El 16 de Abril del 2016 Ecuador sufrió el peor desastre natural desde 1949. El terremoto fue 7.8 de magnitud, y afectó a la costa centro norte de Ecuador. Su epicentro Pedernales, una población a menos de 60 kilómetros de donde estoy trabajando como médico: La Reserva Marina Galera San Francisco.
Los pueblos a los que tengo que atender, van desde Galera hasta Bunche y comprenden Galerita, San Andres, Estero de Plátano, Quingue, Caimito, Tóngorachi, Tóngora, Cabo San Francisco y Bunche. Trabajo para el Seguro Social Campesino, con base en dos dispensarios el Dispensario de Quingue y el Dispensario de Tongorachí, frente al Colegio del Cabo San Francisco.
Llegué a trabajar en la zona desde Tonchigue, una población cercana a donde actualmente tengo mi lugar de reposo que está en Same. Estos lugares al igual que Atacámes y Tonsupa también sufrieron con el primer sismo y luego con otro en el mes de diciembre del este mismo año, que cuarteo el departamento que arriendo, pero por suerte no afectó a las columnas.
El sismo del 16 de Abril cuarteó un departamento que arrendaba a inquilinos en el edificio de la que fue la Mutualista Vargas Torres, frente a la gobernación de Esmeraldas, que fue el edificio mas afectado de la ciudad; por suerte no afectó a la las columnas y se están reconstruyendo los departamentos con la ayuda del gobierno de Rafael Correa, pero como es una herencia en disputa por todos los que somos los herederos del Dr. Luis Moreno Cordero, me da lo mismo si sigue o no como lo dejó el terremoto.
En los pueblos la gente fue a vivir en casas de plástico y caña dadas por la organización campesina UOCE, en unos galpones metálicos de otra fundación que se lo dieron sobre todo a Bunche y en los campamentos donde fue a refugiarse sobre todo la gente de la Isla de Muisne. Tras el terremoto la isla se ha hundido, por lo que se espera que en cada aguaje, que es cuando el mar aumenta su nivel cada 15 días, el mar penetre por las calles entrando por la playa y saliendo por la parte posterior de la isla donde hay manglares. El gobierno le ha pedido a la gente que deje ese lugar y la zona mas el manglar y el área marítima circundante ha sido declarado Reserva y la reserva de Manglares que antes tenía solo 15.000 Ha, ahora tiene 50.000 como la Reserva Marino Costera donde trabajo.
Se está al momento construyendo un nuevo poblado llamado Nuevo Muisne, en la intersección de las carreteras que llevan a Muisne y al Cabo San Francisco, cerca de Bunche, para lo que se están aplanando suelos que son montañosos y de un lodo difícil de trabajar. En tanto aun hay familias que viven en los tres albergues que tiene el gobierno.
Estos albergues tuvieron un gran impacto social, pues cambiaron la manera de vivir de la gente. Es que la gente de Muisne, eran familias carentes de disciplina, de orden. Los hombres estaban prestos para el baile y la farra, al igual que las mujeres. Este cantón es considerado el cantón mas pobre del país a pesar de ser el más rico en recursos naturales y de estar en una de las mejores posiciones geográficas del Ecuador costero, próximo a Colombia a Manabí y Quito, la Capital. Su problema ha sido la calidad humana. Desde su origen fue dirigido por avezados pícaros que llegaron desde Manabí y la Sierra a apropiarse de tierras. Personas analfabetas, ambiciosas y si ningún escrúpulo que convirtieron a esta zona primero en proveedores de tagua y caucho, luego de bananas, en grandes, por no decir enormes haciendas ganaderas, en productores de camarón destruyendo ilegalmente el manglar del que se apropiaban mediante leguleyadas. violencia y trampas, luego el enriquecimiento vino del trafico de emigrantes de forma ilegal a Estados Unidos , España o Italia, desde la crisis bancaria y hasta que terminó siendo zona de refugio de narcotraficantes y hasta submarinos para llevar drogas. Es que de llevar personas hasta México ya se hizo fácil lleva drogas.
Pedernales era sin lugar a duda el pueblo mas floreciente de la costa norte de Manabí y en apenas 15 años se convirtió en un polo de desarrollo urbano y turístico, gracias a lavado de dinero del narcotráfico.
Llegue a trabajar como médico la primer vez en 1981-82, como el primer médico rural que trabajó en el Subcentro del Ministerio de Salud. A los pocos meses de haber llegado sucedieron dos hechos trascendentales en la vida del Ecuador, el primero fue la muerte del presidente recién electo, el primer presidente luego de una década de dictaduras, Jaime Roldós, que murió de manera sospechosa de la misma forma que murió el presidente de Panamá el general Omar Torrijos, ambos murieron en el mismo tipo de avión y casualmente los dos habían sido declarados enemigos del gobierno de los Estados Unidos, el primero , Roldós por apoyar la Revolución Sandinista de Nicaragua a donde a mas de enviar ayuda material fueron algunos de mis compañeros que estaban en el último año de medicina para ayudar. Omar Torrijos, consiguió lo que parecía imposible, que tras 100 años de arrendamiento Estados Unidos devuelve a Panamá su Canal. El segundo evento trascendental fue la llegada del Fenómeno del Niño, que cada 20 años solía llegar a causar estragos en el país y luego de su llegada, con inundaciones, desastres y caos, la vida de Ecuador se reordena. Solo que se ordenó de la peor manera imaginable, se instauró la corrupción de los partidos políticos como forma de gobierno.
