Pandemia puede costar a Ecuador hasta 10 o 12 % del PIB
El presidente de El Salvador dijo: "La gente que tiene acceso a redes sociales o a medios de comunicación ha visto lo que está pasando en Ecuador por ejemplo, donde han levantado cientos de cadáveres de las casas, ni siquiera del hospital, de las casas, gente que vive con sus parientes muertos en la casa durante cuatro, cinco días porque el sistema está totalmente colapsado y tardan cinco días en llegar a traer su paciente muerto a la casa"00:00
.819 llamadas por violencia de género ha recibido el ECU911 durante la emergencia
12:49
Para muchas mujeres el asilamiento no es sinónimo de seguridad pues muchas la viven con su agresor.
Del 12 de marzo al 11 de abril, el ECU 911 ha recibido 6819 llamadas de emergencia por violencia de género, el 55% corresponden a las ciudades de Quito y Guayaquil, mencionó el director de la institución, Juan Zapata.
Se puede denunciar casos violencia de género a través del 911 o al 1800 Delito, opción 4.
Claudia Gray, directora del observatorio de género de la UTE, señala que la violencia no es únicamente física pues muchas mujeres en cuarentena viven mayor carga de trabajo no remunerado, mayor carga de cuidados, acumulación de estrés por lo que tienen más exposición a sufrir ansiedad y pánico.
Si bien la movilidad ha sido restringida en el país, el Sistema Nacional Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres permanece activo e informa que, en estos casos, es posible salir y denunciar.
Buen uso de la línea
Zapata nuevamente hizo un llamado a la ciudadanía a hacer un buen uso de la línea ECU 911, pues ha habido un incremento de llamadas de 7.5%, no todas son por emergencia. Un 43% de las llamadas corresponden al mal uso de la línea, inclusive, en días pasados, se mencionaba que los ciudadanos hacían bromas al personal del call center.
Antes de la emergencia sanitaria, el 75% de las atenciones que se articulaban correspondían a seguridad ciudadana, hoy esto se ha reducido al 55%, es decir 16 puntos porcentuales. “Sin embargo la Policía hoy tiene que atender emergencias que si tuviéramos un poquito más de conciencia las evitaríamos, que es el incumplimiento al toque de queda, el incumplimiento a las aglomeraciones”, dijo Zapata.
El 11% de las llamadas que se atienden normalmente tienen que ver con emergencias por salud, actualmente el porcentaje es de 33%. Es decir, un incremento de 169%.
Recomendaciones
Mujeres en asilamiento
• No minimizar ningún tipo de violencia porque esta siempre puede escalar.
• No perder contacto con familiares, amigas o redes de apoyo.
• Generar un código de seguridad con las personas más cercanas: un ícono, un sticker, una palabra específica en un mensaje de Whatsapp.
• Memorizar los datos de contacto de las personas de confianza porque el agresor desarticula a su víctima rompiendo el celular.
Fuente: Observatorio de género de la UTE
Mujeres en asilamiento
• No minimizar ningún tipo de violencia porque esta siempre puede escalar.
• No perder contacto con familiares, amigas o redes de apoyo.
• Generar un código de seguridad con las personas más cercanas: un ícono, un sticker, una palabra específica en un mensaje de Whatsapp.
• Memorizar los datos de contacto de las personas de confianza porque el agresor desarticula a su víctima rompiendo el celular.
Fuente: Observatorio de género de la UTE
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Quito, EFE
La pandemia del coronavirus puede costarle a Ecuador hasta un 10 o 12 % del PIB, teniendo en cuenta el peor de los escenarios previstos, aseguró el vicepresidente Otto Sonnenholzner, en una entrevista con Efe.
"El daño económico de la pandemia es muy grande. Se estima que puede llegar hasta el 10 o 12 por ciento del PIB (..) ¡Es duro!", afirmó al precisar que esa suma sería relevante para un periodo de "seis meses" de emergencia nacional.
