Lo que nos muestran los PANDORA PAPERS a los ecuatorianos

 Los Pandora Papers nos ha mostrado como pasamos de un presidente mentiroso compulsivo y traidor, a uno tramposos, que se aprovecho de la crisis de 1999, para hacerse multimillonario, que se convirtió en lavador de dinero propio y ajeno en paraísos fiscales y que hizo trampa para ganar las elecciones de Ecuador en el 2021.

En estas circunstancias, para los ecuatorianos el dilema es si el nuevo presidente que se elija, si este cae o termina su mandato de 4 años, será mejor, porque a un brillante presidente como Rafael Correa, se lo pudo hacer caer en la tela araña de la vanidad y terminó haciendo altar para que Lenín Moreno complique la situación del país, junto con la pandemia, y ahora nos tenga en una situación crítica como no la habíamos vivido. El presidente Guillermo Lasso, ahora ya no tiene cara para negar que a lo largo de toda su vida ha sido un tramposo, hoy en el poder tiene como principal punto en contra la credibilidad de los ecuatorianos, que ahora le han perdido confianza, a tal punto que se encuentra a los 4 meses de gestión de menos del 40%, cuando gracias a la vacunación estuvo sobre el 60%. Esta pérdida de confianza es porque ahora figura entre los presidentes latinoamericanos lavadores de dinero, que son Piñeras, de Chile, el de Republica Dominicana y Lasso de Ecuador. Este título ya no se lo podrá quitar nadie. Es para el país una vergüenza saber que los presidentes que elige este pueblo, son personas de dudosa reputación. Esto da a pensar que en el país las ratas, los pillos, los narcos son mas y nos asfixian, que estamos en el peor de los deterioros, que las pestes virales y la calidad humana de su dirigentes se suman para acelerar el deterior de la vida aquí. La evidencia de que se vive un mal gobierno hasta ahora, es que hay la peor violencia de la historia en las prisiones, en los puertos con el sicariato y en las olas migratorias que ahora afecta ya no sólo a los adultos sino a los niños ecuatoriano que se cruzan la frontera entre México y USA.

A no dudarlo ser presidente en Ecuador es exponerse a que su vida personal y familiar quede en segundo plano, al igual que sus negocios o trabajo profesional y caer en el infierno de la fama pasajera, que dura por lo general menos de 100 días, luego de los cuales a con la mayor rudeza se aprende que el que a todos quiere complacer a nadie termina por satisfacer.