El colapso del sistema republicano en América Latina y del voto directo y secreto

ANALISIS COMPLEMENTARIO La República, una idea de Platón que dio origen al imperio Griego, luego, Romano y que sufrió mucho bajo la bota de los emperadores de todos los imperios, se trata de la simple división del poder entre un parlamento y un rey para evitar el llamado absolutismo, que llegó a la cumbre de su demencia, con Luis XIV, Pedro el Grande, o Catalina en Rusia, Carlos III en España o Enrique VIII en Inglaterra. En América tomó una dirección diferente, separó el poder en tres, el del presidente, el del congreso y el de la cortes de justicia inspirados en la Revolución Francesa. El presidente es elegido entre las personas más conocidas, el congreso admite a desconocidos y el judicial al igual que el ejercito, es un cuerpo colegiado jerárquico, en el que se debe cumplir con años de conocimientos, practica y pruebas de capacidad establecidas por los que están en la cumbre, para encontrar los mejores sustitutos, finalmente como los generales son uno perfectos desconocidos. Pero los presidentes en América Latina a menudo terminan de dictadores o quieren prolongar su mandato por tiempo indefinido, además son muy diferentes antes de ser presidentes, de lo que son una vez en el poder. Prolongar su mandato indefinidamente, fue una tentación en el Socialismo del siglo XXI y se debía a que para ganar elecciones promocionaban una figura, que finalmente parecía irremplazable o cuando se la reemplaza como en Brasil, en que Lula fue reemplazado por Dilma, ella fue derrocada, o si quien lo reemplaza es mentiroso un traidor amparado por USA como Moreno, se convertía en persecución política. Esto llevó a que Evo pretendiera prolongarse, lo que suscitó un golpe de estado. Por suerte Bolivia, volvió al andarivel del socialismo del SXXI, gracias a que Evo, tenía un as bajo la manga, su ministro de finanzas Luis Arce y un partido con una estructura muy clara, de mayoría indígena, no clase media arribista como el partido de Correa, Alianza País, en que los que nunca tuvieron locos se quieren volver y palitos en los ojos se quieren meter, visible en Moreno y en los 50 asambleístas traidores . Hoy Correa quiere recuperar lo logrado con su Revolución Ciudadana, mediante Andrés Arauz. Los congresos o asambleas nacionales en los países también se convirtieron en un problema en América Latina, empezando por Venezuela, donde fue la oposición a Maduro, y la cuna de Juan Guaidó, que patrocinado por Trump y Pompeo, se auto nominó presidente, también, lo fue en Bolivia, donde una congresista Jeanine Añez se autoproclamo presidenta, en reemplazo de Evo Morales, con el apoyo de Donald Trump y la OEA. En Brasil y Perú los congresos fueron los gestores de golpes de estado parlamentarios contra Dilma y Vizcarra, en Guatemala el origen de la crisis que este momento vive ese país, y en Chile, el principal sustento de la constitución de Pinochet, que ahora se la quiere eliminar con una nueva. El congreso del Perú y Colombia, o la Asamblea Nacional de Ecuador se convirtieron en encubridores de delincuentes, que incluso estuvieron acusados y sentenciados en muchos casos por delitos graves, como narcotráfico. En Colombia cobijó a Pablo Escobar y ahora a Uribe, en Perú hay 13 diputados sindicados por crímenes y 60 por otros delitos, en Ecuador sindicados por estafa, robo, y asesinato, como los miembros de la familia Bucaram y su colaborador Salcedo, ahora gozan de inmunidad, al ser candidatos para la Asamblea en las próximas elecciones del 2021. En todos los países latinoamericanos los candidatos a los congresos son desconocidos que llegan al poder llevados por un partido y una vez en el congreso se convierten en delincuentes con inmunidad, que se reparten hasta hospitales y compras publicas durante la pandemia, como en Ecuador. Pero el Talón de Aquiles de las democracias en América Latina hoy está en el poder judicial. La justicia en nuestros países está en manos de cortes y jueces, que se supone llegan al cargo por méritos reconocidos por otros jueces. Esta es la clave para que el sistema sea tan corrupto, y que la justicia sirva sobre todo a los Estados Unidos, con la escusa de perseguir a narcos, al igual que la policía y el ejercito, involucrados en la guerra al narcotráfico, desde los años 80 y ahora para perseguir a los ex presidentes del Socialismo del SXXI que odian Trump y Mike Pompeo. En ,Brasil, Ecuador, Argentina y Bolivia o Perú, la justicia contra sus a ex-presidentes, se convirtió a este ´poder junto con los medios en los principal poder del Estado en estos países. La justicia no es un derecho en nuestros países, es un privilegio de los que tienen mas dinero para pagar abogados, amanuenses, jueces, del que cometió un delito, o del que está en el poder, que puede perseguir a sus opositores, y se funda en que en nuestros países se hace leyes como pan y no se deshacen de leyes viejas, lo que permite a los abogados y jueces hacer trampas, la justicia aquí es un juego de tramposos.