El cálculo se basa en una "paralización económica" como la actual, que puede llegar a costar "de 2 a 3 puntos porcentuales" mensuales entre gastos directos de la emergencia sanitaria (médicos y logísticos), prestaciones sociales, caída del precio del petróleo y pérdida de la actividad comercial.
Personal de salud en Ecuador estaría al borde de sufrir ataques de pánico, ansiedad y depresión por COVID-19
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Decidir quién vive o muere, no tener los elementos de bioseguridad básicos, no poder salvar el número de vidas deseado, ver a colegas morir y el temor a contagiarse son algunas de las situaciones que está viviendo el personal de salud en el mundo al enfrentar al COVID-19.
Estas experiencias están causando trastornos psicológicos desde leves hasta graves a nuestros héroes de blanco. Son tan fuertes estas presiones que hay médicos y enfermeras que se han suicidado al verse impotentes ante la muerte de los contagiados.
Un estudio realizado por universidades chinas y estadounidenses, y que fue publicado por la editorial Elsevier, analizó la salud mental del personal médico y de enfermería en Wuhan, China, primer epicentro de la pandemia.
La investigación determinó que el 36,9 % del total del personal estudiado (994 individuos) tuvo trastornos de salud mental por debajo del umbral marcado para el estudio, el 34,4% padeció trastornos leves, el 22,4% presentó alteraciones moderadas y el 6,2 % tenía alteraciones graves inmediatamente después de la epidemia.
En Italia varios médicos y enfermeras se suicidaron debido a la presión que les generó atender casos de COVID-19. Foto: Archivo
Aunque en Ecuador, por ahora, no hay un estudio parecido, Daniela Ziritt, psicóloga y docente de la Universidad San Francisco de Quito, considera que el personal médico del país está padeciendo de una presión psicológica y emocional fuerte y sin medios para aliviarla.
“Parte de nuestros doctores, enfermeras, los conductores de ambulancias, los que dan primeros auxilios, bomberos o los que levantan cadáveres no cuentan con recursos para poder tener una estabilidad emocional, incluso la estabilidad laboral necesaria”, indica.
La especialista señala que el personal médico está constantemente expuesto al miedo de contagiarse que todo individuo siente, pero con la diferencia de que ellos tratan directamente con las personas infectadas: “Tienen una probabilidad de contagiarse y de morir mucho más alta que otras personas. Y esto se intensifica al saber que no cuentan con los recursos de protección necesarios y para tratar a los enfermos. Esto eleva el nivel de angustia y de estrés del personal médico”.
Un grupo de enfermeras ecuatorianas publicaron un video donde se denunciaba la falta de insumos y el contagio de COVID-19 entre el personal médico. Foto: Archivo
A esta presión se suma el aislamiento que deben realizar los especialistas para no contagiar a sus familias o amigos.
“Desde inicio de marzo alquilo una casa y me alejé de mi mamá. Compré alimentos enlatados. No puedo mantener contacto con las personas que me alquilaron el lugar o ir a una tienda. No tengo vehículo y camino dos kilómetros de ida y dos de vuelta para ir al hospital y evito contacto con otras personas”, dice una doctora de una casa de salud en Machala, en la provincia de El Oro.
Explica que donde labora mantienen la distancia de un metro entre los colaboradores, limpian superficies a cada momento: “Terminas tu guardia y luego piensas que en el trayecto a casa te puedes contagiar. Debes casi que desnudarte en la puerta y lavar todo eso. Todo el mundo te mira como si fueras fuente de contagio. Hay enfermeras a las que les han pedido las casas que alquilan porque piensan que les contagiarán el coronavirus. Nos dicen que somos héroes, pero en la realidad pasan estas cosas”.
En países como China se aperturaron hospedajes especiales para que los médicos tengan la seguridad de que no infectarían a sus familias.
La doctora añade que para ella aislarse de sus seres queridos ha sido menos difícil, ya que no tiene hijos, pero, afirma, hay situaciones dramáticas que vive el personal de salud.
“¿Qué pasa, y hay muchos casos, cuando un médico tiene de esposa a una enfermera y ambos están en la primera línea y tienen hijos? Si mueren los dos dejarán en orfandad a sus hijos. ¿Quién nos está cuidando? Nadie”, reprocha.
