El gran deterioro físico psicológico y social que vive Ecuador, se ha visto multiplicado desde la quiebra bancaria del 1999, la inestabilidad política desde el 2000 al 2008 y por los gobiernos de Lenín Moreno del 2017 al 21, la pandemia del covid desde el 2020 y los 6 meses de gobierno de Guillermo Lasso.
En este período de tiempo, el mayor daño fue el que produjo la emigración de ecuatorianos, luego de la crisis bancaria, pues las personas que salieron fueron ecuatorianos económicamente activos, es decir que tenían capacidad de trabajar, esta capacidad la habían adquirido luego de un siglo en que el estado asume la educación y la salud de los ecuatorianos.
La gran quiebra bancaria de 1999 produjo la salida de mas de 3 millones de ecuatorianos, que en una población de 12 millones de habitantes representaba el 25 por ciento de los habitantes del país, y eran los que podían trabajar, es decir el 50% de los trabajadores, en un país con mas niños que adultos, quedando el país con niños, viejos, enfermos, que vivieron años de abandono, de desamparo humano, y aunque los emigrantes enviaban las remesas, que les dieron soporte económico a las familias y al país, hubo la fractura familiar, que tuvo un enorme impacto sicológico.
Los más golpeados fueron las clases media y baja, pues los ricos consolidaron su poder, se educaron en el extranjero, reemplazaron con máquinas a los trabajadores, multiplicaron sus ingresos, aumentando la brecha económica que hoy parece insalvable.
La clase media de personas estudiadas, sobre todo los trabajadores manuales, en especial las mujeres que emigraron a España y a Italia, fueron las mas exitosas, pues lograron trabajar en esos países donde la población vieja demandaba de servicio domésticos, y los trabajos en el campo, ya eran con maquinas que hacían menos rudo esto, dando a las mujeres oportunidad tambien en ese sector.
Pero la ausencia de la madre, y la multiplicación del alcoholismo, el consumo de drogas, los juegos electrónicos, la pornografía, el trafico de mujeres, y el narcotráfico, que invadió el país aceleró la descomposición social, el deterioro , moral y sicológico de la población.
Esto creí la llamada política de inclusión social, que permitió al millon cuatrocientos mil de descapacitados que quedaron como residuo de aqulla ola migratoria, al no poder emigrar, a los indigenas y los mas pobres que no podían pagar a los traficantes de personas, así como a las mujeres, la oportunidad de participar en la politica al ser más notables, ante la ausencia los que emigraron.
Desgraciadamente los discapacitados como Lenín Moreno, que llegó a ser presidente, o las indigenas como Diana Atamaint, y la actual presidenta de la Asamblea Nacional, o la fiscal general de la nación, Dina Salazar, nos mostraron que lo que quedó en el país, era lo peor de esos grupos sociales.
Diana Salazar, una afro-andina, Dianana Atamaint, una indígena Shuar, y Lenín Moreno, un discapacitado, que llegaron a los más altos cargos en el gobierno, tenían como fallas o su deterioro físico, o su deterioro moral, lo que dio origen a un gobierno en que el presidente convirtió a todo el país en botín, con el reparto de cargos públicos, carnets de discapacitados, hospitales, compras públicas de medicinas, vacunas o insumos en plena pandemia, de escuelas unidocentes, o empresas públicas, de becas, préstamos, o incluso el endeudamiento del país, y hasta el pago de impuestos se volvió botín, pues condonó a las transnacionales y las familias más ricas del país el pago de impuestos, por 4500 millones de dólares
La fiscal general trajo el llamado lawfare o persecución judicial a Correa y sus colaboradores, inventando pruebas, acelerando sentencias, omitiendo demandas como los INAPAPERS, que mostraban la corrupción del presidente Moreno, replicando lo que se hizo en Brasil con Lula, en Argentina con Cristina Fernández, en Bolivia con Evo Morales, siendo un títere de la Embajada de los Estados Unidos en los tiempos del asaltante del Capitolio, Donald Trump.
En tanto la presidenta del CNE Consejo Nacional Electoral, Diana Atamait, amañó las elecciones, para evitar la participación de Rafael Correa en ellas, traicionó a otro indigena, el candidato Yakuy Pérez, negándose a recontar los votos de la primera vuelta en las elecciones, para darle la victoria a Guillermo Lasso.
Ecuador vive el peor deterioro de la historia, visible en las masacres en las cárceles, en el sicariato en los puertos, en el creciente tráfico de drogas, la violencia intrafamiliar, o la descomposición de las familias, que nos ha llevado a una imparable nueva ola de emigrantes ecuatorianos, que ahorra arrastra a los niños hacia Estados Unidos y Europa.
La pandemia, ha multiplicado el deterioro a tal punto, que la izquierda latinoamericana y a los carteles de la droga se disputan el poder en nuestros países y nos ha convertido a los latinoamericanos en los bárbaros que quieren invadir Estados Unidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario