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miércoles, 29 de abril de 2020
Estados Unidos y Ecuador pagan con muertos el tener malos presidentes e...
Coronavirus en Ecuador: el reto de detener el avance del la enfermedad en las islas Galápagos
Al pensar en Galápagos puede que lo primero que le venga a uno a la mente sean tortugas gigantes o playas paradisíacas. Pero para Roberto Jiménez y su familia, es su hogar. Un hogar al que, debido a la pandemia de covid-19, no saben cuándo volverán.
“Primero nos dijeron que hiciéramos una cuarentena de 14 días. Luego, 10 días más y así llevamos más de 40”, le dice a BBC Mundo por teléfono.
Sus vacaciones de tres semanas en la ciudad costera de Salinas, donde su hijo mayor va a la universidad, se han convertido en un suplicio desde que el gobierno de Ecuador, uno de los países latinoamericanos más golpeados por el nuevo coronavirus, decretó medidas de confinamiento que incluían la prohibición de ingresar al archipiélago.
La pareja y sus tres hijos, de entre 6 y 19 años, están confinados en el minidepartamento que rentan para que el hijo mayor vaya a clase en Salinas. Tiene una sola habitación que hace de dormitorio, salón y cocina a la vez. “Y ya mis ahorros se están agotando”, lamenta Jiménez.
Como él, alrededor de 3.500 residentes de la provincia ecuatoriana de Galápagos se encuentran varados fuera de las islas desde hace más de un mes.
Ellos representan, según fuentes médicas locales consultadas por BBC Mundo, “el mayor desafío” al que se enfrenta este territorio, Patrimonio Natural de la Humanidad, a la hora de frenar la expansión de la covid-19.
El reto no es menor: se trata de más del 11% de la población del archipiélago, donde viven unas 30.000 personas. Allí, pese a que el acceso se restringió fuertemente el pasado 17 de marzo, ya se cuentan 86 casos de covid-19 y dos fallecimientos.
Las autoridades temen que estas cifras empeoren si todos regresan a la vez y sin la seguridad de que no portan el virus.
“La parte continental es muy importante para nosotros”, explica Jiménez, un guardaparques de 40 años. “Se sale por salud, a ver médicos que no hay en Galápagos, y, de paso, también a hacer compras para todo el año: ropa, medicamentos, electrodomésticos, cosas que no hay en las islas”.
Por eso, asegura, había tantos galapagueños lejos de casa cuando se suspendieron los vuelos comerciales a las islas.
Él viaja al continente cada año con su familia: “Estábamos paseando por Machala cuando oímos las noticias. Volvimos a Salinas pero, como teníamos los billetes para el 22 de marzo, ya no pudimos viajar”.
“La gente de Galápagos no está preparada para un sistema de estar encerrados porque somos personas que hemos crecido en un lugar muy tranquilo y en contacto con la naturaleza, un lugar donde puedes confiar en tus vecinos y dejar la puerta abierta”, afirma. “Mis hijos pequeños y mi esposa se están estresando… Necesitamos volver a nuestro espacio”.
Alta densidad poblacional
Detener los contagios resulta clave en una población altamente concentrada en apenas el 3% del territorio del archipiélago, donde el 97% restante es área protegida.
Por ejemplo, en islas como Santa Cruz, donde residen 18.000 personas, existen barrios donde la densidad poblacional está al mismo nivel de lugares tan hacinados como Hong Kong o Bombay, con entre 400 y 500 habitantes por hectárea; según un artículo del investigador del área de Manejo de Conocimiento de la Fundación Charles Darwin (FCD), Byron Delgado.
“Estamos actuando de manera preventiva en todo lo que podamos”, afirma Norman Wray, presidente del Consejo de Gobierno del Régimen Especial de Galápagos. Parte de esta prevención consiste en exigir una prueba de covid-19 con resultado negativo a los residentes que quieran regresar.