Comunicar la muerte de los pacientes a sus familiares también genera impacto emocional en los doctores. Foto: Archivo
Otra de las patologías que puede desarrollar el personal de salud por las situaciones derivadas de una pandemia es el síndrome de Burnout (quemado, fundido), dice Fernando Cornejo, director de posgrado de Psiquiatría de la Universidad Tecnológica Equinoccial.
Es un estado de agotamiento físico, emocional o mental que tiene consecuencias en la autoestima y está caracterizado por un proceso paulatino por el cual las personas pierden interés en sus tareas, el sentido de responsabilidad y pueden llegar a profundas depresiones.
Cornejo señala que este síndrome se genera por la excesiva carga laboral y el estrés que genera lo agresivo de la pandemia, sumado a la falta de insumos y medicamentos.
“Debe haber el suficiente personal para que se puedan dar reemplazos, para que las guardias no sean prolongadas, para que los médicos no asuman más tareas, especialmente en el sector público”, afirma.
En la salud pública del país hay déficit de especialistas. El Gobierno ha anunciado la contratación de doctores para luchar contra el virus. Además, se registran casos de personal médico que está aislado por estar contagiado, que ha solicitado vacaciones y no regresó o que renunció.
Las dimisiones, según Cornejo, se entienden ya que los médicos y enfermeras saben que están en una “guerra, pero sin armas”.
El personal de salud puede desarrollar el síndrome de Burnout.
“Es terrible. Yo ya no quiero ver ni noticias ni redes sociales. Apenas abro una red y me entero de que se murió un colega. Es triste. Estoy en realidad muy deprimido. Con miedo de morir”, dice un doctor contagiado de COVID-19 que pide la reserva de su nombre porque dice que sus vecinos hoy ven como un delito que sea médico, “peor si saben que no sale porque tiene el virus”.
Añade que por la falta de insumos, junto con sus colegas de un hospital compraron 1000 mascarillas N95. “Pero hasta la fecha nos entregan. Creo que nos estafaron”. .
Muchos de ellos (personal médico) deben de estar al borde de tener ataques de pánico, ansiedad, síntomas de depresión o estrés postraumático”. Daniela Ziritt, psicóloga
Una especialista que brinda sus servicios en una casa de salud pública en el sur de Quito afirma que es doloroso ver que pacientes fallecen en las salas de emergencia.
“Estamos tan afectados emocionalmente que no podemos conciliar bien el sueño. No nos sentimos protegidos. Tengo temor de tratar pacientes con el virus. No veo noticias porque eso afecta mi salud mental”. Ella junto con sus compañeros también han comprado insumos de protección “porque no dan o es escaso”. “Sin embargo, sabemos que Ecuador nos necesita”, señala.
Para garantizar la salud mental de sus profesionales los hospitales deben tener un departamento de psicología, reclama Ziritt.
Municipio de Guayaquil brinda apoyo psicológico por teléfono
Ayudar a la ciudadanía a superar las condiciones de aislamiento social y al personal que está en la primera línea de batalla contra el COVID-19 es el principal objetivo del servicio gratuito de telepsicología que habilitó, desde hace tres semanas, el Municipio de Guayaquil a través del número 04-372-7830.
Noventa profesionales de la Asociación Ecuatoriana de Psicólogos prestan sus servicios en esta línea. Varios de estos profesionales brindaron su ayuda luego del terremoto del 2016, cuyo epicentro fue Manabí, y son especialistas en manejo de crisis.
“Los usuarios que requieran atención psicológica se contactan con esta línea y el operador verifica cuál es el especialista que está de turno disponible y pasa la llamada”, dice Úrsula Strenge, concejala de Guayaquil.
Se busca promover el autocuidado, la capacidad de adaptarse a dificultades, manejo de duelo y ansiedad. El servicio está activo de lunes a domingo, de 08:00 a 20:00.
