En el año 2000 Ecuador entró en el Plan Colombia, propuesto por George Bush, y le dimos a a Estados Unidos una base militar en Manta y el control sobre nuestras fuerzas armadas, la justicia y los medios de comunicación.
En el 2010, dejamos el Plan Colombia, porque la base norteamericana ayudó al Gobierno de Uribe a invadir a Ecuador para matar a Reyes el segundo al mando de las FARC en Angostura provincia de Sucumbíos y porque la nueva constitución del 2008 prohíbe bases militares extranjeras en Ecuador. En el 2017 con Lenin Moreno en el poder, los norteamericanos volvieron a ocupar las bases de Manta, de la que salieron en el 2010 y ahora además la de Galápagos, de la que fueron sacados por Velasco Ibarra en 1946, cuando se supo que Estados Unidos colaboró con Perú, para invadir y arrebatar al Ecuador la mitad de su territorio y se quedó con Galápagos. Hoy Guillermo Lasso, otro hombre rico, como Uribe en Colombia, quiere un Plan Colombia para Ecuador, llamado Plan Ecuador, y el General Luis Hernández, su ministro de defensa, a quien conozco desde el año 2000, y hemos luchado juntos para proteger el Parque Nacional del Cuyabeno, defender a León Roldós, cuando le atacaron en la Universidad Central y para derrocar al gobierno del coronel Lucio Gutiérrez, quien le dio injustamente de baja, siendo coronel y héroe de la Guerra del Cenepa. Durante el gobierno de Lenín Moreno, discrepamos, pues como miembro del CIPCCS, le dio a Lenín Moreno el control de la justicia, las elecciones y los medios, convirtiéndolo en un seudo-dictador, a pesar de ser un traidor, algo que para un militar es lo peor que puede ser un ser humano. Hoy Luis Hernández apoya un plan Ecuador, para sostener en el poder a Guillermo Lasso, y para combatir el narcotráfico, que sería diferente al Plan Colombia, que dio origen a las criminales como los grupos irregulares de gente armada, disidentes de las FARC, las AUC y otros grupos beligerantes de Colombia. El Plan Ecuador se concentra en impedir que Ecuador siga siendo el lugar por donde sale la cocaína de Colombia y de Perú, evitar que las plantaciones y laboratorios de estos países migren a Ecuador. Pero además quitarle poder a los carteles ecuatorianos de la droga, como los Choneros, los Lobos, Los Queseros, y otros, que ahora tienen una relación con los violentos carteles mexicanos. Desgraciadamente, la guerra contra las drogas es una guerra que Estados Unidos, Colombia, Perú y Ecuador la están perdiendo, porque gracias a la pandemia, el distanciamiento social, y la gran depresión económica y psico-social mundial, la demanda de drogas como la cocaína está en auge, y aunque por los próximos 4 años de gobierno Guillermo Lasso, logre reducir la violencia y la salida de cocaína por Ecuador, mientras la demanda de Estados Unidos y los países desarrollados no caiga, o mientras no se legalice su uso, como lo que pasa con la marihuana, esta guerra es un inútil sacrificio económico y de vidas humanas, que está convirtiendo al Ecuador en un país de presos, como lo es Estados Unidos, pero que convierten a las cárceles en carnicería humana y que son mas caros que educar a millones de niños y jóvenes. Pero el real objetivo de la Guerra al Narcotráfico es el control de la policía, el ejercito, la justicia y los medios por parte de Estados Unidos, para mantener a países como el Ecuador, en su llamado Patio Trasero y que no se le escapen como Cuba, Nicaragua o Venezuela. El ser parte del pario trasero de Estados Unidos, es probablemente mejor que ser patio trasero de Rusia, como lo es Cuba y Nicaragua, o lo fueron los países de Europa del Este, pero el problema está en que Estados Unidos en América Latina sostiene, mantiene y ha mantenido a presidentes bastardos, o malos como Bolsonaro en Brasil, Macri en Argentina, Viscarra en Perú, Lenín Moreno, en Ecuador, Jeannine Añez en Bolivia, Pinochet, o Vileda, y que protege e incluso crea elites económicas de nuestros países, que son las que han multiplicado la pobreza y las desgracias que vivimos.
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