Desde los Beatles la música narcótica o estupefaciente, que nos reduce a seres irreflexivos y sumamente impulsivos, aquella que está vinculada a la conducta zombie, o bajo efecto de drogas se convirtió en la más vendida, al mismo tiempo que en música nueva. Les siguió el rock rudo, con grupos como Metálica, que reproducían el ruido de las ciudades , fábricas y llenaba de gritos a las letras y ruido a la música, era producida y creada por narco dependientes, que mostraba los estados de enajenación de los jóvenes drogadictos, o de los obreros convertidos en apéndices de las máquinas.
En América Latina la música arrecha, o erótica, la que convierte a la erección y orgasmo en una meta en un objetivo, o la que promociona el uso de drogas como la cocaína en orgasmos, donde la mujer es un basurero decorado y sinuoso de semen, una serpiente seduciendo a Adan, un motivo de masturbación. La música y el baile han vuelto a ser lo que fue en los tiempos de la decadencia de Roma con Nerón que cantaba a Roma en llamas, o Caligula que hacía bailar a las mujeres y hombres para exitarlo. Lo más feo y vulgar de América Latina, comenzando por los tatuajes de las maras, el movimiento de las manos de los pandilleros y sus símbolos manuales, su forma de intimidar, aproximación belicosa, grosera, brutal, se convirtió en baile.
Atrás quedó la música poética convertida en bolero, en tango, en música romántica, o en música protesta, y el baile festivo como la zamba, la cumbia, la ranchera, la cueca, ahora es mostrarse como el malo y ellas como zorras, como esclavas sexuales de burdeles, callejuelas o table dance. esto se volvió en el paradigma en la forma de verse atractiva para las hembras, que tienen a la hipersexualidad como escape a su infertilidad, convertida en moda, estudio, trabajo, viajes, encuentros casuales, divorcio, consumo de juguetes sexuales, y penes de carne.
La pornografía y la violencia se tomó los corridos mexicanos, la salsa, el rock, el pop, la música en general, la internet, el cine, la música hoy parte de la pornografía y su industria, de la esclavitud sexual, del trafico de mujeres, del trafico drogas, de la guerra de pandillas, narcos o de países.
La música se convirtió en un culto al dios dinero, el objetivo al igual que el fútbol o el cine es crear millones, millonarios, convertir a la vanidad y a opulencia en la meta final de un artista, de un futbolista, deportista, de un político, pero base a la manipulación de las emociones, en especial de las emociones como la lujuria, la ira, la vanidad, la traición, la mentira, la violencia y ahora el odio.
Ya no se es mejor artista porque nos redescubre la belleza, nos inspira, sino porque gana millones, porque recibe premios, porque ayuda a los comercios a vender sus productos, porque crea consumidores, porque desgraciadamente desde los himnos nacionales, la música militar, hasta la música protesta fue una música politica y la politica se convirtió en publicidad, sensacionalismo, un culto al engaño y la mentira
Ante esta música convertida en plástico, droga, en el vestido, en la conducta, en cirugías, se enfrenta al rap bruto, donde cualquier analfabeto se pone a gritar con un fondo musical cualquier cosa o el rap inteligente, que describe lo que pasa, lo que ocurre, la realidad usando una rima y un ritmo.
Se nos hizo creer que cantar era algo exclusivo para los que estudiaron canto, y que hacer música era algo exclusivo para los que estudiaron o tocan algún instrumento musical, pero en realidad el canto y la música existe , es cultura popular que nace de campesinos, indígenas, madres o abuelas que cantan a sus hijos, o cualquier persona que logra conmover a otros.
Pero la música que nos sacude el cerebro, no sólo el cuerpo ha quedado relegada, esa música hoy es considerada como música incómoda, porque la sociedad ahora esta sedada por el fútbol, las drogas, la guerra en Europa, o al narcotráfico, el consumismo, la educación estupefaciente, la tv, la internet, el celular, que nos convierte en ni nis, personas que no trabajan ni estudian, por los noticieros, en electores, las novelas, hasta películas de acción, sexo y violencia que son lo mas atractivo lo que mas se venden
La posibilidad de la música reflexiva, la música pacificadora, la música con identidad cultural hoy es casi una utopia
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