Los cambios en la consciencia y el subconsciente de las colectividades iberoamericanas

El siglo XVI con la conquista del Nuevo Mundo. esto es desde Colorado en USA hasta Chile y la Filipinas en las costas del Pacifico, y desde Florida al Caribe, Brasil, Argentina hasta Africa, en el Atlántico, por parte de las coronas de España y Portugal, crearon un nuevo orden mundial que sería destruido por Napoleón, Francia e Inglaterra, en el siglo XIX, y este nuevo orden del siglo XIX por Alemania, Estados Unidos y Rusia en el Siglo XX. Hoy este orden está dando paso a nuevo orden en el siglo XXI. La consciencia y el subconsciente latinoamericano, viene con el aparecimiento de los virreinatos, capitanías y reales audiencias de España, que son el origen de los países hispanos de América Latina, y del reinado de Portugal en Brasil cuando escapó el Rey de Portugal de Napoleón. Hoy suman 33 países con una superficie superior a la Comunidad Económica Europea, y los Estados Unidos. Estos países pasaron a ser propiedad de Estados Unidos, luego de la guerra Hispano-Americana y la creación de la OEA, la Organizacion de Estados Americanos. que opera como el Ministerio de los países del patio trasero de Estados Unidos. Su trabajo es evitar que los pañises del Continente Americano pretendan dejar de ser parte del Patio Trasero de USA. El mecanismo es estigmatizar, derrocar o bloquear a cualquier gobierno, o gobernante que se atreva a cuestionar las decisiones de la Casa Blanca para la Región. Desde comienzos del Siglo XIX, América Latina se ha convertido en el principal proveedor de materias primas, y proveedora de mano de obra barata, que empezó con el petróleo y el caucho, luego azúcar, frutas granos, cobre. Pasó a ser el uno de los mercados más importantes de productos y tecnología norteamericana, pero ahora América Latina es territorio de disputa como proveedor de materias primas y como mercado, por China, Corea, Japón, y la Comunidad Económica Europea. Desde el Siglo XVI, el subconsciente latinoamericano fue manejado por la Religión Católica. Esta religión inculcó en los habitantes católicos del mundo, que Dios era el que finalmente decidía quién vive y quien muere. Esto fue porque la religión católica, dio como explicación de la gran mortandad producida por la peste bubónica, que terminó con la mitad de la población de Europa, a que la causa de la peste era un castigo divino, por la práctica de ha herejía e idolatría. Se consideraba herejía a otras religiones, e idolatría el culto a ídolos, como se los llamaba a los astros, incluido el sol, las montañas, volcanes, ríos, árboles, animales considerados sagrados, en el nuevo continente o tótems, como los que representan a los dioses en África. Pecado era todo aquello que sea mal visto por el Papa, los obispos, cardenales o curas. Esto convirtió a la iglesia católica en América Latina en otra religión, donde las cosas, las ciudades, los fenómenos naturales, los milagros, todo lo nuevo o extraño, tenía por detrás una virgen o un santo. Las ciudades, tenían un santo, una virgen o por último un arcángel como patrono, ellos eran los santos protectores. El destino humano en América Latina estaba decidido por Dios, pero Dios era en realidad la casualidad. Esto fue porque desde el descubrimiento hasta la conquista de América, a la casualidad fue el elemento decisivo. Es que nada en este continente era conocido, este mundo desconocido tenía sorpresas en todas partes, los volcanes, animales, ríos, cascadas, plantas, parecían de otro planeta. Hasta ahora, América, África, Oceanía, y la Antártica siguen siendo los continentes menos conocidos. Desde entonces Dios está el subconsciente latinoamericano, se manifiesta en todas partes, incluido en personas, sequías, pestes, inundaciones, erupciones, gobernantes, guerras, como ocurría en la antigua Grecia. Pero en este período, desde 1492 hasta 1900, el oro, la plata, el azúcar y el alcohol las pestes, las armas, los curas y monjas, los conquistadores y terratenientes eran junto con el rey y las autoridades españolas las que en realidad decidían la suerte y muerte de los latinoamericanos. En el siglo XIX, la derrota de España y Portugal ante Francia, gobernada por Napoleón Bonaparte, y éste a su vez derrotado por los Ingleses, convirtió a América Latina en el principal proveedor de Inglaterra. Inglaterra introdujo un nuevo dios, el mercado. En el mercado, todo se convertía en dinero y el dinero es desde entonces