jueves, 30 de septiembre de 2021

¿Cómo llegamos de la traición, a la pobreza brutal, la violencia salvaje, y las olas migratorias en Ecuador?











Un día  de fui  de 1976 a defender la vida de los pobres, en especial de los campesinos en Muisne,  como aliado de la ORGANIZACION CAMPESINA MUISNE ESMERALDAS, OCAME,  creada por los curas del la Teología de la Liberación Julian y Graciáno Mason, y luego de 46 años de hacerlo, con ellos y pobres de todo el país, los pobres me arrastraron a su pobreza.


 Fue como tratar de salvar a alguien que se está ahogando, salvé a casi todos los que fueron mis pacientes,  me jugué la vida enfrentando a sus opresores y enfermedades, pero ellos no me ayudaron cuando dependía de  respaldo, por el contrario me dieron la espalda,  se fueron con sus opresores, como cuando defiendes a una indígena de la brutalidad de su marido y ella se vuelve  en contra del que la defiende.
 Me ayudó lo que mi padre me dejó como herencia,  y de lo  pude defender de la codicia de mi madre y mis hermanos.
 Entonces comprendí que pelear  por los más pobres y los más débiles no es un buen negocio, excepto cuando eres parte de un partido, y los partidos políticos son un grupo de amigos, que se unen para llegar al poder, esto es,  apropiarse temporalmente de lo que no es suyo, ni lo será, para eso inventan ideales, programas de gobierno, promesas, que son como cuentos o canciones de cuna para dormir a los pueblos, hechizar a sus seguidores y finamente volverlos tontos útiles.
 Siempre creí que los partidos políticos y las religiones tenían algo en común, sedar a las masas, pero me afilé al Movimiento Alianza País en el 2008, en gratitud a que el gobierno de Rafael Correa, me dio trabajo como médico, en uno de los lugares más pobres y conflictivos de la frontera norte, con el salario de médico rural,   donde se libraba el llamado Plan Colombia, o Guerra al narcotráfico de George Bush hijo, en la provincia del Carchi. 

  
Pronto vi como los Alianza País violaban la Constitución del 2008, que ellos mismos habían creado, porque en este país, desde los tiempos de la colonia,  el que hace la ley hace la trampa.
Durante las elecciones para los nuevos asambleístas y el presidente,  después de la Consulto Popular para aprobar la Nueva Constitución, uno de los candidatos de Alianza País, nos obligó a los médicos, a entregar su publicidad, algo que expresamente prohibía la Constitución, pues no se podía usar los recursos del estado para favorecer a los candidatos de ningún partido.
Pero lo más triste,  fue ver como luego de hacer campaña,  para ganar las elecciones locales del 2015  en el Cantón Atacames,  al esposo de una asambleísta alterna de Alianza País,  que tenía el restaurante donde todos los días comía en Tonchigue, cuando fui médico del Seguro Social Campesino en ese lugar,  la burocracia del partido  y los médicos del hospital de Esmeraldas, recién construido por Correa,  la abandonaron, en  el peor momento, cuando su esposo  tenía cáncer,  violando  la constitución que les obligaba a  protegerlo hasta su muerte,  con más razón a haber luchado con plata y persona,  como militante de Alianza País.
El  haber sido el médico en la zona del desastre, por el terremoto del 16 de Abril del 2016, en la Reserva Galera San Francisco, Cantón Musine, con réplicas durante casi un año, en que hubieron mas de 3500,  de colaborar en  la extraordinaria gestión del vicepresidente  Jorge Glas,  para ayudar a los damnificados, con casas, escuelas, colegios, hospitales, carreteras. puentes,  alimentos medicinas, agua, cocinas, ollas, carpas, cobijas,  visitas domiciliarias por un año, no evitó ser traicionado por los de Alianza País, mi partido.  
Defendía  la gestión de  Correa,  de la derecha  que lo acusaba de haber robado al país miles de millones de dólares, porque yo había visto las obras, o la ayuda a los más pobres y perjudicados,  durante una década.
  Tuve una discusión en restaurante de la playa de Same,  durante la campaña electoral para las elecciones del  2017, luego de la cual fui atacado a traición, en la oscuridad de la noche,  de forma  brutal   por dos miembros del CREO y del Partido Social Cristiano,  el 24 de Noviembre del 2016.

