Lenín Moreno se enfrenta al momento más difícil de su vida, en que los tiempos que le restan tiene que enfrentar un deterioro físico inevitable, una mayor dependencia de otras personas, un repudio dentro y fuera de su país.
Su pasado de hijo de profesores en la Amazonía, y de mal estudiante de la Universidad Central, lo llevó a enredarse en la política de la mano de el MIR, Movimiento de Izquierda Revolucionaria, que era la extrema izquierda en Chile, durante el gobierno de Allende, luego su vida se volvió una lucha contra una parálisis, luego de un balazo en su columna, Después dedicó su vida coqueteo político, con los gobiernos de Bucam, Gutiérrez, hasta llegar a la vicepresidencia de Rafael Correa.
Durante los 6 años, como vicepresidente de Correa, hizo un buen trabajo ayudado por los médicos de Cuba, a los que como presidente les dio la espalda. En ese tiempo aprendió como sacar partido de todo, desde las operaciones de cataratas, hasta las prótesis, y terminó escondiendo en Panamá el dinero mal habido en el Balboa Bank.
Tras llevar una vida fastuosa y de constantes paseos, como representante de Correa en la ONU, uso ese tiempo para concluir su trabajo de conspirador a sueldo, Tras embobar a Correa gracias a los revolucionarios eruditos del Partido Alianza País, muchos de los asambleístas, los que fueron nominados para candidatos con él en las elecciones del 2017 y ex prefectos o alcaldes, logró darle la puñalada por la espalda a Glas, su vicepresidente primero, a Correa y a los mas leales al ex-presidente, después.
Desde el segundo día arrojó al tacho de basura su plan de gobierno, que le dio la victoria, se pasó a la derecha más radical, que incluía ser el mejor aliado de Trump y Mike Pompeo, la entrega de Julián Assange, de bases militares en Galápagos y Manta, del ejercito y la policía, para llamada Guerra al Narcotráfico, que se convirtió en la guerra al gobierno de Nicolás Maduro, Evo Morales, Daniel Ortega y Díaz Cannel en Cuba. Tras 10 años de declararse el gran defensor del socialismo del Siglo XXI, o socialismo latinoamericano, se declaro su peor enemigo.
Esto descubrió ante el mundo su doble fachada, multiplicando su fealdad física- al mostrar su alma mezquina, su hipocresía, su doble cara, su doble moral, su doble discurso, su conducta desleal, su facilidad para mentir, para engañar, para desvirtuar todo, maquillarlo todo, cada acto se volvió altar a la falta de honradez y su conducta legitimo en todo el país, en la política, en la justicia, en la vida diaria, la traición, el engaño, la mentira, la falsedad, a tal punto que hasta entre hermanos, esto se convirtió en prueba de inteligencia, si no mientes, engañas, robas, usas los atajos legales, las trampas, eres un tonto. Los honestos en Ecuador terminaron por ser vistos como tontos.
Pero la pandemia fue la que desenmascaró a Moreno en todos los aspectos, en su deslealtad, mentiras, falsas promesas, que encontraba en los oros presidentes neoliberales de Sudamérica eco, en los oídos de Trump y Pompeo, sus palabras se convertían en música, halagos, cumplidos, agradecimientos. Pero en las protestas de octubre, su cobardía salió a flote, fue a esconderse en Guayaquil y cuando llegó la pandemia se fue a esconder en Galápagos.
Finalmente para poder mentir hasta con las estadísticas y cifras de la pandemia, convirtió al Instituto Nacional de Estadísticas y Censo en oficina adscrita a la Presidencia, de manera que ahora hasta el numero de muertos y enfermos no son creíbles.
Pero lo más visible no fueron sus obras sino la persecución y la traición a sus ex amigos y miembros del partido Alianza País, que no traicionaron a Correa, la persona que le sacó del anonimato y lo puso en la presidencia.
En tanto su promesa de 250.000 empleos por año, se convirtió en decenas de miles de empleados públicos en la calle, en el peor colapso económico imaginable en la pandemia, en desempleados, quiebra, muertos, enfermos, como nunca en nuestra historia.
Todo esto fue posible gracias al respaldo de la Embajada Norteamericana, al ejercito y la policía, que en este gobierno están a las órdenes del embajador norteamericano, a la prensa, a todos los grandes medios, que junto con los medios públicos se convirtieron en acusadores y jueces que dictan las sentencias a los jueces
Gracias a una consulta popular manipulada creo un Consejo Interino de Participación Ciudadana, que creo un Consejo de la Judicatura con la misión expresa de cumplir los mandatos de Moreno y un Consejo Nacional Electoral con la misión de impedir la participación de Correa y los correítas en las elecciones.
El futuro de Moreno es esconderse en Miami, donde será bien recibido y protegido por el resto de sus días, de seguro vivirá esa lenta y dolorosa agonía, que le atormenta desde hace años.
Tiene la esperanza de vacunar a los ecuatorianos antes de marcharse, para limpiar la horrible imagen que tiene, ahora algo difícil, casi imposible.
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