miércoles, 4 de marzo de 2020

Brasil se suma a Ecuador, Colombia, Perú y México en la guerra perdida contra el narcotráfico

Brasil ha pasado a ser el nuevo exportador mundial de drogas.  Esto pone a las dos más grandes economías de América Latina, México y Brasil, en la palestra del crimen organizado y convierte a estos países, al igual que a Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Paraguay en narco economías, e incluso en narco estados.  

Esto se debe a que en la medida que se hace más difícil el tráfico ilegal de estupefacientes, estos aumentan de precio, al aumentar de precio, deja más ganancias, lo que hace  atractivo el negocio.  

La real forma de frenar este auge delictivo es legalizar la producción, consumo y comercialización de todo tipo de drogas, desde medicamentos, alcohol, tabaco, te, alucinógenos o estimulantes, pero usar los impuestos que se cobren a estos productores, traficantes, y consumidores, para educar e informar a la población sobre el riesgo que significa el consumo de drogas, sean cocaína que es un estimulante, o los opiáceos que son analgésicos o pueden ser alucinógenos como el fentanilo. Esto es lo que se hace con el tabaco, que es la droga más adictiva y en realidad la más peligrosa del mundo, que supera en  muertes que cualquier peste actual en el planeta, incluyendo el VIH Sida.





Cómo el crimen organizado de Brasil se apoderó de las rutas más importantes del narcotráfico en Sudamérica




Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionMarcos Camacho, Markola, es el líder del PCC, actualmente preso en una cárcel en Sao Paulo.

Los sangrientos acontecimientos de la primavera de 2006 en Sao Paulo, Brasil, evidenciaron el poder del Primeiro Comando da Capital (PCC), considerada la organización criminal más dominante en ese país.
El 12 de mayo de ese año, el PCC orquestó varios motines carcelarios y atacó comisarías estatales que dejaron más de 30 agentes de seguridad muertos.
Sao Paulo se paralizó: se decretó el toque de queda y se sembró el caos. Más de 500 civiles perdieron la vida en medio de los enfrentamientos entre la policía y la banda.
En 2011, un estudio conjunto de la Universidad de Harvard y Justicia Global, grupo defensor de derechos humanos en Brasil, aseguró que los ataques del PCC fueron una reacción a la "corrupción oficial" de la policía y que muchas de las muertes de civiles se debieron a la brutalidad de las autoridades.
Se conocía el poder del PCC dentro de las cárceles, pero aquella fue la primera vez que la poderosa banda propagó de tal manera la violencia en las calles.
Hoy, casi 15 años después de esos hechos y casi 30 desde su creación en la década de los 90, el PCC no es solo hegemónico en Brasil, sino también en Sudamérica.
Esto lo aseguran informes y académicos consultados por BBC Mundo.
El PCC y otras organizaciones poderosas como el Comando Vermelho (CV) y la Familia do Norte (FdN) primero controlaron las cárceles y luego varios estados brasileños. Entonces, expandieron su poder fuera de Brasil y dominaron varias rutas de narcotráfico, su negocio más rentable.



Agente de seguridad con autobús ardiendo detrás.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl PCC sembró el caos en Sao Paulo en la primavera de 2006.

Todo gracias a la fragmentación del negocio de la droga y a la desaparición de los grandes cárteles de los 80, la dificultad de los estados para controlar el narcotráfico y el incremento de la población carcelaria, que ha nutrido las filas tanto del PCC como de otras organizaciones criminales en Brasil.

