La elecciones de Ecuador difieren de las elecciones de otros países de América del Sur, porque durante 3 años y medio, Lenin Moreno y el gobierno de Donald Trump, han perseguido a Rafael Correa, a sus mas cercanos colaboradores y han contado con la Asamblea Nacional, el poder judicial, el poder de transparencia, el poder electoral, el ejercito y la policía para esto, por lo que Correa y muchos de sus colaboradores leales, o están con orden de captura o en prisión y no pueden participar directamente en las elecciones.
En este escenario Correa se ha visto obligado a patrocinar la candidatura de alguien a quien sus enemigos no puedan obstruir, luego de que se le ha impedido participar con el Movimiento Revolución Ciudadana-Compromiso Social, lista 5, y ahora cuenta con la ayuda del Movimiento Concertación Ciudadana lista 1 y ha consolidado a UNES, un frente de varios partidos, movimientos y personas que quieren impedir gobernantes neoliberales en el poder el próximo 7 de febrero del 2021, que son las elecciones.
Estas elecciones se producen en un país que ha sido severamente golpeado por la pandemia, con una crisis sanitaria, sin control, por una crisis económica de un país dolarizado, sin devaluaciones o caídas de salario, que gracias al dólar mantienen una capacidad de compra en sus salarios lo que permite mantener la demanda y la producción, con un desempleo, una quiebra de empresas, y despido masivo de empleados públicos, una rabiosa fuga de capitales y de mano de obra altamente calificada, que durante un año a represado la ira popular mediante el miedo al virus y las elecciones.
La pandemia a su vez a cambiado la forma de trabajar, de comunicarnos, de estudiar, de comprar y vender, hacer política, la Internet se ha convertido en el consuelo, el médico, el profesor, el proveedor, el entretenimiento, la ventana a familiares, amigos y novedades, en casi todo.
En este escenario que es completamente nuevo los candidatos a la presidencia están preocupados en como volver al pasado, desde los de Correa, hasta los indígenas. Pensamos que todo tiempo pasado fue mejor, sin darnos cuenta que el capitalismo, que lo hemos tenido desde l830 hasta la fecha, concentró el poder, la riqueza y los conocimientos creando una enorme población de pobres, que supera en mucho a la clase media y alta, que con la pandemia se multiplicó exponencialmente, incluso el gobierno socialista de Correa, desde el 2006 al 2016, creo consumidores y deudores, mediante un boom de los empleos y obras públicas, que con la crisis que deja Moreno y la pandemia son casi imposibles de regresar a un país donde la población creció y no tenía tantas necesidades como ahora, que se multiplicaron en estos 14 últimos años.
El socialismo del siglo XXI, es una formula para distribuir la riqueza el poder y los conocimientos, de manera adecuada para los países latinoamericanos, que pasaron de ser colonias a ser países independientes, antes que la mayor parte de otras colonias del mundo, a principios del siglo XIX, y que han creado una forma de elegir mandatarios mediante el voto directo y secreto, que en un principio fue un privilegio y desde fines del siglo XX un derecho de todos los habitantes de estos países, pero que nutre un juego electoral lleno trampas y vericuetos, lo que ha permitido convertir a algunos países en naco-estados, focos incontrolables de emigrantes, o de protestas.
Ninguno de los candidatos presenta propuestas para desarrollar una economía de protección de la salud, la biodiversidad y la diversidad cultural de Ecuador, sus propuestas empiezan en como salvar la dolarización, en un tiempo en que el dólar es la moneda más amenazada, pues no está respaldada en nada excepto en la confianza, el crédito, y pago que compite con el bitcoin y nuevas monedas respaldadas en el oro como el rublo y el yen, hasta propuestas de sacarle sangre al cangrejo, mediante el aumento de la producción y la productividad, a sabiendas que cuando se producen mas materias primas, el precio de estas baja con lo cual no significa mas ingresos para un país.
Recuperar los empleos estatales, reducir el costo del dinero, es decir los intereses, frenar la explotación de la burocracia, mediante impuestos y centralizarlos en los que mas tienen, pensar en subsidios, gratuidad de la educación la salud, servicios públicos de bajo costo. para competir con los bienes y servicios privados, que siempre buscan el mayor precio y las mayores ganancias, mientras los servicios públicos tienen como meta lo contrario, menores costos y ganancias, para ser mas accesibles y esto lo consigue mediante la masificación de la demanda.
Durante los gobiernos de derecha los impuestos, e ingresos fiscales incluidos los prestamos sirvieron para financiar a los mas ricos y esto es lo que debe cambiar al igual que el destino de los recursos del estado que deben ser para proteger a las personas, la naturaleza y las culturas ancestrales, no a los burócratas de libre nombramiento, militares, y ricos que se convirtieron en poder total en estos años.
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