Estados Unidos con Donald Trump a la cabeza ofrece recompensa por pruebas y la detención de Nicolas Maduro acusándolo de narcotraficante.
Esta estrategia la usó también con Manuel Noriega, expresidente de Panamá, antes de justificar una invasión armada a ese país.
El problema está en que Manuel Noriega un ex-agente de la CIA, hacía negocios con Pablo Escobar y en esos negocios el dinero venía de George Bush padre, héroe de la Guerra del Pacífico contra Japón, que usaba a Noriega y a los bancos panameños, cuando era director de la CIA y luego vicepresidente de Ronald Regan, para comprar drogas en Colombía, venderlas en California, y con ese dinero armar y equipar a los paramilitares llamados Contras, que luchaban contra el Gobierno Sandinista.
Este mecanismo de financiar la contrainsurgencia mediante el narcotráfico, impulso también a las AUC Autodefensas Unidas de Colombia creadas y financiadas por Alvaro Uribe y su hermano hoy detenido por este delito, y al M19, que fueron financiadas por Pablo Escobar cuando atacaron la Corte Suprema de Justicia en Colombia.
Estados Unidos también uso el narcotráfico para financiar la guerra en Laos y en Vietnam, y para financiar a los Talibanes y Muyahidines en Afganistán en la guerra contra el ejército de la URSS.
Hoy pretende acusar a Nicolás Maduro de narcotraficante y capo de un cartel que ha introducido ftoneladas de droga a los Estados Unidos, esto por supuesto es difícil de creer pues hay el antecedente de que la CIA fue el primer cartel narcotraficante de cocaína a gran escala en Estados Unidos.
Así pues inventar carteles, colocar pruebas simuladas, inventar embarques, detenidos, confesiones deja muchas dudas que la historia del narcotráfico contada en series como NARCOAMERICA presentadas por History Chanel 2 y nos pone sobre la mesa la gran corrupción del gobierno de USA.
Hoy se pretende usar la misma treta que se usó con el dictador Manuel Noriega, a quien lo derrocaron mediante una invasión a Panamá y luego lo encerraron hasta su muerte en una cárcel de los Estados Unidos.
La pregunta es si están en capacidad de repetir una invasión militar, sabiendo que a Maduro lo respaldan soldados vietnamitas que están entrenando a sus tropas para una guerra en selva indefinida, guerrilleros afganos, para una guerra en montañas indefinida, guerrilleros coreanos para una guerra en el frio y el calor, y aviadores rusos que derrotaron a los aliados que invadieron Siria con extraodinarios sistemas de misiles antiaéreos que impidieron el bloqueo aéreo de Sira, mecanismo que le dio la victoria en la guerra contra Omar Kadafi en Libia, pero que ahora está neuteralizado.
Es que una guerra se gana por el factor sorpresa y ese factor ya no existe por ahora. Lo quisieron usar con Juan Guaidó que se autoproclamó presidente.
El bloqueo económico produjo algo inesperado, la llegada de remesas que ahora sostienen a economía venezolana, al igual que el dinero del narcotráfico, que no llega por negocios de Maduro sino porque ahora existe un nuevo país dolarizado y Ecuador, Panamá, El Salvador, o cualquier país dolarizado, se convierte de inmediato en la mejor lavandería del dinero de buen origen o sucio, sea por el narcotráfico, la corrupción, la evasión de impuestos, en fin, por cualquier camino que se lo mire. Es por esto que aunque los gobiernos digan que Ecuador, el Salvador, Panamá y ahora Venezuela pueden quebrar por la dolarización, estro en la realidad es casi imposible, los dólares aparecerán por debajo de la tierra y sin certificado de origen en estos países, y ya no es posible detener ese flujo de dinero.
Lo que si puede tener éxito y repercusión mundial es si Venezuela o China ofrecen a algún hacker o científico con pruebas de que el coronavirus fue una peste usada para una guerra biológica.
Si estos 30 millones logran destapar los secretos del Pentágono, y lo que dice un alto funcionario chino de que la pandemia se originó en la guerra comercial entre China y Estados Unidos y los norteamericanos, pretendieron usar una catástrofe sanitaria y económica de China, para ganar las próximas elecciones con Donald Trump.
Esta pandemia que ahora se ha vuelto contra Estados Unidos, y que tiene la posibilidad de ser mucho mas grave en este país, porque tiene 10 millones de indocumentados que no irán al médico para tratarse, porque si se presentan serán detectados y expulsados del país, que tiene millones de personas viviendo en carros rodantes, subterráneos, calles, durmiendo a la intemperie o en cualquier rincón, que tiene millones que no pueden pagar su seguro, que tiene una población altamente movilizada por aviones, carreteras, trenes, embacaciones, que sufre una epidemia de obesidad, hipertención, cardiopatías, o diabetes. que tiene la medicina mas cara y complicada del mundo, que tiene una masa incontrolable de drogadictos, con todo esto y mucho mas lo seguro es que solo una vacuna o un milagro evitará que la proporciones a las que llegue en Estado Unidos no sea peor para el mundo que la dimensiones que tomó en China.
Si se llegara a probar que Donal Trump, Mike Pompeo, el Pentágono, la CIA u otra agencia como Seguridad Nacional optaron por una guerra biológica como mecanismo para destruir a China, y vanagloriarse de un triunfo, como un éxito de la administración Trump, esas pruebas serían una Espada de Damocles sobre su cabeza.
