La posibilidad de que Ecuador y otros países de America Latina puedan desarrollar una vacuna es cierta, en Ecuador la Universidad Yachay cuenta con todo lo necesario para hacerlo pero carece de la valentía, el espíritu de emprendimiento, de sus profesores al igual que los alumnos que están acostumbrados e indoctrinados en el llamado eurocentrismo y el proamericanismo, que les hace creer que todo lo que no provenga de la vieja Europa o de la joven Norteamérica, es incierto, no es científico, es especulación, es idolatría, ateísmo, falacia, cuento.
En realidad la vacuna servirá para prevenir, su uso es con pacientes sanos, el verdadero problema es que tenemos todos los días pacientes enfermos, estos cuando se curan portan en si la solución al problema, inmunidad natural, llamadas inmunoglobulinas G ImG e inmunoglobulinas M ImM, que las producen toda enfermedad viral o que puede ser contrarrestada por una acción bioquímica del cuerpo que así tiene la capacidad de resistir al virus, sea porque le da una capacidad natural de respuesta, esto es, que pueden tener síntomas leves y recuperarse sin problemas en los 7 días que dura por lo general la enfermedad, algo que hasta ahora no se ha hecho público, por lo que suponemos un comportamiento semanal de vida en el cuerpo humano, como la mayoría de otros virus respiratorios. El uso de plasmas que contengan inmunoglobulinas o incluso transfusiones del mismo tipo de sangre fue usado exitosamente en Africa para tratar paciente con ébola, la peor enfermedad viral conocida. Hoy esta enfermedad se previene con una vacuna muy efectiva que tiene novedades como que es la primera vacuna que se aspira por la nariz y que se la obtiene mediante ingeniería genética que incluye una proteína inofensiva del virus del ébola en un virus del resfriado común
Entre las vacunas que debería probarse a ver si puede crear reacción cruzada está la del sarampión, una enfermedad viral que también mata debilitando los pulmones y haciéndolos susceptibles a infecciones pulmonares.
Pero el arsenal mas importante del que dispone América Latina es el de plantas medicinales, que están viviendo la extinción por falta de uso y porque las culturas ancestrales de América Latina están en agonía al igual que sus numerosas lenguas. Esta agonía de los saberes curativos tradicionales empezó en los años 60 cuando los estados con el fin de evitar la propagación del comunismo, invadieron los campos con médicos rurales, que satanizaron la medicina tradicional, con el fin de expandir el mercado de medicamentos cuando la población rural de Latinoamérica superaba a la población urbana, y era un peligro para Estados Unidos y sus gobierno títeres, por ser el semillero de subversivos y gerrilleros.
Para desacreditar y perseguir a los conocedores de la medicina tradicional usaron la misma fórmula que la Iglesia Católica, en la conquista, que llamó idolatras a todos los que practicaban otra religión o culto ancestral, los médicos formales que egresamos de las universidades llamamos, charlatanes hechicero, brujos, empíricos a lo que hacía practicas médicas y rituales curativos con medicina tradicional. Esta persecución fue incluso policial, llevando a la cárcel a los curanderos y chamanes que fallaban y en cambio, perdonando, encubriendo y hasta permitiendo la impunidad en los novatos médicos que hacían sus primeras prácticas médicas sin la tutoría de sus profesores, en campesinos que eran analfabetos, no tenían derecho al voto, no eran atendidos por los tenientes políticos, jefes políticos, jueces cantonales, o no tenían dinero para todo lo que era seguir un juicio al médico inepto.
El sistema era tal que los ricos, los terratenientes, comerciantes o transportistas, que además eran los dueños de las farmacias o tiendas donde se vendían los medicamentos, amenazaban a los pacientes que reclamaban a los médicos novatos que mataba a sus familiares, y se sumaba a la persecución implacable de parteras, curanderos, que curaban con plantas, culebreros, expertos en picaduras de serpientes, arañas, escorpiones, avispas,etc, sobadores, expertos en masajeres y maniobras para recomponer huesos fracturados o articulaciones dislocadas.