Quedé con vida por milagro, alguien apareció para detener a mis agresores.  El tratamiento requirió hospitalización e intervención quirúrgica, el día 12 de enero del 2017 en el IESS del Batán en Quito. 
Por este delito  procedí a una demanda penal contra mis atacantes,  en las cortes del cantón Atacames, que fue un gasto inútil, que solo benefició a mi abogado, pero no sancionó a los agresores. 
  Esto me llevó a confirmar que la justicia en Ecuador no había cambiado con el gobierno de Correa, sólo había mejorado su infraestructura, algunos procedimientos como las fiscalías de flagrancia o   el número de jueces,  fiscales o secretarios, pero la práctica continuaba siendo un juego sucio, que Lenín Moreno uso muy bien contra Correa, quien lo tuvo de vicepresidente por 6 años, y como representante ante la ONU por otros 4.
Desde entonces la justicia ha   empeorado, porque los estudiantes de derecho aprenden como  ganar juicios a como dé lugar, sin escrúpulos, ni consciencia.  Aprenden a hacer trampas usando las leyes.

Dos meses más tarde, siendo aun presidente Rafael Correa,  fui despedido, sin que hasta el momento sepa la causa, pero esto sucedió luego de que mi hermana Pilar, miembro de Alianza País,  amiga de Richad Espinoza, el esbirro y ladino de Correa,  director del IESS, me amenazara el enero del 2017 con mi despido, por haber legalizado unos departamentos que me pertenecían y ella los quería.
Después de eso fui a la sede de Alianza País para pedir que se haga justicia conmigo, pero  Doris Solís, la directora del movimiento,  ni me recibió,  no hizo nada,  era una diosa envanecida con su propia imagen,  alguien muy distante de nosotros los miembros del partido,   tenía como oficio convertir al partido en una agencia de publicidad electoral,  fabricar candidatos,   hacerle creer a Correa y al país que sus candidatos,  eran  humanos ejemplares, llenar la listas para cargos públicos ,  para financiar las campañas, y ganar elecciones.  A Doris Solís ya la conocí antes,  como ministra de otros gobiernos como del coronel Lucio Gutierrez,  en el ministerio de Turismo,  o en el de Palacios,  en Cultura y Patrimonio, era una política profesional, que bailaba al son del gobernante que le pagaba, una socialista que le gustaba el dinero, la fama y el poder.
Cuando llegó el nuevo gobierno de Lenín Moreno, ni el Ministerio de Trabajo,  el Consejo de la Judicatura, o la Defensoría del Pueblo, me ayudaron a retornar a mi trabajo.  
Entonces descubrí, que desde  mi hermana, hasta Richard Espinoza,  Lenín Moreno o los 50 de los Asambleístas miembros  de  Alianza país que traicionaron a Correa, eran unos practicantes de la hipocresía,  de la doble moral, del doble discurso, de una doble vida.
Correa al final de su mandato fue un juguete de la jerarquía del partido, que lo usaba como Caballo de Troya.  Nunca  leyó la carta que en enero del 2017  le entregué en el Palacio de Carondelet a su secretaria,  advirtiéndole de la traición que se venía,  a partir de un movimiento llamado Nueva Generación, que se fraguaba dentro de Alianza País, liderado por  Lenin Moreno junto a los primos Espinoza, Richard y María Fernanda,  la ex ministra de defensa, cultura y delegada ante la ONU. 
  La secretaria que recibió mi carta,  fue la misma que  en el 2020 lo incriminó,  mediante unos cuadernillos inventados por ella,  en los sucesos por los que se le juzgó y sentenció a Correa a 8 años de prisión y 25 años sin vida publica, por  el caso Sobornos.
  Esa secretaria impidió que Correa sepa siquiera de mi existencia.   Correa no sabía donde estaba parado, que pasaba a su alrededor,  lo tenían  ocupado en inauguraciones diarias, mientras a sus espaldas se tejía la trampa en la que cayó.
