Ecuador ha entrado en la espiral de violencia armada luego del mal gobierno de Lenín Moreno y la imposibilidad de Guillermo Lasso de reducir el desempleo en los primeros 150 días de gobierno
Ecuador: el drama de los familiares de los presos tras la peor masacre carcelaria de la historia del país, que dejó al menos 116 muertos
- Fernanda Paúl y Ángel Bermúdez
- BBC News Mundo
"Estamos preocupados porque todos los del pabellón están supuestamente muertos y no sabemos de él todavía nada".
Con esas palabras Alexandra Jara comparte con BBC Mundo el desasosiego que siente por no tener noticias de su sobrino Josué Pacheco, uno de los reos detenidos en del Centro de Privación de Libertad Número 1 en Guayaquil, en Ecuador, donde este martes un duro enfrentamiento entre bandas rivales dejó al menos 116 muertos y decenas de heridos.
Este jueves en la mañana, mientras hacía la fila en la morgue para saber qué ocurrió con el joven de 24 años de edad, Jara explicó a BBC Mundo a través de la línea telefónica que hasta ahora no había recibido ninguna información sobre él.
"Nos van a hacer entrar para reconocer el cuerpo", explicó, admitiendo que por la cantidad de gente en fila la espera aún podía tomar muchas horas.
La mujer aseguró que son muchos los familiares de los presos que se han congregado allí y que han expresado su malestar haciendo ruido y manifestándose en la calle para protestar.
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"Aquí vamos a estar firmes hasta que nos den resultados de mi sobrino. No nos vamos a mover", manifestó.
Calificada como "la peor masacre carcelaria" en la historia de Ecuador, el violento choque entre bandas comenzó el martes (28 de septiembre) y llevó a que el presidente Guillermo Lasso declarara el "estado de excepción en el sistema" penal.
Detonaciones de armas de fuego y explosiones en varias áreas del penal activaron las alertas de las autoridades. Cuando los agentes policiales intervinieron, se encontraron con cadáveres con impactos de balas y efectos de granadas.
Tras la masacre, una de las imágenes más desoladoras fue la de los familiares de los presos que acudieron a la cárcel en búsqueda de información y a la morgue en el sur de la ciudad para reclamar el cuerpo de sus fallecidos.
La desesperación, el desorden y el caos reinaban a las puertas del penal y la morgue, mientras los policías intentaban controlar la situación y, puertas adentro, médicos buscaban dilucidar la identidad de los cadáveres.
"Queremos justicia, señor presidente, al menos muestre la cara, por las madres que estamos sufriendo aquí por nuestros hijos", reclamaba una mujer a las puertas de la cárcel.
"Mi hermano, llamen a la policía, necesitan entrar al pabellón 5 (...). ¡Es mi hermano, no un perro!", exclamó otra ciudadana en el mismo lugar.
"Se escuchaban gritos de la gente, mujeres se desvanecían"
La periodista del medio ecuatoriano Primicias, Carolina Mella, estuvo afuera de la morgue junto a los familiares.
En conversación con BBC Mundo, cuenta en detalle el drama que se vivió allí.
"Había cientos de personas, madres, abuelas, padres, hermanos, esposas, que estaban afuera de la morgue, en shock y desesperados por tener información. Algo tan básico como eso", explicó.
Mella cuenta que muchos llevaban más de 24 horas en la incertidumbre, sin saber si su familiar, si su hijo o esposo formaban parte de los fallecidos.
"Ellos no solo se enteran por los noticieros de lo que está pasando, sino que también por fotografías y videos que circulan por Whatsapp. Hablé con un joven que su hermano había sido asesinado. Le pregunté si tenía información, si les habían dicho algo, y me respondió: 'Vimos la cabeza'", señaló.
"Esas fotografías vienen de adentro y las comparten a través de chats y redes sociales. Y así es como los familiares se enteran".
Entre el caos y desconcierto que se vivía en el lugar, Mella explica que cada cierto rato las autoridades salían con un listado de nombres.
"Cada vez que nombraban a alguien, se escuchaban gritos de la gente, mujeres se desvanecían. Era como que hasta ese momento no querían creer que sus familiares estaban muertos".
Con el traslado de médicos y técnicos forenses desde otras partes del país, las autoridades intentan acelerar el proceso de identificación de las víctimas que ha avanzado muy lentamente.