Reclutamiento carcelario

El PCC nació a comienzos de los 90 en una prisión de máxima seguridad en Sao Paulo. Surgió con el objetivo de mejorar las malas condiciones que los presos aseguraban sufrir.
"La creación del PCC mejoró la calidad de vida de muchos presos, que encontraron protección pagando una cuota mensual", dijo a BBC Mundo Carolina Sampó, coordinadora del Centro de Estudios sobre Crimen Organizado Transnacional.
De forma similar se había creado el CV, la segunda organización más poderosa de Brasil, en los años 70.
"Progresivamente, estos grupos engrosaron sus filas. En eso contribuyó el aumento de la población carcelaria y el deterioro de las condiciones en prisión. El PCC y el CV se convirtieron en garantía de seguridad y bienestar", comenta a BBC Mundo Marcos Alan Ferreira, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Federal de Paraíba, en Brasil.
Sampó añade que una política "errónea" del gobierno federal también fomentó el crecimiento de estos grupos.
"Se trasladaron prisioneros a otras cárceles para frenar la criminalidad y lo único que se consiguió fue multiplicar el problema", dijo la investigadora.
Y es que se considera a Brasil como el tercer país con más reos del mundo, solo por detrás de Estados Unidos y China, con más de 750.000 prisioneros, según datos del Departamento Penitenciario Nacional.
Una vez salían de las cárceles, los miembros de estos grupos se instalaron en la periferia de las ciudades más pobladas. El CV se asentó sobre todo en Río de Janeiro y el PCC en Sao Paulo, aunque hoy tiene integrantes en casi todos los estados.



Redada policial en un barrio de Río de Janeiro.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLas bandas de crimen organizado brasileñas primero se apoderaron de cárceles, luego de barrios y después de rutas de droga.

Según un informe redactado por Sampó para el Real Instituto Elcano en 2019, el PCC tiene más de 29.000 miembros, de los cuales alrededor de 7.000 están encarcelados.
Poco a poco, dominaron territorios y esto condujo a la proliferación del narcotráfico. Otros negocios de estos grupos incluyen el contrabando de cigarros y de productos electrónicos. Pero la gran parte de sus fondos viene de las drogas.
"El grado de pobreza y desigualdad de la sociedad brasileña también fomentó la penetración de estos grupos. En muchas zonas deprimidas no se les ve con malos ojos. En cierto modo organizaron los barrios y contribuyeron a la paralización de la violencia", cuenta Ferreira.
Sin embargo, aunque en un comienzo establecieron pactos de no agresión, tanto el CV como el PCC y otras facciones criminales de menor alcance se enfrentaron en guerras violentas para adquirir mayor control territorial y favorecer sus redes de narcotráfico.
De estas guerras, el PCC está saliendo vencedor. "Su ambición posibilitó su expansión tanto dentro como fuera de Brasil", dice Sampó.

Negocios transnacionales

Varios informes indican que el PCC es hoy el dominador absoluto de la "ruta caipira", que va desde Perú y Bolivia, pasa por Paraguay y termina en Brasil.
Perú y Bolivia son productores destacados de la hoja de coca y Paraguay de marihuana.
El mercado brasileño de drogas es muy rentable para estas organizaciones, de acuerdo con los académicos consultados por BBC Mundo. Informes de la Organización de Estados Americanos y las Naciones Unidas apuntan a que es uno de los países líderes en consumo de cocaína y marihuana del mundo.



Preso con cartel de "PCC"Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl PCC monopoliza la ruta caipira, uno de los principales corredores del cocaína en el continente.

Además, su extensión supone casi la mitad de Sudamérica, cuyas largas costas sirven como puerto de salida de la droga hacia otros continentes y sus vastas selvas y fronteras dificultan la labor de las autoridades.
"Estos grupos criminales son auténticos negocios empresariales. Su expansión tiene motivos económicos, reducir costos. Se establecen en Paraguay y Bolivia, y en menor medida Perú, porque allí se produce", explica Sampó.
La investigadora añade que la fragmentación del negocio de la droga en el continente favoreció el protagonismo del CV y el PCC.
"La desaparición de los carteles de Medellín y Cali dejó espacio a otros actores, menos piramidales, cuya organización es horizontal y compleja y por lo tanto más difícil de rastrear", continúa Sampó.
"El PCC trae la droga por esta ruta caipira y la deja en puertos brasileños, donde mafias europeas se la llevan a su continente, a África e incluso Asia", explica Ferreira.
La penetración en otros países limítrofes no solo ha atendido a la búsqueda de recursos logísticos, sino también humanos.
En Bolivia y Perú ha establecido contacto directo con los productores cocaleros, según Sampó.
El PCC, una vez dentro de otras naciones, ha incorporado a criminales locales, especialmente en Paraguay, "un país con una gran población carcelaria brasileña", dice la investigadora.