“El apoyo emocional en este momento de crisis es importante, ya que es natural experimentar en estos momentos estrés, ansiedad, miedo y esto provoca que nuestro sistema inmune se deprima. Ahora necesitamos una comunidad fuerte que podría enfermarse (de COVID-19), pero que su cuerpo y su mente estén lo suficientemente saludables para confrontar la situación”, dice Strenge.
Hasta el 6 de abril, 198 personas fueron atendidas en esta modalidad de psicología, según Strenge. La funcionaria señala que este servicio está abierto también para el personal que labora en los hospitales y tratan directamente con pacientes positivos de COVID-19.
“Además, lo pueden utilizar personal de la Policía Metropolitana, Agencia Nacional de Tránsito, Policía Nacional. Es para todos y para todo el país. Pueden llamar quienes tengan la necesidad de un soporte emocional”, añade.
Aunque para el personal médico, afirma Strenge, el Municipio está diseñando una estrategia para que “nuestros cuidadores estén cuidados”: “Ellos necesitan apoyo emocional, antes de los cambios de guardia. En los próximos días presentaremos la planificación que la estamos haciendo con un equipo técnico de la Dirección de Gestión de Riesgos para todos los que están en la primera línea de batalla en esta emergencia”.
Los profesionales de salud mental también ayudan a las familias con el manejo del duelo, ya que en Ecuador se acostumbra a inhumar a los seres queridos fallecidos y misas de cuerpo presente, pero que por la emergencia no se pueden realizar. Prescriben ejercicios emocionales.
Para Daniela Ziritt, psicóloga de la Universidad San Francisco de Quito, también es importante que se apoye mentalmente para que las personas no se desesperen al momento de estar aisladas socialmente.
Hay que comunicarle a la ciudadanía que el mensaje de quedarse en casa no solo evitará un posible contagio o muertes, sino que se está ayudando al personal médico en los hospitales, dice.
Hay que comunicarle a la ciudadanía que el mensaje de quedarse en casa no solo evitará un posible contagio o muertes, sino que se está ayudando al personal médico en los hospitales, dice.
“En nuestro país hay realidades sociales muy diversas y no todas las personas tienen la facilidad de quedarse en casa, pero tener esta distancia social, con las condiciones que tengamos, es lo que permitirá un mejor control de la pandemia. Lo que causa un alto número de muertes es que también nuestro país no tiene los recursos sanitarios y de personal médico para atender a un gran número de contagiados”, afirma.
Añade que el mensaje debe ser: “Si yo me cuido y cuido a mis familiares, permitiré al país salvar más vidas”. (I)
Coronavirus: La desesperación arriba a Emergencias
En el IESS, estar afiliado no es garantía. Hay luchas por tanques de oxígeno y decesos antes de entrar al hospital.
El documento reza: “El hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social está abastecido de tanques de oxígeno para cubrir la actual demanda, la alimentación está garantizada, contamos con profesionales de la salud comprometidos a enfrentar esta Emergencia Sanitaria por COVID-19 y así salvar vidas. A nadie se le niega atención; a nadie se deja morir”.
“Dicen que tienen todo, pero es mentira. Aquí no hay nada”. La mujer que llora después de decir esa frase no pasa de 50 años. Viste un jean y una camiseta gris. Tiene una botella de agua en la mano izquierda y un celular en la derecha. Está parada en la parte exterior de la sala de Emergencias del hospital del IESS de Ceibos. Su esposo acaba de morir.
Coronavirus: El IESS reconoce que el número de fallecidos afectó a hospital de Guayaquil
Es martes 7 de abril de 2020, pasadas las 14:00. Acaba de empezar el toque de queda en Guayaquil. La mujer empieza una especie de monólogo, en medio de gritos y sollozos, una suerte de plantón improvisado que devino de la desesperación de la pérdida.
“Mi esposo no respira, les decía. Y me decían: no, señora, está bien, váyase. Ahora está muerto. Este Gobierno es una porquería. Y nadie hace nada. Necesitamos ayuda internacional para que la gente no siga muriéndose. Pedimos auxilio”. Mientras habla, levanta los brazos. El tapabocas que tiene le queda grande. Tose.