Para el mediodía de este jueves solamente los cuerpos de 4 de los 116 muertos habían sido entregados a los familiares, según información de Henry Coral, director nacional de Técnica Científica de la Policía, citado por el diario El Comercio.
En general, los familiares se muestran precavidos ante posibles represalias, precisa la periodista del medio ecuatoriano Primicias.
"Al interior de las cárceles, para poder sobrevivir, los presos tienen que hacerse parte de una de las bandas. Es difícil que pasen bajo perfil, sobre todo en esta penitenciaria, que ha sido conocida como el infierno mismo (...) Los familiares tienen temor de que cualquier cosa que ellos digan se malinterprete por los líderes de las bandas. Entonces lo que impera es el silencio".
"Esta gente vive en barrios que se han creado como invasiones, que viven en covachas, en el lodo, sin acceso a agua potable, electricidad o alcantarillado. Con esa vulnerabilidad de pobreza, esos barrios son aprovechados por estos grupos delictivos", ahonda.
Ecuador: al menos 116 muertos en una cárcel de Guayaquil en enfrentamientos entre bandas rivales con granadas y decapitaciones
- Redacción
- BBC News Mundo
Un enfrentamiento entre bandas rivales del Centro de Privación de Libertad Número 1 en Guayaquil, en Ecuador, dejó al menos 116 muertos y decenas de heridos.
La cifra de fallecidos fue confirmada en la tarde del miércoles por el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, quien presidió en Guayaquil la reunión del comité de seguridad que evalúa la situación carcelaria tras la masacre en la Penitenciaría del Litoral.
Lo ocurrido llevó a que Lasso declarara el "estado de excepción nacional en todo el sistema carcelario".
En rueda de prensa el mandatario informó de un total de 116 fallecidos y cerca de 80 heridos, todos presos. Según la prensa ecuatoriana, se trata de la "peor masacre carcelaria" del país.
"Es lamentable que las cárceles se las pretenda convertir en un territorio de disputa del poder por parte de bandas delincuenciales. El Estado ecuatoriano va a actuar, debemos actuar, y la primera decisión que hemos tomado es declarar el estado de excepción del sistema carcelario de todo el territorio ecuatoriano", dijo.
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El decreto de estado de excepción prevé la posibilidad de que las Fuerzas Armadas puedan actuar dentro de las prisiones del país, en coordinación con la Policía en casos en los que sea necesario restablecer y mantener el orden en los penales.
Funcionarios ecuatorianos dijeron el miércoles por la tarde que habían retomado el control de la cárcel.
Sin embargo, vecinos de la zona dijeron luego que habían escuchado el ruido de disparos y detonaciones procedentes del centro penitenciario.
En la madrugada de este jueves, la policía informó que unos 400 agentes realizaban un operativo dentro del penal con el objetivo de "mantener el orden", durante el cual requisaron tres artefactos explosivos (incluida una granada), así como teléfonos celulares.
Granadas y decapitaciones
Fausto Buenaño, comandante de la policía de la Zona 8, con sede en Guayaquil, detalló que las bandas que se enfrentaron buscaban tomar el control de un pabellón del penal.
Detonaciones de armas de fuego y explosiones en varios pabellones activaron las alertas de las autoridades.
Durante la intervención, los agentes encontraron cadáveres con impactos de balas y efectos de granadas en los pabellones de la penitenciaría.
El diario El Comercio informó que varias víctimas fueron mutiladas. En cinco casos hubo decapitaciones. En otros, cortes de extremidades.
"El incidente se habría iniciado por riñas entre bandas delictivas, en un pabellón del centro penitenciario", explicó el martes el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas privadas de libertad y Adolescentes Infractores (SNAI).
"Una tragedia"
Los familiares de los fallecidos comenzaron a acudir el miércoles a una morgue del sur de Guayaquil a la que se llevaron los cadáveres de los presos.
Según informó El Comercio, familiares de internos también llegaron a la cárcel donde ocurrieron los violentos enfrentamientos para exigir información oficial de las víctimas, un listado pormenorizado y la protección para evitar más asesinatos.
Este es el tercer motín que se registra en una cárcel de Ecuador en lo que va de 2021.
Los dos anteriores ocurrieron en febrero y en julio y dejaron 79 y 22 muertos, respectivamente.
La organización Human Rights Watch le pidió al gobierno de Ecuador que investigara e identificara a los responsables de la violencia en las cárceles.