“Estamos actuando de una manera muy restrictiva y rigurosa, lo que quizá nos ha permitido obtener la respuesta que tenemos en este momento, en el que no hay una curva alta de casos críticos ni de emergencia”, asegura.
Los infectados en Galápagos presentan un bajo índice de hospitalización, le dice Wray a BBC Mundo en una llamada telefónica. La mayoría ni siquiera está en tierra firme: 48 son tripulantes del crucero Celebrity Flora. Uno de los fallecidos también trabajaba allí, como confirmó la compañía.
Sin embargo, Roberto Jiménez teme que, al ritmo al que se están tomando las decisiones de cómo hacer las pruebas, su familia no pueda volver hasta la segunda mitad de 2020: “Tanto tiempo no podríamos [estar fuera de casa]”.
Pero el temor de las autoridades es compartido por muchos galapagueños, como Ronny Sánchez, de 32 años.
“Ahorita estamos un poco a salvo porque se están manejando los casos infectados”, le dice a BBC Mundo por teléfono. “Pero a quienes estamos en las islas, nos preocupa que si a esa gente la quieren hacer entrar, pueda haber muchos más contagios”.
“Y, si hay más infecciones, va a haber un caos total en las islas Galápagos porque no tenemos hospitales de cuidados intensivos, no tenemos la maquinaria total para poder atender más casos”.
Sánchez, que vive en Santa Cruz, la misma isla en la que reside Jiménez; opina: “Yo, al menos, no estoy de acuerdo con que a esa gente la hagan entrar, por el momento”.
El “colapso absoluto”
Wray insiste en que el retorno de estas personas se hará de manera controlada y pausada, teniendo en cuenta criterios como si hay niños separados de sus padres, mujeres embarazadas o precariedad económica. Todos deberán ser testeados antes del viaje.
“Sobre todo nos preocupa la ciudad de Guayaquil”, dice en referencia a la localidad con más casos y fallecidos por coronavirus del país, donde se ha visto escenas dramáticas de cadáveres abandonados en la calle ante la saturación sufrida por hospitales y funerarias.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionEn Guayaquil se ha reportado el mayor número de muertes por coronavirus de Ecuador.
“Y justamente es en Guayaquil donde tenemos cerca de un 49 punto algo por ciento de gente que está allá”, explica.
BBC Mundo habló con galapagueños varados en Guayaquil que no quisieron que se diera a conocer sus identidades y ellos coincidieron en que viven con dos miedos: el de contagiarse del virus y el de ser puestos últimos en la lista de retorno por estar en la ciudad más afectada por la covid-19.
Wray no quiere dar una estimación de cuánto durará el proceso, pero sí admite que no va a ser “inmediato”.
“Podríamos hacerlo [traer a los 3.400 que están fuera]… Galápagos manejaba un ingreso de entre 1.000 y 1.500 personas diarias… Podríamos hacerlo en dos días, pero sería el colapso absoluto de nuestro sistema de salud”, concluye.
A gente como Jiménez le queda probablemente varias semanas por delante lejos de casa, a las que posiblemente se sume una cuarentena en un centro designado en las islas, algo que las autoridades todavía están evaluando.
Seguridad alimentaria en riesgo
Hasta antes de la pandemia, ninguno de los hospitales de las islas Galápagos contaba con una unidad de cuidados intensivos (UCI). Cuando la salud de los pacientes empeora, se les traslada al primer hospital del Ecuador continental donde haya una cama disponible.
El coronavirus ha obligado a esta pequeña provincia a equiparse a toda velocidad. “Estamos avanzando contrarreloj”, asegura Wray, cuya meta es alcanzar las 20 camas de UCI. De momento, han conseguido cuatro.
También afirma que se ha contratado a personal especializado en cuidados intensivos para los próximos tres meses y que, gracias a donaciones privadas, ahora tienen nueve ventiladores y han adaptado un laboratorio que estaba dedicado a las labores de investigación y conservación de la naturaleza para que ahora pueda realizar pruebas de covid-19.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionGalapágos quiere incrementar su número de camas en las salas de cuidados intensivos.
