El ejercito ecuatoriano desgraciadamente ha servido para engordarlo y pagar su costoso equipamiento, entrenamiento, salarios y jubilaciones, casinos, escuelas, colegios, universidades, estudios, en tiempo de paz.
Para obedecerlo y de paso a los Estado Unidos, que les entrena, los premia y los "orienta" en tiempo de guerra o conflicto.
Y para temerlo en tiempo de crisis, porque son más rápidos para matar ecuatorianos sean indígenas, jóvenes, o inconformes a los que llama subversivos, comunistas, civiles, terroristas o con cualquier otro apelativo.
En realidad están para perseguir a los que no cumplen con toques de queda, con dogmas de la Guerra Antinarcóticos, de la Guerra Antisubsersiva, de la Guerra Antiterrorista, que libra USA, que para enfrentar a un soldado extranjero.
Hoy toleran a los soldados que están ilegal e inconstitucionalmente, con sus armas y aviones, en Ecuador, a los que incluso les complacen en todo, como a los marines de Manta y Galápagos.
Nuestro ejército hoy es nuestro mayor problema porque son un estado lleno de privilegios dentro de un estado pobre, y porque son obedientes del Pentágono o de cualquier dictador de turno amparado por el gobierno americano, como lo es Lenín Moreno.
Lenin Moreno y su esposa Rocío González, hoy tienen en sus manos todos los poderes del estado, gracias a un ex militar, miembro y vocero del Consejo Interino de Participación Ciudadana.
Como cualquier dictador que puede incluso desconocer a miembros del CPCCS elegidos por votación popular y usar a la Corte Suprema de Justicia como Santa Inquición y encubridora de los sobornos que esocondió el Balboa Bank de Panamá o para perseguir y apresar a sus opositores.
Usa a la Corte Constitucional, para imponer medidas económicas inconsultas, o perdonar miles de millones de dólares a los más ricos, permitir bases militares extranjeras en Ecuador, destituir a personas elegidas en elección popular.
El problema de los militares ecuatorianos es que se forman en la escuela prusiana de la obediencia absoluta, dentro del pías.
La Escuela de las Américas que formó a peores torturadores de gobiernos crueles, les dejó una mentalidad útil para repetir la Operación Condor.
En la Escuela Interamericana de Defensa que forma a los altos oficiales en Washington, para que miren y obedezcan al norte y no miren ni abajo ni al sur.
Esta formación les impide ser deliberantes, críticos, usuarios frecuentes de la desobediencia por consciencia. que les obliga a no obedecer una orden, como lo permite la Constitución del 2008.
Es necesario reemplazar nuestro ejército por una policía como Costa Rica, país calificado como el más feliz de América Latina, y uno de los más felices del mundo, porque equipar una policía es menos caro que equipar y entrenar un ejército.
Los policías tiene que usar su inteligencia y razonamiento más que los militares, pues su trabajo es investigar, descubrir, averiguar, pensar, encontrar evidencias,
El problema esencial de todos los ejércitos modernos y que no son del tipo guerrillero como el de los Talibanes, la naracoguerrilla que ha derrotado a Estados Unidos en Afanistán, en que cada guerrillero es un lobo solitario, tiene que decidir por sí mismo en todo, incluso dentro del comando, y tiene que autoalimentarse, vestirse, moverse
Los ejércitos son caros, su equipamiento se vuelve rápidamente obsoleto, su entrenamiento en Escuelas Internacionales de Defensa es aun más caro y dogmático, pues se preparan para defender ideales ajenos, modos de ver de los opresores y más fuertes, no de los campesinos, de los pescadores, de los obreros, los arrastra esta desbocada carrera por la innovación de las armas, que son mas costosas cada día, y que no sirven para producir. Así es como los ejércitos roban a sus países pobres y son un remedio peor que el mal que pretenden curar,
Gracias a que Japón, Corea y Alemania no tenían que destinar buena parte de su presupuesto para sus ejércitos, y Estados Unidos mantiene tropas pagadas en lo más costoso, esos países resurgieron de las guerras, y pero además, porque no eran países proveedores del Patrio Trasero Americano, sino países con capacidad industrial. En cambio, la Unión Soviética finalmente quebró entre otras cosas por mantener tropas en Afganistán y toda Europa del Este, dentro de una competencia de equipamiento e innovación militar.
Hoy Venezuela, Cuba, Nicaragua, están siendo asfixiadas porque tienen que sostener ejércitos para enfrentar al ejército más poderoso del mundo, y esto descalabra sus economías junto con la guerra económica y mediática que libran, en que el bloqueo económico, que es lo mismo que un sitio en el tiempo pasado, los está empobreciendo.