Corrupción, hacinamiento y narcotráfico
Silvana Tapia, investigadora y activista ecuatoriana de la organización Alianza contra Las Prisiones, le dijo a BBC Mundo que episodios como el de Guayaquil "no ocurren sin una larga historia y de larga data por detrás y, sobre todo, no ocurren sin la participación del Estado".
Tapia asegura que "existe una elevada corrupción en los funcionarios penitenciarios" de Ecuador y pide "cuestionar seriamente el origen del armamento que se está utilizando en estos eventos sangrientos".
También apunta al hacinamiento como "factor crucial" para explicar lo ocurrido, ya que, según ella, "todas las prisiones en el país están por encima de su capacidad y no permiten una vida en condiciones dignas".
Medios ecuatorianos dicen que la violencia es el resultado de una disputa entre bandas locales afiliadas a dos poderosos carteles mexicanos, Jalisco Nueva Generación y Sinaloa, que operan en el país.
Después de la segunda masacre carcelaria, cometida el pasado mes de julio, Fausto Cobo, entonces director del sistema carcelario del país, dijo que Ecuador "estaba infestado por la criminalidad y el narcotráfico".
Ecuador: 4 claves que explican qué hay detrás de la masacre carcelaria que dejó al menos 116 muertos, la peor de la historia del país
- Norberto Paredes @norbertparedes
- BBC News Mundo
Al menos 116 fallecidos y cerca de 80 heridos, todos presos.
Ese fue el saldo que dejó este miércoles el último enfrentamiento entre bandas rivales en el Centro de Privación de Libertad Número 1 en Guayaquil, Ecuador, un evento que se convirtió en el más sangriento de la historia carcelaria del país.
La mañana del martes un gran número de detonaciones de armas de fuego y explosiones en varios pabellones del recinto activaron las alertas de las autoridades.
Tras una intervención policial, los agentes encontraron cadáveres tiroteados y huellas dejadas por granadas en los pabellones de la penitenciaría.
Según la prensa local, varias víctimas fueron mutiladas. En cinco casos hubo decapitaciones. En otros, cortes de extremidades.
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En la mañana de este jueves las autoridades retomaron el control "total", según el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas privadas de libertad y Adolescentes Infractores (SNAI).
Este es el tercer motín que se registra en una cárcel ecuatoriana en lo que va de 2021, tras los ocurridos en febrero y en julio, que dejaron 79 y 22 muertos, respectivamente.
En este artículo te explicamos 4 claves que explican qué hay detrás esta nueva masacre.
1. Lucha de poder
El presidente Guillermo Lasso calificó de "lamentable" que las bandas delincuenciales "pretendan convertir las cárceles en un territorio de disputa del poder", antes de decretar el estado de excepción nacional en las prisiones.
Luego, la fiscalía confirmó que los principales detonantes de los enfrentamientos habrían sido la lucha "por ostentar el poder" en el recinto penitenciario y la intención de las autoridades de trasladar a los cabecillas de organizaciones delictivas a otros centros penitenciarios del país.
En los centros carcelarios ecuatorianos operan varias bandas delictivas y cada una de ellas busca hacerse con el máximo poder de las cárceles y están ligadas al narco mexicano.
"Una es la megabanda de Los Choneros, que está ligada al Cártel de Sinaloa; otras son los Tiguerones, Los Lobos y Los Largartos, que están ligadas al Cártel de Jalisco Nueva Generación", le dice a BBC Mundo el coronel Mario Pazmiño, exdirector de inteligencia militar y ahora analista en seguridad y defensa.
"Estas bandas se enfrentaron entre sí por un control territorial. Trataron de tomar el Pabellón 5, en el que ya estaba una estructura delictiva. Esto desencadenó un enfrentamiento. Mataron a algunos inicialmente y luego vino la represalia", resumió.
Sólo en el Pabellón 5 hubo más de 60 muertos. Pero la violencia se extendió rápidamente a otros puntos del Centro de Privación de Libertad Número 1.
2. Narcotráfico
Los Choneros, Los Lobos y Los Largartos, entre otras bandas, no sólo se disputan el liderazgo de la cárcel.
El portal especializado Insight Crime explica que los grupos criminales ecuatorianos tradicionalmente operan de manera fragmentada, actuando fundamentalmente como subcontratistas de organizaciones criminales extranjeras.