Pero el impacto sanitario no es lo único preocupante respecto a la pandemia en las islas. “El otro aspecto complejo es lo que tiene que ver con la seguridad alimentaria en Galápagos”, dice Wray.
“Nosotros tenemos una alta dependencia de productos importados del continente”.
La oferta de alimentos se está viendo afectada por la caída de la actividad económica: más del 75% de la economía de la provincia depende del turismo y, con el confinamiento, este se ha paralizado.
Wray asegura que esto ha hecho que haya menos dinero circulando por las islas y que, por tanto, cada vez cueste más llenar los barcos que traen alimentos desde el continente.
Si bien las autoridades trabajan con agricultores, ganaderos y pescadores para intentar “garantizar y fortalecer nuestras redes de producción local de alimentos”, el político admite que, al menos los dos primeros, son sectores muy pequeños.
¿Éxodo de las islas?
A nivel mundial, ya no hay dudas de que la covid-19 no solo está causando una crisis sanitaria, sino también económica.
Esto es lo que más preocupa a los galapagueños con los que habló BBC Mundo.
“Aquí, la mayor fuente de ingresos es el turismo, pero actualmente, no tenemos”, lamenta Ronny Sánchez, que tiene una agencia de viajes y trabajaba representando legalmente a compañías.
Coronavirus en EE.UU.: la pandemia de covid-19 ya ha matado más estadounidenses que la guerra de Vietnam
Derechos de autor de la imagenGETTYImage captionEstados Unidos es el país con más víctimas de covid-19.
En Estados Unidos la pandemia del coronavirus ya causó más muertes de estadounidenses que la guerra de Vietnam.
Este martes el número de fallecidos por covid-19 en EE.UU. llegó a 58.343. Estas muertes han ocurrido en menos de tres meses desde que se confirmara la primera muerte el 29 de febrero.
El número global de personas contagiadas supera los tres millones, más de un millón de ellas están en EE.UU., según datos de la Universidad Johns Hopkins.
En comparación, durante los casi 20 años de conflicto en Vietnam (1955-1975), murieron 58.220 estadounidenses, según cifras del Archivo Nacional de EE.UU.
En 1968, el año más mortal para EE.UU. en Vietnam, murieron 16.899 estadounidenses.
Estados Unidos es el país con mayor cantidad de muertes y contagios de covid-19 en el mundo.
Derechos de autor de la imagenGETTYImage captionLa guerra en Vietnam se extendió durante 20 años.
Su población de 330 millones de habitantes, sin embargo, es mucho más grande que la de otros de los países más severamente afectados como Italia o España.
Deborah Birx, una de las expertas que lidera el equipo de la Casa Blanca en la lucha contra el virus, ha dicho que EE.UU. tiene “una de las tasas de mortalidad más bajas en el mundo”.
Per cápita, la tasa de muertes por covid-19 reportada por EE.UU. es menor que la de España, Italia, Francia, Bélgica y Reino Unido.
Según el registro que lleva la agencia Reuters, entre los 20 países más golpeados por el brote, EE.UU. ocupa el quinto lugar en casos per cápita.
EE.UU. tiene cerca de 30 casos por cada 10.000 personas. España, que ocupa el primer lugar, tiene 48 casos por cada 10.000 personas.
Derechos de autor de la imagenGETTYImage captionNueva York es el epicentro del brote en EE.UU.
Las autoridades de Estados Unidos han advertido que el número de casos en el país podría ser mayor, ya que la escasez de personal entrenado y de materiales de trabajo ha limitado la aplicación de exámenes para diagnosticar la enfermedad.
Cerca del 30% de los contagios se registran en el estado de Nueva York, el epicentro del brote en EE.UU., seguido de Nueva Jersey, Massachusetts y California.
Un modelo predictivo de la Universidad de Washington, que suele ser citado por la Casa Blanca, estima que para el 4 de agosto en EE.UU. podrían haber muerto más de 74.000 personas por covid-19.