Han pasado 5 años desde que perdí la posibilidad de jubilarme, pues no pude volver a tener una trabajo asalariado,  he tenido que sobrevivir a los 65 años con los recursos que me dejó mi padre, pues los pobres y campesinos,  el partido, el presidente, por los que me jugué la vida y trabajé,  me dieron la espalda, me dejaron abandonado a mi suerte, pero lo que me pasó,  es lo que pasa a  los Cristos, que terminan crucificados desde hace 2000 años.
Ahora Correa, Glass, sus mejores y más leales colaboradores, están como perseguidos por la justicia, o presos.
  Los que recibieron las casas, las obras, los derechos, los beneficiarios de la Revolución Ciudadana, no tienen empacho en botar por un banquero que les robó a ellos,  a sus padres,  durante el gobierno Jamil Mahuad,  en que hubo el Feriado Bancario.  donde Lasso fue el super-ministro de economía,  luego el mayor beneficiario de esa quiebra bancaria, en el gobierno del Coronel Lucio Gutierrez,  que incluso lo nombró embajador itinerante,  le pagó por los  pagarés, que emitió el gobierno de Noboa,  el  vicepresidente sucesor de Mahuad,  pagarés que Lasso los compró a precio de gallina enferma, pero cuando los cobró por su valor real,  llegó a  tener mas de 4 mil millones de dólares, y 40 empresas en Panamá.
El tener empresas en Panamá debió ser el impedimento para ser candidato a presidente,   como lo prohiben las leyes de Ecuador.
Hoy cuando ya he vivido la campaña del  2020,  volví a ver a los seguidores de Correa, agruparse mediante pequeños grupos herméticos,  que ya se repetían los cargos y los negocios públicos,  antes de ser poder.
Aquellos grupos me recuerdan a los de las sectas secretas como los  Masones o Iluminati de los tiempos de la  Independencia de los Estados Unidos y Sudamérica,  hace dos siglos, en  que crearon a Simón Bolívar, Washington o San Martin, y que nos convirtieron en 33 naciones que se peleaban entre sí luego de su independencia, y terminaron en el patio trasero de los Estados Unidos,  eran los mismos   que usaron a Correa como Caballo de Troya.
Estamos en un nuevo tiempo que luego de la pandemia, lo está cambiando todo, gracias el celular, la Internet, y las nuevas formas de trabajo, estudio, o comunicación. En este laberinto en el que estamos atrapados, los partidos, como se creaban y se organizaban desde hace 200 años, en que nos independizamos de España, está cambiando bruscamente. 
Hoy, ya nos somos ciudadanos, como lo hemos sido desde 1830, sino que somos internautas, y esto significa ser personas, individuos con personalidad, con la capacidad de decidir por nosotros mismos en todo,  desde la ropa que queremos usar, los hijos que que queremos tener, lo que comemos, o a donde vamos.  Algo que en el socialismo de la URSS,  era imposible, porque el estado decidía todo, lo que debes saber, como te vistes, que estudiar, y si podías o no ir de un lugar a otro,   o en China,  que el gobierno decide el número de hijos, en que trabajar, donde vivir, etc.
En el capitalismo,  el dinero se convirtió en el verdadero dios,  es la felicidad en sí mismo, sin dinero no es posible ser feliz, y sin dinero no se tienen derechos, libertad, familia, o justicia.  
El dinero, al igual que el conocimiento y la política no tienen ética, ni moral.  El dinero vale por si mismo,  no por su origen, ni por su uso.  Política es hacer lo posible, lo conveniente,  no lo correcto. La moral y la ética es lo que dicen y lo que nos obligan los que están en el poder.