Cuando llegó la gripe española que mató a una cantidad desconocida de indígenas en la Amazonía, los Andes y las costas del Pacífico de Sudamérica, uno de los mas exitosos tratamientos fue la aspiración por la nariz del sumo de tabaco. El tabaco, la planta sagrada que tiene el mismo uso desde Alaska hasta la Patogonia y financió los primeros años de la vida independiente de los Estados Unidos, pues fue su primer producto de exportación y sigue siendo la droga que mas exporta este país, es una planta medicinal usada como tranquilizante, como lubricante social, como mecanismo de manejar enregías provenientes de otras personas, conocida por los españoles al igual que por los indigenas como mal ojo, o para evitar la influencia de aires negativos provenientes, de pestilencias, cadáveres o basuras, llamado mal aire. Su uso como antiséptico en heridas, y como antiparasitario, bactericida y viricida, se remonta a 10.000 años de antigüedad.
Entre las plantas mas usadas en fiebres producidas por enfermedades específicamente esta la borraja, que al parecer tiene muchos beneficios en las frecuentes gripes estacionales. En el caso de los Andes, estas gripes estacionales son frecuentes a la entrada y salida de verano. En la costa ecuatoriana del Océano Pacifico, existe una planta medicinal que tiene propiedades que son muy usadas en infecciones respiratorias, se la conoce como espíriu santo y crece en cualquier parte, es familia de una planta que tambien se la puede cultivar en huertos o en maseteros en casa, al igual que el espíritu santo. Ambas plantas se las usa para mejorar la respuesta inmunológica del cuerpo, la dulcamara incluso ahora es usada para producir medicamentos reconocidos por la FDA de los Estados Unidos como inmuno estimulantes, el medicamento ecuatoriano reconocido por la FDA con estas propidades, que se produce y desde es el BIRM. Pero la planta de Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, que crece en el bosque nublado o de ceja de montaña, que personalmente he investigado junto con la Universidad Central de Ecuador, la Universidad Lomonosov de Rusia y sobre todo la Universidad de Munich, es la GUAVIDUCA O PIPER CARPUNIA,
la he usado en el 2008 y en el 2014 en pacientes afectados por el AH1N1. como vaporizaciones y tomas con mas éxito que el eucalipto
Se pronostica "tsunami" de casos latinoamericanos de COVID-19
La entidad hizo un llamado a la empresa privada para fortalecer la capacidad de los sistemas de salud y así ayudar a garantizar su resiliencia.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) espera un "tsunami" de casos de COVID-19 en Latinoamérica y el Caribe, dijo este viernes (03.04.2020) la directora del organismo, Carissa Etienne, instando al sector privado a colaborar con los gobiernos para afrontarlo.
Al hablar en un foro de ministros y altos ejecutivos de la región -que lideran las acciones por el embate del coronavirus- Etienne pidió la ayuda del sector privado "en respuesta al tsunami de casos de la COVID-19 que enfrentaremos". En la región de las Américas, "millones de vidas serán afectadas directa e indirectamente por COVID-19", aseguró la funcionaria, según un comunicado emitido tras la reunión. "Ya se están perdiendo vidas, nuestra salud y bienestar se ven directamente amenazados, nuestros sistemas de salud estarán abrumados y nuestros trabajadores de salud al límite", explicó la directora.
En preparación para el aumento de los casos en la región, Etienne solicitó a los líderes empresariales apoyo para resolver lo que consideró el mayor desafío actualmente: "el acceso a pruebas de COVID-19 de calidad y asequibles, y a equipos de protección personal" para profesionales de la salud, en primera línea de la batalla contra el virus.
"El sector privado tiene un papel importante para garantizar la resiliencia de los sistemas de salud", afirmó.
Además, la directora de la OPS argumentó que los recursos del sector privado "pueden ponerse a disposición de manera rápida para aumentar la capacidad del sistema de salud" tales como los servicios de atención médica, las instalaciones, los laboratorios, la capacidad de logística de transporte, la dotación de personal, los sistemas de información, la tecnología y los dispositivos, incluyendo equipos clave como los respiradores.
Además, Etienne instó al sector de emprendedores a "innovar" en ciencia y tecnología y pidió apoyo para el desarrollo y la comercialización de una nueva vacuna contra COVID-19. "Por favor, aseguren mecanismos para garantizar el acceso universal a la vacuna", exhortó
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) espera un "tsunami" de casos de COVID-19 en Latinoamérica y el Caribe, dijo este viernes (03.04.2020) la directora del organismo, Carissa Etienne, instando al sector privado a colaborar con los gobiernos para afrontarlo.