ECOS DE DOLOR
Coronavirus: Los hospitales son otro foco de contagio
Esta casa de salud tiene 271 camas hospitalarias. Todas llenas. Otros 114 pacientes se encuentran en las diferentes áreas de Observación de Emergencia, a la espera de un espacio para hospitalización. Dice el IESS de Ceibos que mientras aguardan reciben atención. Pero los parientes de los enfermos lo niegan.
La mujer ha dejado de gritar. Alrededor de ella, quienes estaban sentados a la espera de información de sus pacientes, se acercan al equipo periodístico. “Ayuda. No quiero que mi mamá se muera”, suplica Danny Jaime.
Su madre, María Espinoza, entró a la casa asistencial el miércoles 1 de abril. Danny grabó un video de dentro. “Reparten el oxígeno entre dos pacientes. A mi mami le daban un ratito y luego le tocaba a otro. (...) No hay atención, uno tiene que estar atrás de los doctores. No hay nada. Aquí la gente se muere porque hace falta oxígeno”.
María Espinoza estuvo dos días en una silla de ruedas porque no había cama para ella. “Esperaba hasta seis horas para un suero”. Danny llora. Y vuelve a llorar al teléfono, ayer, cuando contó que, al día siguiente de la entrevista, su mamá murió.
DISCURSO OFICIAL
Tres días antes de su deceso, el 5 de este mes, el viceministro de Salud, Ernesto Carrasco, aseguraba en una rueda de prensa que el sistema de salud no colapsa, que es “dinámico”, que esto es “una enfermedad grave, letal en adultos mayores” y, como muchos repiten en muchos lados, que “ningún país del mundo estaba preparado para esto”.
“Nos mandan al frente sin insumos para combatir”
Pero cuando alguien ha aportado por más de 30 años a un sistema de salud, en el marco de un ‘seguro social’, lo mínimo que espera son seguridades, reclama Josué Torres mientras levanta, también frente a Emergencias de Ceibos, el maletero de su auto para mostrar los tanques de oxígeno que tuvo que comprar para su padre.
“Traje a mi padre por presunto COVID la semana pasada. Eran las cuatro de la mañana y recién a las nueve lo atendieron. O bueno, más bien me dijeron que lo podían atender solo si yo traía el oxígeno, porque adentro no hay oxígeno. ‘Usted debe comprar’, me dijeron ese día”.
CARRERA POR EL OXÍGENO
Entonces empezó su travesía. En el mercado negro se puede conseguir un tanque de oxígeno en 700 u 800 dólares, a 1.000 si es con válvula. “Empeñé lavadora, televisores, pedí dinero. Fui hasta el trasero del diablo para hallarlo”.
Coronavirus en Ecuador: "Están haciendo un negociado con los cadáveres"
Una vez en el hospital, de nuevo, cargó el tanque, lavó las válvulas, secó todo. Lo hizo adentro de Emergencias. Alrededor, muchos pacientes sentados tosían. “Yo no sé si hoy tengo COVID-19”.
Josué no entiende cómo es que no se pide ayuda. “Si no hay tanques, si falta oxígeno, tienen que decirlo, pero el discurso oficial es que nada falta, que todo es perfecto. Acá uno se choca contra la realidad. Es desesperante ver a tu familiar muriendo por falta de aire”.
LOS QUE SE VAN / LOS QUE SE QUIEREN IR
Por eso la madre de Lorena Almazán, otra de las denunciantes, mejor le ha pedido que la saque del hospital. “No dejan entrar para que no veamos las cosas que suceden. Mi madre me dijo que no hay camas. Me dice que la saque porque la van a matar. A ella también le comparten oxígeno”.
Agentes de las Fuerzas Armadas y la Policía custodian día y noche el frente del hospital. “Ellos tampoco tienen cómo protegerse”, grita alguien. Un guardia de seguridad llama por nombre a un familiar. Llanto otra vez. Un nuevo fallecido se suma a las estadísticas aún ocultas.
Mi papá estuvo cuatro días sin que le dieran ningún medicamento. Solo lo tuvieron en sala y murió allí. No llegan a salvar vidas. Solo los dejan tirados para que se mueran.