Infiltrados

El pasado mes de enero, la fuga a través de un túnel de 75 prisioneros pertenecientes al PCC de una cárcel en Pedro Juan Caballero, en la frontera paraguaya con Brasil, ocupó varios titulares de la prensa internacional.
De esos 75, 40 eran brasileños.



Una tanqueta frente a una cárcelDerechos de autor de la imagenMINISTERIO DEL INTERIOR
Image captionEl gobierno paraguayo reforzó la custodia de la prisión de Pedro Juan Caballero luego de la fuga de prisioneros.

La fuga, junto al llamado "robo del siglo" en 2017, cuando 50 asaltantes atracaron la sede de Prosegur y se llevaron US$40 millones, son termómetro de la penetración del PCC en este país.
El día después de la huida masiva la ministra de Justicia paraguaya, Cecilia Pérez, aseguró que había "una fuerte sospecha de que los funcionarios están involucrados en el esquema de corrupción".
En eso coincide Arnaldo Giuzzio, ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
"No hay forma en que esa fuga se haya realizado sin colaboración de los funcionarios de prisión. Es una situación preocupante", dijo en entrevista a BBC Mundo.
Giuzzio incidió en la pugna de poder del PCC y también del CV en Paraguay y señaló que las zonas más críticas son las fronterizas Pedro Juan Caballero y Capitán Bado.
En 2017, Paraguay produjo hasta 1.289 toneladas de marihuana, lo que le convierte en el líder de la producción de Sudamérica, de acuerdo a datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
"Que el segundo estado con más actividad del PCC sea Mato Grosso del Sur no es casualidad. Es el más próximo a Paraguay, donde controlan gran parte de la producción de cannabis", dice Ferreira.
El académico señala, además, que su colaboración con miembros de las fuerzas de seguridad paraguayas ha facilitado la gran penetración del PCC.

En Bolivia

La presencia del PCC en Bolivia también es notoria y eso ha sido reconocido por las autoridades oficiales de ese país.
A comienzos de este mes, José Dulfredo García, director general de Régimen Penitenciario en Bolivia, afirmó que "es un país muy apetecible para el tráfico de drogas y que el PCC estaba operando en la zona del Chapare".
En el mismo comunicado, Dulfredo pidió la colaboración de las autoridades de inteligencia y otros organismos para analizar la presencia del PCC en las cárceles y conocer sus planes.
El comunicado se publicó a propósito de la explosión en una celda de la cárcel Mocoví de Trinidad, al norte de Bolivia, donde murieron tres reos.
Las autoridades señalaron como culpable a Lucas Rosendi Zabala, miembro del PCC, que según el gobierno hizo estallar la granada por una pugna de poder.

La disputa de la ruta amazónica




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Image captionPerú es uno de los mayores productores de cocaína del mundo.

El dominio incontestable del PCC en la ruta sureña de caipira es más difuso en el noroeste, en las fronteras amazónicas con Colombia, Perú y Bolivia.
Allí el botín está más repartido. Tanto el Comando Vermelho como la Familia do Norte y otros grupos criminales satélites le discuten el dominio al PCC.
Se trata de la disputa por la ruta de Solimoes, principal corredor de droga en la triple frontera amazónica.
Es una zona estratégica por la proximidad con Perú y Colombia, dos prolíficos productores de cocaína.
"Además, es un lugar que por su vegetación densa y ríos caudalosos se erige como un área logística especial. Aquí no existe tanta policía que les controle", explica Ferreira.
"El botín se disputa entre las bandas brasileñas, pero se reparte con los carteles colombianos. Hay más competencia. No como en el sur, donde el PCC conquistó la ruta relativamente fácil", añade el académico.
Sampó y Ferreira opinan que la lucha violenta entre las bandas brasileñas no se dará contra los carteles colombianos, al menos en el futuro cercano.
"Han elegido tener una buena relación con ellos para vender su droga lo más barato posible. Es complicado rivalizar con los carteles colombianos", opina Ferreira.



