El que el Ecuador se haya convertido en el principal país del Pacifico de Sudamérica exportador de drogas, a pesar la presencia de la DEA, la CIA, y sobre todo de dos puestos de avanzada norteamericanos, el uno en Manta y el otro en Galápagos, lo que es prueba de el gobierno del encuentro, de Guillermo Lasso, está fracasando pues fue colocado por el embajador y la Embajada de Estados Unidos para llevar adelante la llamada Guerra al Narcotráfico y evitar el retorno de Correa.
Este fracaso ha creado un país inseguro, donde los carteles de la droga viven una guerra interna y una guerra contra el estado. Esta guerra esta descalabrando la economía del país, creando una división social marcada, en que el regionalismo, la principal patología del país en el orden social, la desnutrición, el alcoholismo y la drogadicción en el orden de salud, el abandono de las aulas, la deserción estudiantil en todos los niveles, en el orden educativo, la delincuencia como principal fuente de recursos económicos, la corrupción en todos los estamentos del Estado, la fuga masiva de mano de obra calificada, de niños, jóvenes, y mujeres, por primera vez en la historia, sumándose a las olas migratorias Todo esto nos hacen pensar que es la hora de reestructurar al país.
Está claro para los ecuatorianos que el gobierno de Rafael Correa fue el mejor gobierno de la historia reciente del país, que no se le ha podido encontrar los 60.000 millones que sus enemigos políticos aseguran robó, y que tiene millones de partidarios que en las próximas elecciones seccionales de alcaldías y prefectruas, volverán a votar por los aliados de Correa. En tanto el partido del presidente está en completo declive.
Tambien está claro que la CONAIE, bajo el mando de Leonidas Iza, se ha convertido en la única fuerza con la capacidad de paralizar al país y de reclamar.
Que los narcos también pueden paralizar al país, obligar a pagos, a cerrar negocios, pueden incluso matar impunemente, etc.
Ante la gravedad de los momentos que vive Ecuador, complicados por la pandemia, la crisis económica, la violencia, la INTERNET Y EL CELULAR, que ha alterado la forma de aprender, de trabajar, de comunicarnos, de convivir, se hace necesario levantar una bandera de paz, para evitar mas muertos en las calles, que están desmoralizando a todos los ecuatorianos.
Esto se puede lograr si el presidente Lasso, o las nuevas autoridades provinciales pueden indultar a Rafael Correa y a los correístas leales a Rafael Correa, enredados en juicios con tinte político, a los presos por deudas de alimentos, padres de familia que evidentemente en esta crisis económica, no podían pagar pensiones alimenticias, y peor pueden pagarlas desde la cárcel, a los que protestaron en las protestas desde el 2019, a los estudiantes que deben al estado por créditos educativos, a los campesinos y microempresarios que quebraron por la pandemia, la cuarentena, el distanciamiento social. a, los empresarios endeudados con los bancos que quebraron y ahora son acosados. Ademas se debe bajar radicalmente la tasa de interes bancario.
Además se debe legalizar la producción, consumo y exportación de cocaína desde Ecuador de manera, que las mulas, microtraficantes y los containers contaminados desaparezcan, que el problema no sea la producción, sino el consumo de drogas, que los padres y los profesores sean los responsables de que sus hijos sean o no consumidores de drogas, incluso se debe entregar drogas a bajo precio o gratis a los adictos que estén bajo tratamiento, convirtiendo en una tarea de los médicos y psicólogos de la red publica y privada de salud así como de los centros educativos y penitenciarios, ayudar a los drogadictos a luchar contra su adicción.
Esto evitaría que el país se siga dividiendo, que el derecho a la protesta sea real para todo el que protesta, no solo para el que protesta bajo las condiciones que el presidente o gobierno de turno impone.
El consumo de drogas debe ser visto como una patología al igual que el consumo de pornografía, los juegos de azar, el alcoholismo, el tabaquismo, la manía depresión, o la bulimia, incluso el asesino debe ser considerado un enfermo mental y tratado en una prisión psiquiátrica, no encerrado en una cárcel con personas sanas, pues es una persona que mata y contagia su violencia, al igual que lo hace una persona con una enfermedad transmisible que requiere aislamiento.
Es muy costoso para el país tener traficantes de droga a los Estados Unidos y países desarrollados, que cometen un delito penado en ese país, lo correcto es que ellos lo capturen y ellos lo mantengan en sus cárceles, pero como les resulta más barato que nosotros lo hagamos, esto nos cuesta mas que la educación de nuestros jóvenes, además convierte a las prisiones en universidades del delito, centro de reclutamiento de sicarios y traficantes, o centro de operaciones delictivas. Lo correcto es que Estados Unidos y Europa, detengan alimenten, alberguen y cuiden a los narcos, mulas, y traficantes que introducen drogas en su país, no nosotros. Tampoco es correcto que millones de dólares sean usados en equipar, entrenar o en operaciones en la guerra al narcotráfico en lugar de usarla en mejorar la infraestructura, los servicios públicos, la educación, alimentación y salud,
No hay comentarios:
Publicar un comentario