El director del Centro de Inteligencia Estratégica de Ecuador, Fausto Cobo, dijo a Reuters que la violencia está "conectada con otros temas graves" al ser consultado si los enfrentamientos estaban relacionado con el narcotráfico.
"Este es un tema que va más allá del asunto penitenciario, ésta es una amenaza contra el Estado ecuatoriano".
Lo que se disputan las bandas ecuatorianas no es cualquier cosa. Como también destaca Insight Crime, en los últimos años Ecuador se ha convertido en la "autopista de la cocaína hacia Estados Unidos y Europa."
Según fuentes de antinarcóticos citadas por el portal, como resultado de los cambios de estrategia de los narcotraficantes colombianos, "más de un tercio de la creciente producción de cocaína en Colombia llega actualmente a Ecuador".
El año pasado, la Policía Nacional decomisó 128,4 toneladas de droga, la mayor incautación en la última década, según datos del Ministerio de Gobierno ecuatoriano.
Estas cifras muestran que el narcotráfico en Ecuador está en aumento.
"Las bandas necesitan mantener el control, especialmente en las cárceles de Guayaquil, pues ahí está la principal ruta y el punto de partida: el Golfo de Guayaquil y el Puerto de Guayaquil", explica el exjefe de inteligencia Pazmiño.
"De allí sale más de la mitad de toda la cocaína que ingresa desde Colombia", añade.
Pazmiño recuerda que como en Guayaquil operan tanto el Cártel de Sinaloa como el de Jalisco Nueva Generación, cada banda asociada "necesita atemorizar" a su rival.
"Necesitan establecer un control territorial y eso lo hacen a base de fuego y sangre. Esta situación no sólo se ve en las cárceles, sino que es un reflejo palpable de lo que se vive en algunos barrios de la ciudad de Guayaquil, en los que se ven combates permanente por el otro problema: el microtráfico".
3. Corrupción
Según el informe "La crisis del sistema penitenciario en Ecuador", publicado en 2006 por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), en las cárceles ecuatorianas opera un sistema de corrupción fundado en una relación personalista entre funcionarios e internos.
El coronel Mario Pazmiño asegura que, 15 años después, no sólo todavía es así, sino que la corrupción se ha intensificado.
"Hace 15 años no había una penetración tan grande del crimen organizado transnacional en el país. Creo que este tipo de acción en el sistema carcelario se ha incrementado por la presencia de las megabandas que controlan directamente el sistema carcelario", afirma.
Según el experto, las bandas manejan un primer círculo, en el que está la Policía Nacional, pero también círculos que involucran a los guías penitenciarios y a los mismos administradores de estos centros "amenazados por las megabandas", precisa.
En julio pasado, Fausto Cobo, entonces director del SNAI, la institución que rige todas las cárceles en Ecuador, advertía que la crisis en las prisiones del país es efecto de la influencia e infiltración del narcotráfico en todas las instancias del Estado.
Fin del contenido de Twitter, 1
Una de las formas de la corrupción en las cárceles ecuatorianas se da a través del contrabando de mercancías.
Como la comida que se reparte en los centros es típicamente de mala calidad, muchos reclusos dependen de sus familias para alimentarse.
Pero el ingreso de los alimentos no es gratis.
"Hacer pasar una botella de agua puede costar cerca de US$4", explica Pazmiño.
Y el comercio no se limita a productos alimenticios: "Un cartucho puede costar hasta US$5, un revolver hasta US$4.000, un fusil puede estar sobre los US$15.000 y un teléfono US$500. En fin, todo tiene un precio".
4. Hacinamiento
Si bien se ha reducido con respecto a años anteriores, el hacinamiento sigue dificultando la adecuada gestión de las cárceles ecuatorianas.
Según el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH), la capacidad carcelaria ecuatoriana es de 28.500 personas.
Pero en mayo de 2019, cuando el gobierno decretó el primer estado de excepción, el número de reos sumaba 41.836, un hacinamiento del 42%.
Desde entonces, el número se ha reducido, pero no lo suficiente.
Según cifras del SNAI, los aproximadamente 38.000 presos en el sistema actual suponen un hacinamiento del 33%.
Y las cárceles de Cuenca, Guayaquil y Latacunga concentran el 70% de todos esos reos.
Como explica el sitio especializado Insight Crime, la superpoblación de las cárceles es un fenómeno regional que resulta en problemas de derechos humanos y en la falta de control sobre los sistemas penitenciarios.
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