Al hablar en un foro de ministros y altos ejecutivos de la región -que lideran las acciones por el embate del coronavirus- Etienne pidió la ayuda del sector privado "en respuesta al tsunami de casos de la COVID-19 que enfrentaremos". En la región de las Américas, "millones de vidas serán afectadas directa e indirectamente por COVID-19", aseguró la funcionaria, según un comunicado emitido tras la reunión. "Ya se están perdiendo vidas, nuestra salud y bienestar se ven directamente amenazados, nuestros sistemas de salud estarán abrumados y nuestros trabajadores de salud al límite", explicó la directora.
En preparación para el aumento de los casos en la región, Etienne solicitó a los líderes empresariales apoyo para resolver lo que consideró el mayor desafío actualmente: "el acceso a pruebas de COVID-19 de calidad y asequibles, y a equipos de protección personal" para profesionales de la salud, en primera línea de la batalla contra el virus.
"El sector privado tiene un papel importante para garantizar la resiliencia de los sistemas de salud", afirmó.
Además, la directora de la OPS argumentó que los recursos del sector privado "pueden ponerse a disposición de manera rápida para aumentar la capacidad del sistema de salud" tales como los servicios de atención médica, las instalaciones, los laboratorios, la capacidad de logística de transporte, la dotación de personal, los sistemas de información, la tecnología y los dispositivos, incluyendo equipos clave como los respiradores.
Además, Etienne instó al sector de emprendedores a "innovar" en ciencia y tecnología y pidió apoyo para el desarrollo y la comercialización de una nueva vacuna contra COVID-19. "Por favor, aseguren mecanismos para garantizar el acceso universal a la vacuna", exhortó
Plasma de sobrevivientes a la COVID-19 es la "única" opción antes de una vacunaEFEMiami1 abr. 2020
La terapia con plasma de pacientes recuperados de la COVID-19 es la "única" opción disponible actualmente para enfrentar la pandemia en EE.UU. mientras se desarrolla una vacuna o medicamento, dijo a Efe Arturo Casadevall, médico inmunólogo de la Universidad Johns Hopkins.
"Es lo único que tenemos en este momento que tiene buenas posibilidades de funcionar", expresó en una entrevista telefónica Casadevall, presidente del Departamento de Microbiología Molecular e Inmunología de ese centro docente.
El experto en salud pública manifestó que el plasma es la opción que está "disponible de inmediato", aunque aclaró que en las próximas semanas puede haber otras alternativas.
En ese sentido detalló que el plasma, la parte de la sangre que contiene anticuerpos pero no glóbulos rojos, funciona también en conjunto con los medicamentos. "No es lo uno o lo otro", precisó.
Casadevall subrayó que la terapia de suero convaleciente, como se conoce el uso del plasma, puede administrarse a un paciente que esté medicado y "a menudo obtiene mejores resultados cuando se usan juntos".
LA PRIMERA TRANSFUSIÓN
El profesor de la Johns Hopkins, que ha sido un impulsor del uso de esta terapia con plasma desde principios del año, celebró la autorización reciente dada por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE.UU. como un "nuevo medicamento en investigación de emergencia".
De igual forma, destacó como un "precedente importante" la primera transfusión de plasma, realizada el sábado pasado en el Hospital Metodista de Houston (Texas).
Liderada por Casadevall, la Universidad Johns Hopkins también está trabajando contrarreloj en este procedimiento centenario, que se remonta a la pandemia de la llamada "gripe española" que se inició en 1918 y mató a millones de personas.
El profesor, que llegó de niño a EE.UU. procedente de Cuba, indicó que no lo estarían haciendo si no tuvieran la esperanza de que va a funcionar.
EL PROYECTO DE LA UNIVERSIDAD JOHNS HOPKINS
La idea es utilizar el plasma sanguíneo de los pacientes que se han recuperado para que sus anticuerpos ayuden a curar o evitar esta contagiosa enfermedad de las vías respiratorias.