un dios. Con dinero todo es posible, el templo del dinero se llaman bancos, su culto fue considerado pecado y se llamaba usura. El opio, los diamantes, el tráfico de esclavos, la piratería, se convirtió en algo más valioso que el oro y permitió la conquista de China, de India, o de África. Los comerciantes tenían ejércitos propios que derrotaron a imperios como el imperio Chino. Con el tren y la revolución industrial, el hierro, el acero, el algodón, los telares y los obreros, que reemplazaron a los peones y esclavos, así como la imprenta, el telégrafo, la prensa, las armas de fuego de mayor alcance, las embarcaciones definieron el nuevo orden. En este nuevo orden los gobiernos dejaron de ser sumisos a los reyes de Europa. Las colonias se independizaron o crearon gobiernos propios algunos afines o aliados de los imperios europeos, como Canadá, Australi, India, China, En ellas, la religión, el idioma, no eran tan influyentes como en las colonias españolas y portuguesas, las religiones de la India y China, así como las de los pueblos africanos permanecieron casi intactos, lo que cambió fue la forma de trabajar, el destino de los productos y mercancías, que pasaron a ser parte de la red comercial creada por los comerciantes sobre todo de Inglaterra. En América Latina, los puertos se convirtieron en las principales urbes. Los comerciantes y negociantes, así como la politica esto es el poder de las ciudades más ricas, nos trastornó. En el siglo XIX, Inglaterra junto con Estados Unidos terminaron con el Imperio Español, mediante la creación de países a partir de sus Virreinatos, capitanías generales o reales audiencias. El desintegrar al imperio español fue la consigna y el gran logro. Desde entonces España pasó a ser el patito feo de Europa, el lugar de diversión, turismo, entretenimiento, dejó de ser el guardián del Europa que la protegía de los musulmanes y el guardián de la Iglesia Católica, que perdió poder ante las iglesias protestantes. En America Latina, los anglosajones nos enseñaban a odiar a los españoles, a su rey, a sus soldados, a su corte a sus leyes, les fue más difícil enseñarnos a odiar a la religión católica, que es ahora parte de el proceso de dominación de la región, donde los curas pederastas, son usados como evidencia de que la Iglesia Católica eran y es corrupta, una practicante de la doble moral. Hoy España, que va retomando su papel de país importante en Europa, ve con ira como durante la pandemia, desde Cristóbal Colón, hasta cualquier diminuto conquistador, es víctima de vandalismo contra sus estatuas o representaciones, esto se debe a que Estados Unidos, está creando la fobia a los latinoamericanos descendiente españoles a los que llama hispanos y justifica es odio diciendo que somos descendientes de los peores seres humanos de la historia, los conquistadores españoles, porque los hispanos nos hemos convertido en los invasores incontenibles de su territorio, en los principales proveedores de drogas, en detestables, es que somos descendientes de los españoles, sus enemigos desde la guerra hispano norteamericana, hace 100 años y como los mexicanos, sus enemigos desde la invasión y apropiación de los territorios de México, como California y Texas, desde hace 150 años. El problema racial, que es la tara genética de Estados Unidos, donde desde hace 250 años, negros, hispanos, primero y árabes, o asiáticos después, están marcados por estigmas de los supremacistas blancos, que han perdido fertilidad, territorios, salud, frente a los invasores, que se reproducen más, son menos deteriorados física y psicológicamente por el sedentarismo, las comidas rápidas o las drogas, lo que ahora les ha llevado a retomar la prohibición del aborto, a luchar contra el tráfico de drogas pues y contra la venta libre de armas, que está armando a las minorías y a los hispanos del otro lado del Río Grande. Hoy la población de drogadictos, fanáticos y pistoleros se ha vuelto contra sus propios países en todo el continente, mientras olas migratorias de latinoamericanos acampan al otro lado del muro, traficando con seres humanos, armas y drogas que se ha convertido en el mejor negocio del mundo. El siglo XX donde la gripe española, las crisis de los mercados Wall Street, la revolución tecnológica, los antibióticos, las vacunas, los anticonceptivos, las armas de extinción masiva que debutaron, en la Primera y Segunda Guerra mundiales, cambiaron nuestro subconsciente latinoamericano. Empezamos