Recompensa por Maduro: de qué acusa Estados Unidos al presidente de Venezuela y qué consecuencias puede tener que ofrezca una recompensa por su captura
Se busca a Nicolás Maduro Moros. Recompensa, US$15 millones.
Es el mensaje que transmitió en una conferencia de prensa este jueves William Barr, fiscal general de Estados Unidos.
Barr anunció la presentación de cargos en tribunales de su país contra el presidente de Venezuela por los delitos de conspiración para el narcoterrorismo, conspiración para la importación de cocaína, y tenencia de armas y otros artefactos destructivos.
Además de Maduro, se presentó acusación contra otros altos dirigentes de la Venezuela chavista, como, entre otros, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente; Vladimir Padrino, ministro de Defensa; Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia.
Esta nueva iniciativa legal supone un paso más en la estrategia del gobierno de Donald Trump contra Maduro, al que considera un "dictador" que usurpa ilegítimamente el poder en Venezuela.
Estados Unidos, como la mayoría de países de la Unión Europea y América Latina, exige unas nuevas elecciones presidenciales en el país y reconocen como su presidente interino al líder opositor Juan Guaidó.
Maduro rechazó los cargos presentados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que describió como "un conjunto de acusaciones falsas" y acusó al gobierno de Donald Trump de comportarse como "cowboys racistas del siglo XIX" al ofrecer una recompensa por su captura.
Recientemente, Maduro había pedido a Estados Unidos que levantara o, al menos, suavizara las sanciones a su gobierno para facilitar la lucha contra la pandemia del covid-19.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el responsable de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, entre otros, se han mostrado partidarios de aparcar las sanciones contra Irán, Venezuela y otros países mientras dure la pandemia.
De qué se acusa a Maduro
Según el relato de Barr, Maduro es el líder de una organización criminal conocida como el Cartel de los Soles.
Esta organización, formada supuestamente por altos mandos militares venezolanos, habría llegado a un entendimiento con disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para permitirles operar desde Venezuela y enviar desde allí toneladas de drogas hacia Estados Unidos.
Los antiguos cabecillas de las FARC Luciano Marín Arango, alias "Iván Marquéz", y Seuxis Paucis Hernández Solarte, alias "Jesús Sántrich", también figuran entre los reclamados por la justicia estadounidense.
Según Barr, Maduro y los otros dirigentes señalados habrían recibido dinero a cambio de posibilitar estas operaciones.
Geoffrey Berman, fiscal del Distrito Sur de Nueva York que compareció junto a Barr, aseguró: "Quisieron inundar Estados Unidos con cocaína para socavar la salud y el bienestar de nuestro país".
Barr, por su parte, acusó al "régimen" de Maduro de "apuntar deliberadamente" a Estados Unidos con sus actividades de tráfico de drogas y permitir que aviones cargados con narcóticos despegaran con rumbo a ese país desde bases militares venezolanas.
Un estudio reciente de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA, por sus siglas en inglés) concluye que Venezuela no es uno de los países desde los que se envían mayores cantidades de drogas hacia Estados Unidos.
Otros con los que el gobierno de Donald Trump mantiene mejores relaciones, como Honduras, Guatemala o Colombia, juegan un papel mucho mayor en este comercio ilegal, según WOLA.
En 2017, dos sobrinos de Maduro fueron condenados por narcotráfico por un tribunal federal de Estados Unidos y cumplen condena en ese país.
Barr defendió en su comparecencia las nuevas medidas contra Maduro: "Es lo mejor que podemos hacer en este momento, hacer lo posible para que el pueblo de Venezuela pueda salir de esta gente".
Qué consecuencias puede tener la acusación
En realidad, Maduro sale cada vez menos de Venezuela, donde hasta ahora ha logrado mantener el control del Estado y el decisivo apoyo de las fuerzas armadas.
Sus viajes al exterior se han limitado mucho desde que Estados Unidos comenzó a imponer sanciones contra él y su círculo, lo que dificulta que las autoridades estadounidenses puedan capturarle, pese a la cuantiosa recompensa que ofrecen.
Geoff Ramsey, investigador de la WOLA, le dijo a BBC Mundo que los cargos "no impedirán que Maduro y sus allegados sigan viajando a países aliados como Rusia o China".
Pero, según él, sí aleja la posibilidad de una solución negociada a la larga crisis política venezolana y de un quiebre de la unidad en torno a Maduro dentro del ejército.
"Esto llevará a que el régimen se atrinchere y que aquellos que ahora han sido formalmente acusados vean su destino permanentemente vinculado al de Maduro", indicó.
Barr dijo que Estados Unidos no tomaba unas medidas como las anunciadas contra Maduro desde que en 1989 se empeñó en lograr la caída del general Manuel Noriega en Panamá.
Pero para sacar a Noriega del poder, Washington llegó a enviar a sus marines a invadir Panamá, hasta que finalmente el general accedió a entregarse.
Ramsey cree que la diferencia respecto al escenario de entonces es que "30 años atrás, Estados Unidos era una potencia sin rival en el hemisferio", mientras que hoy día "no hay una solución para Venezuela si no implica una coordinación multilateral con Rusia y China", países que mantienen el apoyo a Maduro.
"Justo cuando la situación favorecía un acuerdo humanitario entre Maduro y Guaidó que permitiera la ayuda internacional para manejar la pandemia, este anuncio supone un revés para esos esfuerzos", concluye Ramsey.
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