Casadevall indicó que busca usarlo de forma "profiláctica" en personas que pueden estar expuestas al nuevo coronavirus, como el personal médico, para tratar de prevenir la enfermedad y, por otro lado, de manera "terapéutica" para tratar la infección.
Matizó que en algunos pacientes buscarán que la infección no progrese para evitarles el uso de respiradores, pero que también van a probarlo en personas muy enfermas.
"No estamos seguros de qué tan bien funcionará en ellos porque, por lo general, cuando las personas están muy enfermas, administrar un anticuerpo puede no hacer nada", dijo.
Sin embargo, considera que la experiencia con plasma en China para personas muy enfermas de la COVID-19, aunque faltaron los ensayos clínicos, resultó "alentadora" y eso lo llevó a hacerlo en estos pacientes.
El experto espera empezar las transfusiones en dos semanas y para ello enfrenta el reto "logístico" de recoger el plasma, que implica que haya más pacientes recuperados.
"La mayoría de las personas en Estados Unidos están hoy a mitad de enfermedad, por lo que aún no se han recuperado", precisó.
Los contagios por coronavirus en EE.UU. superan ya los 188.000 y el número de muertos es 3.882, solo por detrás de Italia y España.
La clave, según Casadevall, es elegir a los sobrevivientes que tienen el mejor anticuerpo y después encontrar qué personas se pueden beneficiar mejor de ese anticuerpo.
"Eso es lo que estamos proponiendo -dijo- para ensayos clínicos aleatorios que nos permitirán determinarlo con bastante rapidez".
Un "buen donante", que va proveer del plasma para un máximo de dos personas, es aquel que haya tenido el virus, esté recuperado y tenga una buena salud, explicó.
Para el médico, los beneficios de esta terapia superan los riesgos, que son "pequeños", los mismos de cualquier transfusión. Solo cabría una reacción contraria o un riesgo "teórico", que sería empeorar la enfermedad.
Sobre la posibilidad de contagio del VIH (virus del sida), dijo que el riesgo esa muy bajo porque toda la sangre se analiza.
Por otro lado, Casadevall aclaró que la FDA dio permiso para uso compasivo del plasma, es decir cuando las personas están muy enfermas, pero para el profiláctico y para el tratamiento temprano todavía están esperando su aprobación.
GRIPE ESPAÑOLA, DIFTERIA Y ÉBOLA
Casadevall explicó que Estados Unidos está apenas en las "primeras etapas" de la pandemia y que se vienen "algunas semanas y meses muy difíciles".
El epidemiólogo subrayó que lo terrible de la pandemia de la COVID-19, que "no es tan diferente a una gripe grave", es la mortalidad, que "es mucho mayor".
Esa circunstancia lo llevó a "recordarle" a la comunidad científica y sanitaria la existencia de una "vieja terapia" que se usó en la pandemia de la gripe de 1918 y el brote de difteria en la década de los años 20 del siglo XX.
También se han utilizado en la lucha contra las epidemias del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS1) de 2003, de gripe porcina de 2009 y el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) de 2012 y la epidemia de ébola de África occidental de 2013.
Ivonne Malaver
La terapia con plasma de pacientes recuperados de la COVID-19 es la "única" opción disponible actualmente para enfrentar la pandemia en EE.UU. mientras se desarrolla una vacuna o medicamento, dijo a Efe Arturo Casadevall, médico inmunólogo de la Universidad Johns Hopkins.
"Es lo único que tenemos en este momento que tiene buenas posibilidades de funcionar", expresó en una entrevista telefónica Casadevall, presidente del Departamento de Microbiología Molecular e Inmunología de ese centro docente.
El experto en salud pública manifestó que el plasma es la opción que está "disponible de inmediato", aunque aclaró que en las próximas semanas puede haber otras alternativas.
En ese sentido detalló que el plasma, la parte de la sangre que contiene anticuerpos pero no glóbulos rojos, funciona también en conjunto con los medicamentos. "No es lo uno o lo otro", precisó.
Casadevall subrayó que la terapia de suero convaleciente, como se conoce el uso del plasma, puede administrarse a un paciente que esté medicado y "a menudo obtiene mejores resultados cuando se usan juntos".
