciones, del transporte, del celular, del acceso al conocimiento y la información, y a la crisis creada primero por los bloqueos de Estados Unidos, que cuando lo hizo a Cuba forzó una gran migración que invadió Florida,, y cuando lo hizo a Venezuela forzó a una gran migración, que permitió reconocer que el espacio común que tenemos los latinoamericanos es América Latina, desde México a la Argentina y que la salida a la trágica situación de América Latina es la misma que tuvieron los Godos, o los Mongoles, invadir donde se concentra la riqueza, Estados Unidos, y así como los conquistadores con su crueldad y determinación, los piratas con su maldad y audacia, o los colonos con su violencia y trabajo, fueron el origen del Imperio Español, Inglés o Norteamericano, los ilegales, informales, narcos y en general los llamados hispanos o latinos, somos los que estamos derrotando a la guarida fronteriza de EE.UU, a los pistoleros y al muro de Trump.
Hace dos mil años los cristianos aprendimos que se puede vencer al más poderoso imperio del mundo, sin armas, insistiendo y padeciendo con paciencia y resignación.
Finalmente esta pandemia va cambiar el orden y ese nuevo orden parte de que desde Alaska a Tierra del Fuego y la Patagonia, no haya fronteras, muros, visas, ni ninguna forma de discriminación peyorativa, que personas, mercancías, ideas y conocimientos circulen más libremente,, que lo que circulan ahora en la Unión Europea, hasta que los sueldos, y los precios por el mismo trabajo y el mismo producto sean iguales del Ártico a la Antártida por el Continente Americano.
El día que Estados Unidos y todos los países dejen de tener bases militares en el extranjero, que ya no sea un peligro para el mundo con sus armas y su política, que el presidente de ese país no disponga de armas de extinción masiva, ni bloqueos económicos o sanciones unilaterales, ni sus senadores, representantes, gobernadores, que los agentes de la CIA, la DEA, o Seguridad Nacional, no puedan hacer su propia ley en el extranjero, que los supremacistas blancos, ni ninguna clase de fanáticos y pistoleros puedan usar la violencia. El día en que los latinos, afros y otras razas, culturas y religiones del mundo no se vean en peligro dentro de Norteamérica, sabremos que el Imperio Norteamericano, el último imperio europeo, blanco, cristiano de occidente en el mundo desapareció y con él 500 años del uso de la guerra para todo.
El día que desaparezca el imperio Norteamericano, Estados Unidos será otro país mas de la comunicad de naciones de ONU, el mundo habrá entendido que la guerra, si bien nos permitió llegar a la ciencia y la tecnología actuales, también es el principal camino hacia nuestra auto extinción.
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