Pero el mayor problema de nuestros ejércitos, es que están prestos para dar golpes de estado como en Bolivia, y para respaldar a los ricos explotadores como en Chile, Colombia, Brasil, o Perú, sosteniendo a gobiernos que concentran la riqueza en pocas manos.
Nuestros ejércitos son ahora usados para impedir a toda costa el retorno del llamado Socialismo del Siglo XXI, que produjo grandes logros en América del Sur, y que fueron elegidos por votación popular.
Nuestro ejército obedece ciegamente a Donald Trump y se lo usa para intimidar a cualquier partido o persona que quiere que el poder, la riqueza, la información y los conocimientos sea distribuida entre su población, Son lo peores opositores de la democracia participativa, porque es lo opuesto a lo que es la formación de sus soldados, donde la democracia es un estúpido juego de eso indisciplinados y desobedientes civiles.
Igual que en la Colonia, nuestros soldados eran criollos, mestizos, e indios, a los que el España les decía que hacer y los castigaba por su desobediencia, hoy nuestros soldados obedecen sin chistar al vanidoso emperador del último gran imperio de occidente, entendiéndose, como imperio al gobierno que tiene bases militares y tropas en otro país, reino o región fuera de su territorio, de manera permanente, llámese USA, Inglaterra, o Rusia.
Por supuesto el Ecuador le debe al Cuerpo de Ingenieros del Ejército, obras extraordinarias como los puentes de Esmeraldas y Bahía, las casa construidas luego del terremoto de Abril 2016, o las obras de reconstrucción en Haití. Así que, al cuerpo de Ingenieros del Ejército hay que conservarlo, pero quitarles sus industrias, hospitales, bancos, que tienen que ser empresas servicios estatales y no tienen porque tener educación universitaria, primaria o secundaria, en escuelas, colegios y universidades especiales, o recibir atención de salud en hospitales especiales, y el seguro de salud debe ser uno solo para todos los ecuatorianos.
El seguro militar y policial uno solo y para garantizar sus pensiones o prestamos.
La salud para todos los ecuatorianos debe ser garantizada por el MSP mediante el seguros universal de salud que les permitan a los ecuatorianos ser atendidos en cualquier dispensario, subcentro, unidad de estatal a la que pasa la toda la infraestructura en salud de IESS, la policía y el ejército al MSP.
Seguro Social sería uno solo, para cubrir las pensiones jubilares y dar créditos de todos los ecuatorianos que aportan por igual de acurdo a sus salarios.
Salvemos al Estado
MAR, 20, 2020 | 00:02 - Por Paco Moncayo Gallegos
Se solía decir que en los momentos de paz todos se olvidan de Dios y vilipendian al soldado, mientras que en los de peligro todos invocan a Dios y se protegen en el soldado. En la actual situación de incertidumbre y dolor provocados por la pandemia del coronavirus que azota a la humanidad, podemos modificar la frase y expresar que una abrumadora mayoría invocamos a nuestro Dios y volvemos la mirada al Estado.
Y con razón, porque la propia existencia de esta organización política se justifica, solamente en la medida que pueda protegernos de las amenazas que acechan contra la felicidad y bienestar de las personas; necesitamos del Estado para que cree condiciones adecuadas para la inversión y la generación de empleo, para que la riqueza se distribuya con equidad y justicia, para organizarnos en los momentos de graves desastres naturales, para protegernos de la asechanza del crimen organizado, el cambio climático, para que todos podamos tener una adecuada educación y servicios sanitarios confiables; en fin, para muchas de las cosas que importan para nuestras vidas.
Por esas razones debemos ser exigentes con el Estado y con los gobiernos encargados de administrarlo; porque cuando se dilapidan los fondos públicos, se los administra irresponsablemente, se los convierte en botín político o en medio para el enriquecimiento ilícito, sucede como hoy, que el país está en indefensión, le falta los recursos que se dilapidaron o robaron y el obeso aparato burocrático que organizaron, todo lo dificulta, todo lo traba, estorba más que sirve, mostrándose incapaz de responder adecuadamente cuando más lo necesitamos.
Las dolorosas circunstancias que soportamos, deberían llamarnos a la acción para salvar al Estado de los malos partidos y movimientos políticos, patrimonios de aventureros audaces y sin escrúpulos; de procesos fraudulentos para la elección de las autoridades; de nosotros mismos, de nuestra indiferencia hacia la política, de nuestra irresponsabilidad y descuido con los deberes ciudadanos.
Por los momentos de incertidumbre, desconcierto y perplejidad que estamos atravesando, por el dolor que abruma a tantas personas, es importante que, superadas estas dramáticas experiencias, seamos capaces de sumar esfuerzos y voluntades para para iniciar urgentemente con la construcción de un nuevo Estado eficaz, eficiente, económico, honesto y confiable.
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