Aquel año de mi rural, llegué recién casado con una joven que fue vice-reina de belleza del Ecuador, y trabajaba en el Puerto de Balao como secretaria, y recién se había graduada de psicóloga educativa. Una muchacha que no había vivido en el campo y que ciega de amor llegó acompañándome a pasar dramas que iban desde el ataque de congas, escorpiones, culebras y avispas hasta la falta de vías, el encierro por meses en el pueblo, la falta de agua, de electricidad. El dispensario no tenía nada, al igual que la residencia del médico, durante el año que estuve logré equiparlo y desde entonces aprendí que lo peor del sistema de salud ecuatoriano eran las auxiliares, que solo dos desde entonces han sido correctas en su trabajo, el resto han sido gente que cobra sueldos y manejan un poder dentro de los pueblos, sin saber ni trabajar correctamente. Durante todo mi año rural no tuve auxiliar. mi esposa fue mi auxiliar de enfermería, la auxiliar no trabajaba y cobraba sueldo. Este mal lo sufro 34 años después con la auxiliar del dispensario de Quingue. De forma inexplicable este sistema de salud tanto del Ministerio de Salud y del Seguro Social campesino protegen a los más incapaces, incorrectos y picaros, perjudican a los más capaces, y esto lo he visto durante toda mi vida en estas instituciones. Los cargos de libre nombramiento en estas instituciones no lo ocupan los mas capaces sino los guardaespaldas de un jefe nombrado a dedo, y los sindicatos protegen a los mediocres. En este lugar hace 33 años trasladar pacientes graves, era épico, y para curar a los pacientes ante la falta de medicinas, tuve que asociarse con la curandera, Dona Brigida y con la partera Doña Vitalia. Treinta y tres años después, Brígida, a sus 84 años, sigue siendo mi principal aliada en el pueblo y Vitalia murió.
Mi regreso como médico al pueblo ha tenido tres momentos, el primero fue cuando tuve que irme de puñetazos en la carretera con un afiliado que fue a pedir mi cambio en Quito, solo por el hecho de tener 59 años. Es ahora parte de la historia del pueblo la pelea del médico con uno de los dirigentes del Seguro Social Campesino. Por este motivo se reunió como nunca los afiliados del dispensario de Tongorachi. Cuando me tocó defenderse de las acusaciones por mi actitud, le pregunté al director del los médicos del Seguro Social Campesino, el Dr. Carabalì que es de raza negra,- Dígame doctor si a usted le dicen negrito, usted no se ofende pero si le dicen negro de manera grosera usted reacciona ¿verdad? si a mi me dicen viejito no hay problema pero si me dicen viejo, pues le tengo que demostrar que viejos también pueden ser valientes y bravos. El segundo momento fue en la fiesta del pueblo el año 2015 cuando me atraganté con un pedazo de carne al comer, por 16 horas padecí la angustia de la asfixia, el problema no se pude resolver en el hospital de Muisne, ni en el del Seguro Social de Esmeraldas, y tuve dos colapsos de glotis, que son espasmos de la garganta que no permiten la respiración y de los que salí gracias a mis practicas de natación y yoga y a tener oxígeno a la mano, finalmente con un gastroscopio, que no tenía el Seguro sino el gastroenterólogo del Seguro en su consulta privada, se logró empujar el pedazo de carne al estómago y salvé mi vida. El tercer momento fue luego de una golpiza que recibí en Same, el lugar donde duermo y una playa de gente adinerada de Quito y de la Sierra. Precisamente dos de los pelucones aniñados, ricachones del lugar discutieron conmigo, en noviembre, tres meses antes de las elecciones. Yo defendí a Rafael Correa el presidente y ellos lo desacreditaban a el y a su familia, al final se sintieron sin argumentos, y cuando iba camino a mi apartamento, en la obscuridad, atacándome por la espalda me dieron tal golpiza que me fracturaron el hueso malar de la cara, y me patearon en el piso hasta complicarme con una hernia en el abdomen que tuve que operar .
Pero regresar al Cabo San Francisco ha significado un renacer, un volver a ser el médico del pueblo con el que empecé mi vida de médico, para reconocer lo que fueron mis fallas y hacer la medicina como siempre soñé hacerla, esto es salvando vidas, usando plantas medicinales, ayudo a superar dolores, enfermedades y al mismo tiempo sey un motor de cambio del pueblo, de manera que ellos no sean personas a merced a otro ser humano que pueda decidir la suerte y muerte de su seres queridos y de si mismos, o ser explotarlos hasta hacer de sus vidas una tiempo de miserias compartidas.
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