"Gran trabajo"
En una rueda de prensa el 27 de abril, un reportero le preguntó al presidente Donald Trump: “Si un presidente pierde más estadounidenses en el transcurso de seis semanas que las que murieron en toda la guerra de Vietnam, ¿merece ser reelegido”.
Derechos de autor de la imagenGETTYImage captionEl presidente Donald Trump ha insistido en que ha hecho un "gran trabajo" enfrentando la pandemia.
“Y, sí, hemos perdido a muchas personas, pero si miras las proyecciones iniciales eran 2,2 millones, probablemente nos encaminamos a las 60.000 o 70.000”, respondió Trump.
“Una persona ya es demasiado”, dijo el presidente, que busca la reelcción el 3 de noviembre.
Ante las preguntas de los reporteros y las críticas que ha recibido, Trump ha insistido en que su gobierno ha realizado “un gran trabajo” enfrentando la pandemia
EE.UU. supera el millón de casos de coronavirus: 5 claves que explican el impacto de la pandemia en el país
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionEl número de contagios en EE.UU. superó el millón.
Estados Unidos alcanzó un récord que lo confirma en el epicentro mundial de la crisis del covid-19.
Según cifras de la Universidad Johns Hopkins, el país superó el millón de contagios confirmados, mientras la cifra de muertos (más de 53.300 hasta este martes 28 de abril) en poco más de tres meses deja atrás otra barrera muy simbólica, la de los estadounidenses que cayeron en el largo conflicto de Vietnam (1955-1975).
Sin embargo, casi todos los expertos coinciden en que las cifras reales son mucho mayores y que probablemente nunca tendremos una idea clara del impacto real del coronavirus ni en EE.UU. ni en cualquier otro lugar.
Pero si es cierto que muchos se preguntan cómo la nación más poderosa de la Tierra no pudo evitar convertirse en el epicentro mundial del coronavirus.
En BBC Mundo te ofrecemos algunas claves para entender el manejo que ha hecho Estados Unidos de esta crisis.
1. La lenta respuesta del gobierno
Aunque Estados Unidos y Corea del Sur registraron sus primeros casos de coronavirus el mismo día de enero, la situación en ambos países tomó direcciones opuestas.
En pocas semanas, el gobierno de Seúl logró poner la crisis bajo control con un agresivo sistema de contención.
En EE.UU., sin embargo, aunque se prohibió la entrada a personas que hubieran visitado China, las medidas más fuertes para propiciar el distanciamiento social no comenzaron a aparecer hasta más de un mes después.
Y si en algo se ponen de acuerdo muchos epidemiólogos es que, para ese entonces, ya era demasiado tarde.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionEl doctor Anthony Fauci es la mayor autoridad en enfermedades infecciosas en EE.UU.
Incluso la principal autoridad en epidemiología del país, el doctor Anthony Fauci, jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, admitió que nadie negaría que medidas de mitigación tempranas podrían haber salvado vidas.
La Casa Blanca asegura que las medidas se tomaron en el momento oportuno y el presidente Donald Trump ha afirmado en numerosas ocasiones que ha manejado la crisis "muy bien" y que debería dársele crédito por haber actuado muy pronto.
El diario The New York Times publicó el 11 de abril una investigación sobre las alertas que Fauci y otros funcionarios trasladaron a la Casa Blanca insistiendo en que se tomaran medidas más agresivas desde finales de febrero.
2. El manejo y las controversiales declaraciones de Trump
La cuestionada respuesta del presidente de EE.UU. ante la crisis, sus declaraciones respecto al coronavirus y el uso de diferentes tratamientos (cuya eficacia no ha sido demostrada) han generado titulares y preocupación en la comunidad científica por más de dos meses.
En las últimas semanas, el mandatario ha sido señalado de un mal manejo de la crisis o de realizar declaraciones que podrían poner en riesgo de la vida de los estadounidenses.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionTrump minimizó el riesgo del coronavirus en el país.