Jaime Aymaya, deudo
Sentados en la vereda, tres hombres lloran con la cabeza gacha. Uno de ellos es Jaime Aymaya. “Mi padre murió. Ellos, en cambio, perdieron a su madre (señala a los deudos). Aquí no hay esperanzas”, dice.
Testimonios del COVID-19: El virus les robó la despedida
Antonio Aymaya llegó con problemas respiratorios. “Lo tuvieron en sala y murió porque no hay oxígeno. Solo los dejan tirados para que se mueran. Más de 30 años asegurado y muere así, abandonado”.
Es viernes 10 de abril. Un correo electrónico contiene la respuesta del IESS de Ceibos a este Diario. El documento que reza: “El hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social está abastecido de tanques de oxígeno para cubrir la actual demanda (...). A nadie se le niega atención; a nadie se deja morir”. En Emergencias la historia es otra. Es que, al llegar allí, como dice Josué Torres, uno se choca contra la realidad.
Postura: En el comunicado que el IESS de Ceibos envió a EXPRESO se desestiman las “supuestas denuncias” que hacen en este artículo los familiares de los pacientes.
onavirus | Perú quiere "evitar lo que se vio en Guayaquil", dice su ministro de Salud
El coronavirus viene dejando al menos 181 personas muertas en Perú y se espera que lleguen 1.400.000 pruebas rápidas.
Víctor Zamora, ministro de Salud de Perú que tomó posesión durante el brote de coronavirus en su país, aseguró que ahí se busca evitar "lo que se vio en Guayaquil".
El funcionario hizo esa referencia a la ciudad ecuatoriana cuando se le preguntó sobre una declaración que había dado en días anteriores sobre que habrá peruanos que morirán "en la calle o en las casas".
En entrevista con el diario limeño El Comercio, Zamora, médico de profesión, indicó que el Gobierno de Perú busca que las personas infectadas con coronavirus que mueran sean tratadas con respeto y dignidad.
Coronavirus: La desesperación arriba a Emergencias
"Y eso empieza por los vecinos", dijo Zamora. "Ellos tienen que estar alerta y tocar la puerta a los ancianos que viven solos, estar atentos en la calle si alguna persona se siente mal e inmediatamente llamar a la policía. Con eso, más el protocolo que va a aplicar la policía, queremos evitar lo que se vio en Guayaquil", fue la declaración completa.
El coronavirus viene dejando al menos 181 personas muertas en Perú. Zamora aseguró que ya se han distribuido 330.000 pruebas rápidas en todo el país vecino, esperando la llegada de 1.400.000 en total, además de donaciones de la empresa privada.
Asimismo, asegura el ministro de Salud, se han comprado 530 toneladas de equipos de protección personal para los médicos y otros trabajadores de la salud que tengan contacto directo con los pacientes de COVID-19. Asimismo, indicó que Perú cuenta con 600 camas de cuidados intensivos.
Diario de una madre en cuarentena, día 27: Los vecinos y el coronavirus
La referencia de Zamora a Guayaquil y su grave situación por la pandemia de coronavirus no es la primera en el extranjero. El 6 de abril, Nayib Bukele, presidente de El Salvador, describió la realidad que se vive en Ecuador, y sobre todo el Guayaquil en estos días:
"La gente que tiene acceso a redes sociales o a medios de comunicación ha visto lo que está pasando en Ecuador por ejemplo, donde han levantado cientos de cadáveres de las casas, ni siquiera del hospital, de las casas. Gente que vive con sus parientes muertos en la casa durante cuatro, cinco días porque el sistema está totalmente colapsado y tardan cinco días en llegar a traer sus parientes muertos a la casa", declaró Bukele.
De acuerdo al más reciente reporte oficial, el coronavirus en Ecuador viene dejando al menos 7.257 casos positivos confirmados, 314 fallecidos confirmados por CIVD-19 y 388 muertos bajo sospecha del virus. Asimismo, se han tomado 22.649 muestras.Noticias De País
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