Ante esta disyuntiva, vemos que al convertirnos los seres humanos en el principal problema del Planeta Tierra, en la causa de la llamada Quinta Extinción, del Cambio Climático, de la capacidad de destruir el planeta,  de destruirnos con la contaminación,  o las armas de extinción masiva, como las armas nucleares, o las armas biológicas, los seres humanos que van adquiriendo conciencia planetaria y dejando atrás la llamada conciencia ciudadana, de súbditos de un rey o de fieles creyentes de algún dios, le dan la espalda a los gobiernos y gobernantes que pretenden mantener a sus países en el pasado, o regresarnos a él.
 Lo que nos resta es aprender a luchar contra el neoliberalismo y contra los socialismo que concentran el poder. la riqueza o los conocimientos en élites, en un pequeño grupo de  partidarios, o en fanáticos seguidores de dogmas religiosos y políticos, que envolvieron a los seres humanos en trágicas guerras, en la destrucción del ambiente, o en la autodestrucción.
Es necesario inventar  nuevas formas de acceder al conocimiento, al poder y a la riqueza, de manera que no se perjudique a otros, a la naturaleza,  ni a nosotros mismos.  
Pero lo más importante,  es como no ser presa fácil de candidatos, partidos, religiones, noticias, que nos convierten en masa, en multitud anónima, en nadie, en los descartables de los que habla el Papa Francisco, en electores o votantes dóciles, que luego de votar vuelven a ser anónimos, sicarios, mercenarios,  nazis, fascista, supremacistas, fanáticos, o serviles, hoy llamados servidores públicos,  policías,  o militares autómatas, con prohibición de pensar, decidir,  a merced de gobiernos o gobernantes,  que los pueden descartar o reemplazar en cualquier momento, que nos lleva a guerras  para matarnos entre nosotros, como hoy pasa en las cárceles y calles del país, en esta guerra al narcotráfico y a la narco guerrilla,  sin derecho a opinar, reusarse, oponerse al abuso, a la maldad, a la corrupción, al engaño.
Vivimos la tragedia de los que nunca tuvieron pero llegan a tener y locos se quieren volver,  como Pablo Escobar en Colombia o Lenín Moreno en Ecuador.
Esto pasó  con buena parte del millón cuatrocientos mil miembros de Alianza País,  que se entregaron a la traición,  a  los juegos  de Lenín Moreno, de  la Embajada de USA, de los medios y hoy respaldan a Lasso, luego de convertirse en felices propietarios de una casa, o una beca en los tiempos de Correa.
La pandemia, es  el caldo de cultivo de la narco guerra, dentro de las prisiones,  en las calles,  nos ha convertido en importantes exportadores de drogas, y de emigrantes, lo que significa que el gobierno de Lasso no puede, hasta el momento, contener el deterioro social, económico y moral,  que empezó con en el seno de Alianza Pais,  produjo la  ceguera de Correa, la traición de  Lenín Moreno y nos ha llevado al gobierno de Lasso. 
 Al parecer,  lo único bueno del gobierno de Moreno,  que  es que nos hizo ver la podredumbre al interior de su cuerpo, su alma y del partido de Alianza País,  que hoy pretende engrosar nuevamente las filas del movimiento Revolución Ciudadana, porque Alianza País tienen partida de defunción, luego de su rotunda derrota en el 2020.   
Es un grave error el volver a admitir a los traidores, como parte de naciente movimiento Revolución Ciudadana,  de los seguidores de Correa, porque Alianza País permitió ver de cuerpo entero a los canallas,  que hasta hoy, tienen en la cárcel a Jorge Glas y a Julián Assange.  Alianza País fue y es el refugio de los que viven el oportunismo, la doble moral, la hipocresía, de los  llevan la traición en el alma.
El haberlos vuelto a incluir como aliados de Correa, es marcar el fin del movimiento Revolución Ciudadana, y anuncia  una posible  derrota en las elecciones locales el 2023.

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