a vivir una pugna entre capitalismo y comunismo, el primero liderado por USA, el segundo por la URSS. Esto nos llevó a revoluciones como a Revolución Cubana, la Revolución Sandinista, en que Rusia llegó con sus armas a las narices de Estados Unidos. Estados Unidos, había convertido a nuestros países en países agroindustriales, productores industriales de materias primas como el cobre o el petróleo. Los gobiernos latinoamericanos ahora viven de las exportaciones, que pasaron a ser principales fuentes de ingresos. Los políticos, exportadores, banqueros, los dueños de los medios de comunicación, industrias, plantaciones, los militares, los policías, jueces, abogados, los traficantes de todo, los lavadores de dinero sucio, mal ganado, de evasores de impuestos, son los que decidían la suerte y muerte de los latinoamericanos. Todo se convirtió en botín y germen de violencia y corrupción, desde las elecciones hasta los préstamos internacionales, o el endeudamiento externo, que compromete el futuro de los países y de las generaciones más jóvenes. La URSS, nos ha hecho creer que un dios llamado partido comunista y su secretario general, son la salvación. El terror a la pobreza, que ya no es en América Latina solo el no tener lo suficiente, que es la pobreza crónica además tener deudas, o quebrar, ser despedido, perder el trabajo, que es la brutal pobreza aguda, o brusca, definen nuestro subconsciente colectivo. La pandemia y la nueva guerra en Europa, así como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y la Guerra esta vez frontal entre Rusia Estados Unidos y la OTAN por Ucrania, en Europa el lugar donde las guerras pueden tener dimensiones descomunales la población en vieja, casi estéril, y las armas de alto poder abundan, ha creado un fenómeno inflacionario incontrolable a nivel global. Al igual que en la pandemia, los efectos y las victimos son detectados en tiempo real, las noticias multiplican el efecto sicológico en los países Latinoamericanos, este efecto fundamentalmente se traduce en aumento incesante de la violencia interna, que convierte a los países en infiernos, cuna de emigrantes y a sus gobernantes en torturadores.El siglo XX donde la gripe española, las crisis de los mercados Wall Streer, la revolución tecnológica, y las armas de extinción masiva debutaron, en la Primera y Segunda Guerra mundiales, cambiaron nuestro subconsciente latinoamericano. Empezamos a vivir una pugna entre capitalismo y comunismo, el primero liderado por USA, el segundo por la URSS. Esto nos llevó a revoluciónes como a Revolución Cubana, la Revolución Sandinista, en que Rusia llegó con sus armas a las narices de Estados Unidos. Estados Unidos, había convertido a nuestros paises en paises agroindustriales, y productores industriales de materias primas como el cobre o el petróleo. Los gobiernos ahora vivenn de las exprotaciones, que pasaron a ser principales fuentes de ingresos. Los politicos, exportadores, banqueros, los dueños de los medios de comunicación, los militares, y luego los policías, y la justicia, sun son los que decidían la suerte y muerte de los latinoamericanos. Todo se convirtió en botín y germen de violencia y corrupcion, desde las elecciones hasta los prestamos internacionales, o el endeudamento externo, que compromete el futuro de los paises y de las generaciones más jóvenes. La URSS, nos ha hecho creer que un dios llamado partido comunista y su secretario general, son la salvación. El terror a la pobreza, que ya no es en América Latina solo el no tener lo suficiente, que es la pobreza cronica además tener deudas, o quebrar, ser despedido, perder el trabajo, que esla brutal pobreza aguda, o brusca, definen nuestro suconsciente colectivo. La pandemia y la nueva guerra en Europa, así como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y la Guerra esta vez frontal entre Rusia Estados Unidos y la OTAN por Ucrania, en Europa el lugar donde las gurras puden tener dimensiones descomunales la poblacion en vieja, casi esteril, y las armas de alto poder abundan, ha creado un fenómeno inflacionario incontrolable a nivel global. Al igual que en la pandemina, los efectos y las victimos son detectados en tiempo real, las noticias multiplican el efecto sicológico en los países Latinoamericanos, este efecto fundamentalmente se traduce en aumento incesante de la violencia interna, que convierte a los países en infiernos, cuna de emigrantes y a sus gobernantes en torturadores.