En un inicio, el mandatario aseguró que el covid-19 era solo una "gripe", y que el virus se pasaría con "el calor" del verano como "si fuera un milagro".
El mandatario también ha expuesto el uso de tratamientos sin base científica que, según reportes de medios locales, habrían podido llevar a un aumento en las intoxicaciones y envenenamientos en EE.UU. con esos productos.
El más escandaloso en las últimas semanas fue cuando sugirió que el uso del cloro y otros desinfectantes para el hogar podrían servir para combatir el virus en humanos.
Posteriormente, la Casa Blanca aseguró que el presidente fue malinterpretado por los medios y que es otra vez víctima de noticias falsas de los medios de izquierda.
3- Los problemas con los tests
Los problemas que se registraron en Estados Unidos con los tests para detectar el coronavirus también dificultaron la batalla del país al principio.
Pruebas defectuosas que tuvieron que ser cambiadas o el limitado acceso a los exámenes estuvieron entre los obstáculos que retrasaron la respuesta al avance de la enfermedad.
Las complicaciones no acabaron con la distribución de los kits de los exámenes, pues a ello se sumó el difícil acceso a estos, incluso para personas que eran parte de grupos sospechosos.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionEE.UU. demoró en iniciar los test para detectar el coronavirus.
Con el tiempo, la situación cambió y para finales de abril, el número de tests que se realizaban cada día en el país creció, según estadísticas de The Covid Tracking Project.
Sin embargo, uno de los nuevos problemas que enfrenta EE.UU. ahora es el acceso a los test de anticuerpos para determinar el número de personas que ha sido afectada por el virus, uno de los pasos que los epidemiólogos recomiendan para volver a abrir el país.
4- El sistema de salud
El tema del acceso a las pruebas para detectar el coronavirus en Estados Unidos no se separa de otro más complejo: sus potenciales costos y el acceso al sistema de salud de los que requieran atención médica.
Más de 27,5 millones estadounidenses no tienen acceso a seguros de salud, según datos de la Oficina del Censo, lo que podría llevar a que muchos que presenten síntomas o requieran tratamiento no acudan a los hospitales por temor a los elevados costos.
Pero incluso para muchos que sí tienen seguros, los "copagos" que deben desembolsar -una cantidad de dinero que no cubren las aseguradoras y que en ocasiones puede ser de miles de dólares- también puede hacer que muchos desestimen la posibilidad de ir al médico.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionUna consulta sin seguro puede llegar a costar cientos de dólares.
Según datos de la ONG Commonwealth Fund, más de 44 millones de personas se encuentran en este último grupo, que se define como de "seguro insuficiente".
Los inmigrantes indocumentados, unos 11 millones, también suelen evitar buscar atención médica y eso aumenta los riesgos.
Pero no solo se presentan problemas con aquellos que no están cubiertos, también aquellos con seguros o con los llamados "seguros insuficientes", con una cobertura básica que solo cubre una pequeña fracción del coste de la consulta o tratamiento.
5- La descoordinación de los 50 estados
La diferente situación por estados en el país se ha puesto de relieve en medio de la pandemia de coronavirus.
Mientras algunos estados impusieron restricciones en una fecha temprana y declararon el estado de alarma adelantándose a la explosión de casos, otros territorios optaron por no hacerlo, lo que, a juicio de expertos consultados por BBC Mundo, pudo haber contribuido también a la escalada de contagios.
A pesar de que el país posee agencias nacionales como los CDC, cada estado cuenta con su propia infraestructura sanitaria pública y "parte del desafío se produce cuando no hay una estrategia nacional coordinada en el país y cada uno de los estados debe pensar en una estrategia de manera individual", contó a la BBC el experto de Harvard Thomas Tsai.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionCalifornia fue uno de los primeros estados en aplicar medidas como el distanciamiento social.
California es uno de los ejemplos de éxito destacados por los especialistas en salud pública, sin embargo, las imágenes de cientos de personas en las playas este fin de semana hicieron sonar nuevamente las alarmas.
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