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Image captionEl Primeiro Comando da Capital y el Comando Vermelho son las principales facciones narcotraficantes en Brasil. Controlan Sao Paulo y Río de Janeiro, respectivamente.

"Les preocupa primero la hegemonía local y el control de las rutas en Sudamérica. Hacia el norte, Centroamérica y Estados Unidos, el dominio sigue siendo de los carteles colombianos y mexicanos; manejan mercados distintos", dice Sampó.
La investigadora no titubea, sin embargo, al afirmar que el PCC es actualmente la organización criminal más poderosa de Sudamérica, aunque su penetración en países que no son productores de droga es más limitada.
Algunos reportajes en la prensa atribuyen crímenes al PCC en países como Uruguay y Argentina, pero Sampó descarta una presencia notable en estos países.
"Se trata de países que son más mercado comprador que centro de operaciones. De ahí a que su presencia en otras naciones sudamericanas sea menor", explica Ferreira.
"Desconocemos cuánto más puedan expandirse en el futuro. Ahora mismo, aunque tengan contactos en estos países y operen con mafias europeas, no creo que sea su prioridad", concluye Sampó.

Guerra contra las drogas

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Efectivos de la DEA estadounidense (Drug Enforcement Administration) actuando en la Operación Mallorca1​ contra el tráfico de drogas, 2005.
La Guerra contra las drogas (en inglés War on Drugs) es una política impulsada por el gobierno de los Estados Unidos orientada a la persecución de la producción, comercio y consumo de ciertas sustancias psicoactivas, a las que se atribuye el estatus legal de drogas prohibidas, en tanto que drogas no medicinales.
Sus defensores argumentan que las drogas causan un grave perjuicio para la salud física y psíquica y generan redes de delincuencia y corrupción. Sus críticos señalan que se emplea para la defensa de intereses geopolíticos, la injerencia en los asuntos internos de ciertas naciones, la irrupción en la vida privada de los ciudadanos y que los problemas relacionados con el narcotráfico y el consumo, provienen en su mayor parte de la propia prohibición. Además, argumentan, que el consumo de psicoactivos se mantiene constante a pesar de que el gasto en la guerra contra las drogas no ha dejado de crecer desde hace décadas. Según el historiador Alfred McCoy:
La represión produce una caída en los suministros y eso aumenta el precio, estimulando la producción en el mundo entero
Una droga es una sustancia que altera el funcionamiento normal del organismo una vez que entra en contacto con él. Algunos ejemplos de drogas son el café (legal en todo el mundo), alcohol, la marihuana, la cocaína, la metanfetamina, el mdma, el LSD, los opioides, el tabaco y la mayoría de medicamentos. Las diferentes drogas tienen efectos distintos en el organismo. Algunas drogas pueden causar alucinaciones (p.e. ver u oír cosas que en realidad no están aconteciendo), mientras que otras actúan como estimulantes o depresores del sistema nervioso central.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1.  US Department of Justice press release Archivado el 31 de mayo de 2009 en la Wayback Machine. (en inglés)

Enlaces externos[editar]

Implicación de la CIA en el tráfico de drogas

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Agencia Central de Inteligencia (Central Intelligence Agency)
La CIA (Agencia Central de Inteligencia) de Estados Unidos ha estado involucrada en varias operaciones en el tráfico de drogas. Algunos de estos informes afirman que la evidencia del Congreso que indica que la CIA trabajó con grupos que se sabía que estaban involucrados en el tráfico de drogas. Estos grupos proporcionaron información útil y de apoyo material, a cambio de permitir que sus actividades criminales continuaran,1​ y de obstaculizar o impedir su arresto, acusación y encarcelamiento por las agencias policiales estadounidenses.2

Afganistán (Unión Soviética)[editar]

La CIA apoyó varios comandantes rebeldes afganos ―como el líder muyahidín Gulbuddin Hekmatyar, que luchaba contra el Gobierno de Afganistán y contra las fuerzas de la Unión Soviética, que eran sus partidarios―.3​El historiador Alfred W. McCoy declaró que:4
En la mayoría de los casos, el papel de la CIA ha involucrado diversas formas de complicidad, la tolerancia o la ignorancia estudiada sobre el comercio, y no cualquier culpabilidad directa en el tráfico real... la CIA no manejaba la heroína, pero sí proporcionaba a sus narcotraficantes aliados con el transporte, los brazos y la protección política. En suma, el papel de la CIA en el tráfico de heroína del sudeste asiático se involucró en complicidad indirecta en lugar de «culpabilidad directa».