LA PRIMERA TRANSFUSIÓN
El profesor de la Johns Hopkins, que ha sido un impulsor del uso de esta terapia con plasma desde principios del año, celebró la autorización reciente dada por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE.UU. como un "nuevo medicamento en investigación de emergencia".
De igual forma, destacó como un "precedente importante" la primera transfusión de plasma, realizada el sábado pasado en el Hospital Metodista de Houston (Texas).
Liderada por Casadevall, la Universidad Johns Hopkins también está trabajando contrarreloj en este procedimiento centenario, que se remonta a la pandemia de la llamada "gripe española" que se inició en 1918 y mató a millones de personas.
El profesor, que llegó de niño a EE.UU. procedente de Cuba, indicó que no lo estarían haciendo si no tuvieran la esperanza de que va a funcionar.
EL PROYECTO DE LA UNIVERSIDAD JOHNS HOPKINS
La idea es utilizar el plasma sanguíneo de los pacientes que se han recuperado para que sus anticuerpos ayuden a curar o evitar esta contagiosa enfermedad de las vías respiratorias.
Casadevall indicó que busca usarlo de forma "profiláctica" en personas que pueden estar expuestas al nuevo coronavirus, como el personal médico, para tratar de prevenir la enfermedad y, por otro lado, de manera "terapéutica" para tratar la infección.
Matizó que en algunos pacientes buscarán que la infección no progrese para evitarles el uso de respiradores, pero que también van a probarlo en personas muy enfermas.
"No estamos seguros de qué tan bien funcionará en ellos porque, por lo general, cuando las personas están muy enfermas, administrar un anticuerpo puede no hacer nada", dijo.
Sin embargo, considera que la experiencia con plasma en China para personas muy enfermas de la COVID-19, aunque faltaron los ensayos clínicos, resultó "alentadora" y eso lo llevó a hacerlo en estos pacientes.
El experto espera empezar las transfusiones en dos semanas y para ello enfrenta el reto "logístico" de recoger el plasma, que implica que haya más pacientes recuperados.
"La mayoría de las personas en Estados Unidos están hoy a mitad de enfermedad, por lo que aún no se han recuperado", precisó.
Los contagios por coronavirus en EE.UU. superan ya los 188.000 y el número de muertos es 3.882, solo por detrás de Italia y España.
La clave, según Casadevall, es elegir a los sobrevivientes que tienen el mejor anticuerpo y después encontrar qué personas se pueden beneficiar mejor de ese anticuerpo.
"Eso es lo que estamos proponiendo -dijo- para ensayos clínicos aleatorios que nos permitirán determinarlo con bastante rapidez".
Un "buen donante", que va proveer del plasma para un máximo de dos personas, es aquel que haya tenido el virus, esté recuperado y tenga una buena salud, explicó.
Para el médico, los beneficios de esta terapia superan los riesgos, que son "pequeños", los mismos de cualquier transfusión. Solo cabría una reacción contraria o un riesgo "teórico", que sería empeorar la enfermedad.
Sobre la posibilidad de contagio del VIH (virus del sida), dijo que el riesgo esa muy bajo porque toda la sangre se analiza.
Por otro lado, Casadevall aclaró que la FDA dio permiso para uso compasivo del plasma, es decir cuando las personas están muy enfermas, pero para el profiláctico y para el tratamiento temprano todavía están esperando su aprobación.
GRIPE ESPAÑOLA, DIFTERIA Y ÉBOLA
Casadevall explicó que Estados Unidos está apenas en las "primeras etapas" de la pandemia y que se vienen "algunas semanas y meses muy difíciles".
El epidemiólogo subrayó que lo terrible de la pandemia de la COVID-19, que "no es tan diferente a una gripe grave", es la mortalidad, que "es mucho mayor".
Esa circunstancia lo llevó a "recordarle" a la comunidad científica y sanitaria la existencia de una "vieja terapia" que se usó en la pandemia de la gripe de 1918 y el brote de difteria en la década de los años 20 del siglo XX.
También se han utilizado en la lucha contra las epidemias del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS1) de 2003, de gripe porcina de 2009 y el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) de 2012 y la epidemia de ébola de África occidental de 2013.
Ivonne Malaver
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