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La pandemia se ha ensañado con Quito mas que con cualquier otra ciudad de l país, pero al alcalde de la ciudad eso le tiene sin cuidado.
Entre las acciones que el médico Jorge Yunda hizo para ayudar a combatir la pandemia esta la adecuación en el que fuera Aeropuerto Mariscal Sucre en el hoy llamado Parque Centenario de camas para atender a los enfermos, algo que fue muy correcto aunque lo ideas era que se hiciera también un hopital de emergencia o desmontable en Guayllabamba un lugar cálido, seco y a 1000 metros menos que Quito, que era el lugar ideal para que el virus perdiera virulencia, pues al parecer el frio y la humedad de Quito aumentan su virulencia, letalidad y facilidad de contagio.
Además importó pruebas para diagnosticar a las personas y los barrios mas infectados, así como para reactivar el aeropuerto, las terminales y tener una idea de los pacientes portadores, los sanos y los convalecientes.
Pero como todas las compras públicas durante esta pandemia, hubo anormalidades en la compra y los materiales recibidos que complicaron la imagen del municipio que finalmente está bajo sospecha por su actuación durante esta tragedia.
Pero lo que mas nos golpea a los capitalinos, es que el Municipio de Quito haya aumentado escandalosamente el impuesto predial. En estos momentos la ciudad mas golpeada económica y sanitariamente del Ecuador en Quito, El pretender sacar 20 millones mas en impuestos prediales este año y aumentar de 50 millones a 70 millones de dolares, los ingresos por este rubro lo que es una grosería imperdonable.
En Quito vive la mayor cantidad de empleados sacados del gobierno por Lenín Moreno, para satisfacer la condición impuesta por el FMI, de reducir el tamaño del estado. Esta gente ahora sin ingresos económicos es a la que se le quiere apretar con impuestos prediales.
De igual manera es la ciudad que mas jubilados tiene y estos jubilados ahora son el sustento de sus familias, pues sus hijos o nietos están sin trabajo y se les pretende cobrar mas impuestos.
Finalmente el comercio, el turismo se vieron brutalmente golpeados en especial en barrios de turistas como La Mariscal, el Casco Colonial o Ciudad Vieja, y en la Mitad del Mundo, no hubo vuelos, no hay turistas, ni de dentro ni de fuera del país, pues la pandemia sigue aterrorizando a la ciudad.
El gran problema del alcalde Jorge Yunda es que fue un pobre, que se convirtió en rico en una generación, de la noche a la mañana, cuando llegó a ser alcalde y ahora vive en el Barrio de la González Suárez, frente a la residencia del Embajador de Estados Unidos, en uno de los edificios nuevos más caros de la ciudad, y desde que está más cerca del cielo, se olvidó de su pasado, como dice el dicho: "el que nunca tuvo, llega a tener, loco se quiere volver y palitos en los ojos se quiere meter". Le está pasando lo mismo que a Lenín Moreno el pésimo presidente, que fue pobre en la Amazonía y ahora tiene apartamentos en Miami y España.
Para cualquier ciego, le está claro que si la gente está atrasada, o no puede pagar la electricidad y el agua, es por demás tonto cargarles más impuestos y no esperar una protesta que le haga temblar.
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