Triángulo de Oro[editar]

Operaciones de contrabando de opio de la CIA y del Kuomintang[editar]

Con el fin de proporcionar fondos encubiertos para el Kuomintang ―las fuerzas leales al general Chiang Kai-shek, que estaban luchando contra el líder comunista Mao Zedong―, la CIA ayudó a pasar de contrabando opio de China y Birmania a Bangkok (Tailandia), proporcionando aviones de la empresa Air America, uno de sus «negocios espejo».
El general del Kuomintang, Sun Li Ren se hizo cargo de estas fuerzas, que controlaban una región entre Birmania y Tailandia, pero fueron finalmente forzados a salir de la zona. La CIA después presionó a Sun Li Ren para que realizara un golpe de Estado en Taiwán contra Chiang Kai-shek, pero fue descubierto y puesto bajo arresto domiciliario por el hijo de Chiang, Chiang Ching-kuo.56

Estados Unidos[editar]

Caso Irán-Contra[editar]

Publicado el 13 de abril de 1989, el Informe del Comité Kerry llegó a la conclusión de que los miembros del Departamento de Estado de Estados Unidos de América «quienes habían prestado apoyo a los contras, estaban involucrados en el tráfico de drogas [...] y los propios elementos de los contras, recibieron con su consentimiento asistencia financiera y material de los traficantes de drogas».
En 1996 Gary Webb escribió una serie de artículos publicados en el San Jose Mercury News, como resultado de una investigación a los nicaragüenses ligados a los contras respaldados por la CIA que habían traficado con cocaína a los Estados Unidos, la cual se distribuyó como una epidemia de cocaína crack en los Ángeles y aumentó los ingresos de manera significativa de los contras. La CIA estaba al tanto de las transacciones de cocaína y los grandes cargamentos de drogas en los Estados Unidos por parte del personal de los contras y los traficantes de drogas directamente ayudando a recaudar fondos para los contras. A pesar de que implicaba fuertemente la participación de la CIA, Webb nunca afirmó haber hecho una relación directa entre la CIA y los contras. Por otra parte, los artículos de Webb fueron fuertemente atacados por muchos medios de comunicación que cuestionaron la validez de sus afirmaciones, a pesar de la inusual respuesta llevó a algunos a cuestionar si la CIA estuvo involucrada, Webb recopiló los artículos en un libro titulado, Dark Alliance: The CIA, the Contras, and the Crack Cocaine Explosion. El 10 de diciembre de 2004, según informes, Webb se suicidó, aunque bajo circunstancias extrañas (dos heridas de bala en la cabeza).7
En 1996, el director de la CIA John M. Deutc fue a Los Ángeles para tratar de refutar las alegaciones planteadas por los artículos de Webb, y fue confrontado por el exoficial del Departamento de Policía de Los Ángeles Michael Ruppert, que declaró que había sido testigo de lo que había ocurrido.8
La CIA ha sido acusada de blanqueo de dinero de los fondos Irán-Contra de la droga a través del Banco de Crédito y Comercio Internacional (BCCI), el excomisionado de aduanas de Estados Unidos William von Raab dijo que cuando los agentes de aduanas asaltaron el banco en 1988, encontraron numerosas cuentas de la CIA910​La CIA también trabajó con el BCCI en armar y financiar la mujahideen afgana durante la guerra soviética en Afganistán, utilizando el BCCI para el blanqueo de los ingresos de tráfico de heroína que se cultivaba en la zona fronteriza entre Pakistán y Afganistán, aumentando el flujo de narcóticos a los mercados europeos y de Estados Unidos.

Mena (Arkansas)[editar]

Un número de denuncias se han escrito sobre y varias investigaciones locales, estatales y federales que han tenido lugar en relación con la noción del Mena Intermountain Municipal Airport como punto de recepción de la CIA en el tráfico de cocaína a gran escala a partir de la última parte de los años ochenta. El tema ha recibido algún tipo de cobertura de prensa que ha incluido acusaciones de conciencia, participación y/o la participación de encubrimiento de figuras tales como los presidentes Bill Clinton,11121314George Bush y George W. Bush, así como el futuro gobernador de Florida Jeb Bush y el fiscal del condado de Saline Dan Harmon (quien en 1997 fue declarado culpable de numerosos crímenes incluyendo cargos de drogas y crimen organizado).15​El aeropuerto de Mena también se asoció con Barry Seal, un narcotraficante estadounidense y piloto de la aeronave que realizó «vuelos secretos de cargamento» de la CIA y el Cartel de Medellín.16
Un investigador de asuntos criminales de la policía del estado de Arkansas, Russell Welch, quien fue asignado para investigar el aeropuerto de Mena1718​ comentó que él abrió una carta que lanzó una carga electrostática de esporas de ántrax en su cara, y que había salvado su vida gracias a que un médico le diagnosticó inmediatamente la enfermedad. También afirmó que el consultorio de su médico sufrió actos de vandalismo, y los resultados de las pruebas médicas y la correspondencia con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Atlanta fueron robadas.1619
Una investigación realizada por el inspector general de la CIA concluyó que la CIA no tenía ninguna participación o conocimiento de actividades ilegales que puedan haber ocurrido en Mena. El informe dijo que la agencia había realizado un ejercicio de entrenamiento en el aeropuerto en asociación con otra agencia federal y que las empresas situadas en el aeropuerto de haber cumplido con los «servicios de rutina relacionadas con la aviación sobre el equipo de propiedad de la CIA».20

Los Ángeles (California)[editar]

El 15 de noviembre de 1996, el entonces director de la CIA John Deutch visitó la escuela Locke High School de Los Ángeles para una reunión en el ayuntamiento. En la reunión, Michael (Mike) Ruppert confrontó públicamente a Deutch, diciendo que en su experiencia como oficial de narcóticos de la policía había visto evidencia de complicidad de la CIA en el tráfico de drogas. Ruppert se convirtió en un investigador y periodista y estableció From The Wilderness, una publicación de vigilancia que expuso la corrupción gubernamental, incluyendo su experiencia con actividades de tráfico de drogas de la CIA.

San José (California)[editar]

Gary Stephen Webb (31 de agosto de 1955 - 10 de diciembre de 2004) fue un periodista de investigación estadounidense, conocido por su obra de 1996, Dark Alliance, una serie de artículos escritos para el diario San Jose Mercury News y más tarde publicado como libro. En la serie de tres partes, Webb investigó a los nicaragüenses ligados a los contras, respaldados por la CIA, que estaban involucrados en contrabando de cocaína hacia Estados Unidos. Su cocaína se distribuyó como crack en Los Ángeles, y las ganancias se canalizaron de nuevo hacia los contras. Webb también alegó que este flujo de cocaína suministrada por la CIA desató la generalizada epidemia de crack que se extendió por muchas ciudades de Estados Unidos durante los años ochenta. Según Webb, la CIA estaba al tanto de las transacciones de cocaína y los grandes cargamentos de drogas en los Estados Unidos por parte de los contras. Webb denunció que el gobierno de Reagan había blindado a los traficantes de drogas dentro de la ciudad judicial con el fin de recaudar fondos para los contras, sobre todo después de que el Congreso aprobó la enmienda Boland, que prohibía la financiación directa de los contras.
Los informes de Webb generaron una fuerte polémica, y el San Jose Mercury News se alejó de la historia y puso fin a la carrera de Webb como periodista de los principales medios. En 2004 fue encontrado muerto de dos heridas de bala en la cabeza, aunque según la oficina del forense había sido un doble suicidio. A pesar de que fue criticado y marginado de la comunidad periodística dominante, su reportaje fue finalmente reivindicado; desde su muerte, por ejemplo, tanto el diario Los Angeles Times y el Chicago Tribune han defendido su serie Dark Alliance. Esquire escribió que un informe del inspector general de la CIA «confirmó posteriormente las bases de los hallazgos de Webb». Geneva Overholser, que fungió como ombudsman para The Washington Post, escribió que los grandes medios de comunicación, incluyendo el Washington Post habían «mostrado más pasión para oler los defectos en la respuesta del Mercury News que para olfatear una respuesta mejor a sí mismos».
La obra "Dark Alliance" recibió la atención nacional. A la altura de los intereses, la versión en el sitio San José Mercury News recibió 1,3 millones de visitas al día. De acuerdo con el Columbia Journalism Review, la serie se convirtió en «la más comentada obra de periodismo en 1996 y posiblemente la más famosa».
Webb apoyó su historia con documentos obtenidos a través de la Freedom of Information Act, posteriormente, incluyendo una versión de 450 páginas de un informe de octubre de 1988 por Frederick Hitz, el Inspector General de la CIA. Según Webb y sus partidarios, la evidencia demuestra que los funcionarios de la Casa Blanca, incluyendo a Oliver North, conocían y apoyaron el uso de dinero del tráfico de drogas para financiar a los contras, y se olvidaron de pasar toda la información a la Drug Enforcement Administration. El informe de 1988 por el Subcomité del Senado sobre Narcóticos, Terrorismo y Operaciones Internacionales del Comité de Relaciones Exteriores, encabezados por el senador John Kerry, comentó que había «serias dudas en cuanto a si o no funcionarios estadounidenses involucrados en Centroamérica no lograron abordar el tema de las drogas, por temor a poner en peligro el esfuerzo de guerra contra Nicaragua».21

South San Francisco (California)[editar]

Hedayat Eslaminia, un agente de la CIA asociada con el gobierno del Sha de Irán, que vivió en el exilio en el sur de San Francisco (California), después de la revolución iraní de 1979. Como recompensa por sus servicios en Irán, la CIA estableció a Eslaminia como un traficante de heroína en su condominio de South San Francisco. Las ganancias ilícitas de las drogas patrocinadas de la CIA llamaron la atención de Joe Hunt y Reza Eslaminia, su hijo, que eran miembros de la Billionaire Boys Club (BBC), que secuestró a un miembro de la familia Eslaminia a cambio de un rescate obtenido de la venta de drogas ilícitas. El familiar murió en el maletero del coche de los secuestradores y que más tarde fueron declarados culpables de asesinato. El juez del caso intentó evitar la asociación con drogas de la CIA - que trataba de salir de la sala del tribunal, pero la palabra se filtró de todas formas.

México[editar]

Uno de los carteles mexicanos más antiguos, el cartel de Guadalajara, se vio beneficiado por la CIA para tener conexiones con el capo hondureño de drogas Juan Matta-Ballesteros, un agente de la CIA, quien era el jefe de SETCO, una compañía aérea utilizada para el contrabando de drogas en Estados Unidos.22​ y también se utiliza para el transporte de suministros militares y el personal de los contras hondureños, utilizando fondos de las cuentas establecidas por Oliver North.23
También se alega que la DFS, la principal agencia de inteligencia mexicana, que es en parte una creación de la CIA y más tarde se convirtió en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), tenía entre sus miembros más cercanos aliados del gobierno de la CIA en México, entregados a los narcotraficantes mexicanos de nivel superior, que habían sido etiquetados por agentes de la DEA con una virtual «licencia para traficar».24
También se sabe que el Cártel de Guadalajara, la red de narcotráfico más poderosa de México a principios de 1980, prosperó en gran medida, entre otras razones, porque disfrutaba de la protección de la DFS, bajo su jefe Miguel Nazar Haro, un agente de la CIA.24
Miguel Ángel Félix Gallardo, es conocido como el padrino del negocio de la droga de México y el primer capo de la droga de México, a condición de una cantidad significativa de fondos, armas y otro tipo de ayuda a los contras de Nicaragua. Su piloto, Werner Lotz señaló que una vez había Gallardo le entregó 150 000 dólares en efectivo a un grupo de contras, y Gallardo a menudo se jactaba de contrabando de armas a los mismos. Sus actividades eran conocidas por varias agencias federales de Estados Unidos, incluyendo la CIA y la DEA, pero se le concedió la inmunidad debido a sus «contribuciones caritativas a los contras».25
Vicente Zambada Niebla, hijo de Ismael Zambada García uno de los jefes del narcotráfico en México, afirmó después de su detención a sus abogados que él y otros miembros del cártel de Sinaloa superiores habían recibido inmunidad por parte de agentes de los Estados Unidos y una licencia virtual para el contrabando de cocaína a través de la frontera con Estados Unidos, a cambio de la información de inteligencia sobre los cárteles rivales que participan en la guerra contra el narcotráfico en México.2627

Panamá[editar]


La invasión militar de Estados Unidos a Panamá en la que Manuel Noriega fue capturado.
En 1989, Estados Unidos invadió Panamá como parte de Operación Just Cause (Causa Justa), que involucró a 25 000 soldados estadounidenses. La expresión del inglés Just Cause es ambigua y puede ser traducida al español como «Causa Justa» o como una expresión coloquial que hace uso de una abreviación popular al transformar «just because» en «just cause» y traduciéndose como «Sólo porque sí»
El general Manuel Noriega, jefe de gobierno de Panamá, había estado dando ayuda militar a los contras de Nicaragua, a petición de los Estados Unidos, que, a cambio, le permitió continuar su tráfico de drogas - actividades con las que Noriega se venía enriqueciendo desde los años sesenta.2829​Cuando la DEA intentó condenar a Noriega en 1971, la CIA le impidió hacerlo.28​La CIA, que fue posteriormente dirigida por el presidente George HW Bush, a condición de Noriega con cientos de miles de dólares por año como pago por su trabajo en América Latina.28​Sin embargo, cuando el piloto de la CIA Eugene Hasenfus fue derribado en Nicaragua por los sandinistas, los documentos a bordo del avión revelaron muchas de las actividades de la CIA en América Latina. Las conexiones de la CIA con Noriega se convirtieron en "relaciones comprometidas" para el gobierno de los Estados Unidos, lo que finalmente permitió a la DEA procesarlo por tráfico de drogas, después de décadas de permitir que sus operaciones de narcotráfico continuaran sin supervisión.28​La Operación Causa Justa, cuyo propósito aparente era capturar a Noriega, empujó al exlíder panameño en el Nuncio Apostólico, donde se entregó a las autoridades estadounidenses. El juicio tuvo lugar en Miami, donde fue condenado a 45 años de prisión.28
La pena de Noriega se redujo de 30 años a 17 años por «buena conducta».30​Después de estar 17 años en prisión, la pena terminó el 9 de septiembre de 2007.31​Estuvo recluido bajo custodia de los Estados Unidos antes de ser extraditado a la custodia francesa, donde fue condenado a 7 años por lavado de dinero de los cárteles de la droga colombianos.32

Venezuela[editar]

La CIA, a pesar de las objeciones de la DEA (Administración de Control de Drogas), permitió que al menos una tonelada de cocaína casi pura fuera enviada al Aeropuerto Internacional de Miami. La CIA afirmó haber hecho esto como una maniobra encubierta para reunir información sobre los cárteles colombianos de la droga, pero la cocaína acabó siendo vendida en la calle.33
En noviembre de 1993, el exjefe de la DEA, Robert C. Bonner apareció en el programa estadounidense de noticias 60 Minutes y criticó a la CIA por permitir que varias toneladas de cocaína pura se introdujeran de contrabando en los Estados Unidos a través de Venezuela sin notificar y asegurar la aprobación de la DEA.34
En noviembre de 1996, un juez de Miami acusó al exjefe de antinarcóticos de Venezuela y activo de la CIA, el general Ramón Guillén Dávila, quien estaba contrabandeando muchas toneladas de cocaína a Estados Unidos desde un almacén venezolano propiedad de la CIA. En su defensa en el juicio, Guillén afirmó que todas sus operaciones de contrabando de drogas fueron aprobadas por la CIA.3536

Véase también[editar]

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